Al pronunciar su nombre: “Santa Marta”, salen a flote los recuerdos de un viaje tan emotivo como reconfortante. Este destino colombiano es un tesoro y Forbes Life lo confirmó tan pronto aterrizamos en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar. La brisa marina nos recibió y permitimos que nos acompañara a lo largo del breve recorrido que antecedió al encuentro con la venerable Sierra Nevada.

Suscríbete a nuestro newsletter semanal aquí

Foto. Marriott Santa Marta Playa Dormida

Pese a que las entrañas de la montaña parecen lejanas, el sendero que conduce al interior de Santa Marta Marriott Resort Playa Dormida logra establecer una conexión cercana con aquella imponente elevación, que la Unesco declaró Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad en el ya lejano año de 1979.

A ella, a su biodiversidad y culturas originarias, el resort rinde tributo a través de diferentes expresiones. El diseño del greatroom y business center rescata elementos tradicionales de las comunidades indígenas de la región, sobre todo de la arahuaca, descendiente de los tayrona. Los sombreros más prominentes connotan mayor sabiduría; las mochilas tejidas con fibras naturales simbolizan la fertilidad, y las vasijas, portadoras de las ofrendas de agradecimiento.

El diseño de la estancia fusiona modernidad con elementos tradicionales de la región. Foto. Marriott International.

Las siluetas de las aves llaman a la contemplación del mural donde yacen. El artista caleño Eloin Rivera pintó a mano esta obra, inspirándose en una fotografía satelital de los picos nevados de la sierra, incluyendo la transición a las tonalidades verdes de su denso bosque, los matices de la arena y el mar Caribe.

Esta composición nos anima a dar otros pasos, hasta el Restaurante 1525, llamado así en conmemoración de la fundación de Santa Marta. Ahí, nos toma por sorpresa un festín de sabores, aromas y colores, preparado por Alirio Rodríguez, chef ejecutivo de Marriott Playa Dormida.

Resturante Cayeye. Foto. Marriott International

CON LAS ALAS ABIERTAS

El sortilegio costeño de Cayeye abre paso al exterior, para observar un espectáculo sublime en el horizonte. Resulta inevitable suspirar mientras el Sol se sumerge en las aguas cálidas del mar Caribe, como si la naturaleza celebrara también la fraternidad surgida con motivo de la Ruta de las Mariposas, una experiencia de hospedaje holística nacida de la alianza de Marriott con la casa de moda Mario Hernández.

Descubre más en:

La Ruta de la Mariposa: la experiencia que debes vivir en Colombia

Un día antes, las mariposas azules, endémicas de la Sierra Nevada, desplegaron sus alas y mostraron su asombrosa belleza en Duzano. De reciente inauguración, esta superficie al aire libre es ideal para realizar eventos sociales y corporativos. Y es aquí donde el equipo humano del resort se reúne con las comunidades indígenas para presentar su contribución al hábitat en ceremonias ancestrales.

“Es una manera de agradecer y darle la importancia que merece a la cultura propia de la región”, comenta, con respeto, Mario Mata, director de Mercadeo y Ventas de Santa Marta Marriott Playa Dormida.

Foto. Forbes Staff

Con esa misma gratitud, observamos los destellos marinos nocturnos desde lo alto de la habitación, antes de dejarnos atrapar por la comodidad de la cama y repetir, en sueños, las memorias vividas en Santa Marta. Y, sí, despertar con la promesa de regresar para conocer más sobre su abundante riqueza y diversidad.

El resort se encuentra a cinco minutos del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar y a poca distancia de Playa Blanca, la Ciudad Perdida y el Parque de los Novios.

Síguenos en

Instagram

Facebook

Twitter

 

Siguientes artículos

Hyatt Place & Hyatt House Monterrey
Monterrey da la bienvenida a un refugio que busca revolucionar las estancias
Por

Hyatt Place & Hyatt House cuenta con 224 habitaciones y suites que fueron diseñadas para brindar máximo confort.