El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador pretende que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) siga utilizando el combustóleo producido por Petróleos Mexicanos (Pemex) para generar electricidad durante el resto del sexenio.
La Secretaría de Energía (Sener) publicó en el Programa Sectorial 2020-2024, un documento que rige su planeación energética, que ambas compañías aprovecharán dicho residuo derivado de la refinación de combustibles ligeros para producir energía.
“Se busca que el combustóleo sea aprovechado para la generación eléctrica, condicionado a la aplicación de tecnologías de reducción de emisiones, que haga posible la utilización de infraestructura existente ya amortizada”, precisó la dependencia en el documento publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
El problema ambiental con el combustóleo producido en México es su alto contenido en azufre (3.5 a 4%), que incluso incumple con el límite establecido por la Comisión Reguladora de Energía (2%) para combustibles en la zona metropolitana. Los gases derivados por la quema del energético, como oxido de azufre y nitrógeno, que provoca daños respiratorios para la habitantes aledaños a plantas eléctricas que utilizan fuelóleo, además de provocar lluvia ácida que afecta cultivos.
Un botón de muestra: a la termoeléctrica de CFE en Tula, que utiliza combustóleo al 80%, se le asocian 14,000 muertes prematuras cada año en Tula y el Valle de México a causa de su operación.
El objetivo de Sener para rehabilitar este tipo de centrales con tecnología a favor del medio ambiente enfrenta múltiples problemas de costos, infraestructura e inversiones.
El primer obstáculo es que la tecnología para capturar las emisiones contaminantes hacen económicamente inviables a las plantas que utilizan combustóleo frente a tecnologías como las centrales de ciclo combinado o energías solares o eólicas.
El precio de captura de carbono por MegaWatt de generación instalado oscila de cuatro a 10 millones de dólares (mdd), reveló un un estudio de la firma Inodú Energy & sustainability.
“El costo de la tecnología saca por completo de mercado a una planta que use combustóleo “, comentó Rosanety Barrios, analista independiente del sector energética y exjefa de la unidad de políticas de transformación industrial de la Sener.
Para adaptar la central termoeléctrica en Tula, la segunda planta de energía más grande del país, que posee una capacidad instalada de 1,500 MW, se requeriría un desembolso de 6,000 millones de dólares. Es decir, sería más rentable construir una nueva central eléctrica que utilice un combustible menos contaminante como gas natural.
“Es una inversión muy alta para recuperar plantas que son sumamente viejas y que en realidad deberían planear su retiro máximo dentro de cinco años por la vida útil que tiene”, mencionó la analista de Fresh Energy Consultigo, Casiopea Ramírez Melgar
Barrios recordó que no solo se trata de colocar filtros para las emisiones, sino planear qué hacer con las toneladas de carbono capturado y dónde colocar ese desperdicio contaminante, pues el gobierno actual no ha invertido en tecnología de es tipo en ninguna de las 30 termoléctricas del país.
Combustóleo, ¿barato?
El gobierno de López Obrador planteó desde el inicio de su gobierno el rescate de ambas empresas estatales. En el camino ha limitado la participación de la iniciativa privada, principalmente en la generación de energía renovable.
La dependencia energética publicó una política de confiabiidad que limita la operación de centrales renovables ante supuestos riesgos al sistema eléctrico nacional durante la pandemia de coronavirus covid-19.
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La Sener dijo en el documento que la venta de combustóleo tendrá una política “de precios razonables, tanto para, tanto para Pemex como para CFE y en función de las necesidades de suministro”.
Este objetivo se alinea con las intenciones de la empresa que dirige Manuel Bartlett para utilizarlo. El pasado 11 de diciembre, la CFE manifestó que usará más combustóleo si Pemex se lo vende barato, después de que una regulación ambiental de carácter internacional devaluó el precio del combustible alto en azufre.
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Durante 2019, las ventas de combustóleo de Pemex cayeron 34% a 28,789 millones de pesos desde los 43,779 mdp reportados en 2018.
Incluso la empresa que dirige Octavio Romero Oropeza eliminó al combustóleo de su fórmula para vender la mezcla mexicana en el extranjero, ante la entrada en vigor de una norma ambiental de la Organización Marítima Internacional (IMO).
Si CFE compra el combustóleo a un precio menor, como el del gas natural, resuelve el tema del costo, pero provocará un hoyo gigante a las finanzas de Pemex, pues cada barril de combustóleo tiene un precio menor a un barril de petróleo, agregó Barrios.
