Costalegre: Un destino encantador y solitario en Jalisco
Careyes, el ‘lujo del Pacífico’ celebra 50 años de vida
Un trayecto de una hora con 20 minutos en automóvil es lo que sigue después de aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Manzanillo. La majestuosidad del corredor ecológico de la Costalegre, en el Pacífico mexicano, impresiona fácilmente a los viajeros. A medida que se avanza, emergen edificaciones exponentes de una arquitectura llena de color y simbolismos que conviven en armonía con la naturaleza. Así se arriba a Careyes.
El destino anuncia una estrecha convivencia con la naturaleza y el universo desde el primer momento. Aquí tiene lugar un consolidado proyecto de conservación de la tortuga marina que anida en las costas de Jalisco.
Kilómetros antes de llegar a la famosa Copa del Sol, se encuentra el Santuario de Playa Teopa, donde el trabajo de protección se vive de una manera por demás reflexiva.
Desde 1983, el Centro de Protección y Conservación de Tortugas Marinas (STPCC) ha colaborado en la preservación de 2.1 millones de tortugas de diferentes especies, siendo, así, uno de los programas más antiguos avalados por Fundación Careyes.
Alejandro Peña, licenciado en Ciencias en Biología por la Universidad de Guadalajara, fue quien estableció el programa de conservación de tortugas en su lugar de origen y, hasta la fecha, continúa supervisando acciones tendientes a crear conciencia sobre la relevancia de este tema entre la población local y los visitantes.
“En este proyecto de conservación y protección es muy importante entender que las tortugas tienen que reconocer la playa para regresar a anidar. Existe un componente muy importante en la cabeza de la tortuga que tiene que ver con la posición de las estrellas y el olor de la playa, [lo] que marcará su regreso”.
Por su lado, Jovanna Lord, directora de Desarrollo de Fundación Careyes, apunta que la temporada de anidación más importante ocurre entre agosto y octubre. Además de Playa Teopa, las Ventanas, Tejones y Ojo de Venado reciben a tortugas de las especies Golfina, Prieta, Laud y Carey.
Desde su edificación en 1972, Careyes tuvo claridad sobre su vocación sostenible y los desafíos que ésta conlleva. “Uno de los retos es mantener el espíritu y la filosofía ecológica siendo un desarrollo inmobiliario”, reconoce Giorgio Brignone, hijo de Gian Franco Brignone, fundador de Careyes.
Celebrar los logros del programa de Conservación y Protección de Tortugas Marinas es un aliciente para la comunidad y también un compromiso con su presente y futuro.
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