Enclavado en la proximidad de las orillas del río Sena, muy cerca de la Torre Eiffel, un hotel encantador se inspira en la personalidad de Cléo de Mérode, bailarina y musa de la élite artística, científica y creativa del siglo XX, para ofrecer estancias marcadas por una elegancia clásica, francamente irresistible: Es Le Narcisse Blanc Hôtel & Spa, una propiedad que absorbe la esencia prístina de la Ciudad Luz y la devuelve, dosificada, a través de las experiencias inspiradoras que acompañan cada estancia.
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La residencia cuenta con 37 habitaciones (siete suites incluidas) que arropan exclusivas vistas de París, y son ideales para quienes alternan la búsqueda de un escape sobrio y confortable con la conveniencia de estar muy cerca de los puntos de interés más relevantes de la capital francesa.
Su oferta de hospitalidad discreta incluye un Spa Clarins, además del restaurante Cléo, bajo el mando del chef Bruno Aubin, exponente de una tradición culinaria que el mundo reconoce por su calidad inconfundible.
La experiencia gourmet aquí puede disfrutarse lo mismo en la habitación que en el restaurante; y también en privado, al optar por una sala de reuniones que recibe hasta 10 invitados ávidos de sumergirse en una sesión sensorial diseñada por el chef Aubin en una de las atmósferas más íntimas del hotel, libre de influencias externas y con un menú nutrido por la versatilidad creativa del cocinero, especialista en el manejo de ingredientes orgánicos y de temporada.
En el Spa Clarins, tanto huéspedes como invitados reciben tratamientos personalizados, especialmente diseñados para emerger de ellos revitalizados y listos para cumplir la cita con la mejor cara de París. Sus instalaciones incluyen también una alberca, gimnasio, sauna y hammam (además de una sala de té ideal para descansar y recuperar energía); todo aquí luce dispuesto para consentir a los aficionados al bienestar y facilitar sus rituales personales en privacía.
Incluso es posible recibir los masajes en la habitación o suite y, después, acudir a las instalaciones del spa. Además, los amantes de París que visitan regularmente la ciudad pueden elegir por obtener una membresía que les permite sacar mayor partido de las instalaciones en cada nueva estancia.
CONFORT A FLOR DE PIEL
El diseño interior de Le Narcisse Blanc, a cargo de los diseñadores Thierry Martin y Thibaut Fron, así como de la dupla creativa Laurent & Laurence, deriva en atmósferas intimistas y luminosas que permiten transitar con naturalidad de los espacios internos a los externos. En algunas suites, las comodidades se extienden hasta unas terrazas que descubren vistas hermosas de la capital gala. En otras, una chimenea invita a reposar en una atmósfera particularmente refinada.
Los tonos beige, champán, arena y ceniza visten de elegancia los materiales que abrazan el mobiliario, cuyos destellos de tweed, seda, satén y terciopelo, entre otras exquisteces, visten de lujo cada rincón de la propiedad y llevan la esencia del lujo al tacto mismo.
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