El presidente Enrique Peña Nieto no extenderá el Impuesto al Valor Agregado del 16% a alimentos y medicinas, que seguirán con tasa cero en momentos en que la economía pierde ritmo.   Reuters El Gobierno mexicano presentó el domingo una reforma fiscal que propone subir los impuestos a los que más ganan y gravar las ganancias bursátiles en un país donde reina la informalidad, pero evita extender el IVA a sectores sensibles justo cuando la economía sufre una desaceleración. La administración del presidente Enrique Peña Nieto estima que la “Reforma Social y Hacendaria” -parte de un paquete de reformas clave para apuntalar la economía- impulsará la irrisoria recaudación de México, donde 6 de cada 10 mexicanos trabajan en la economía subterránea. Los ingresos adicionales con la reforma se calculan que equivalen a un 1.4% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2014, y que para el 2018 serán iguales a un 2.9 por ciento. “Es una reforma social que establece la seguridad social y aumenta la inversión pública en sectores estratégicos como la educación y la infraestructura”, dijo el presidente en un discurso el domingo por la noche. “Promueve el crecimiento económico y la formalidad y el fortalecimiento de la empresa que es de todos los mexicanos y lo seguirá siendo, Pemex”, agregó. Peña cree que la segunda economía de Latinoamérica necesita del paquete de reformas para dinamizarse, porque sólo ha crecido a un promedio del 2% anual en los últimos 12 años. Ahora el Gobierno, que presentó la reforma junto con el proyecto de presupuesto para el próximo año, estima que si las iniciativas -que incluyen además de la fiscal, una energética y otra de telecomunicaciones entre otras- son aprobadas, la economía crecerá un 3.9% en el 2014. En la reforma tributaria se propuso subir la alícuota tope del Impuesto Sobre la Renta (ISR) del actual 30 al 32 por ciento para las personas físicas. Además los particulares pagarán un impuesto del 10% por sus inversiones bursátiles, la misma tasa que será cobrada por dividendos a empresas. Pero el presidente Enrique Peña Nieto no extenderá como se especulaba el Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 16% a alimentos y medicinas, que seguirán con tasa cero en momentos en que la economía pierde ritmo. La propuesta de gravar esos dos rubros era muy controvertida en un país donde casi la mitad de sus 117 millones de habitantes vive en la pobreza. La izquierda se oponía y aunque sin ese elemento la iniciativa sería más débil, tendría más chance de ser aprobada sin obstáculos en el Congreso. La iniciativa gubernamental plantea además eliminar el régimen de consolidación fiscal para las empresas, un mecanismo mediante el cual un grupo de compañías del mismo accionista pero separadas legalmente presentan un sólo resultado fiscal. La medida ha sido vista con recelo por algunos empresarios. “Al final seguimos pagando los mismos, no hubo un esfuerzo de ampliar la base tributaria por las condiciones económicas, políticas y sociales que se viven”, dijo el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez. “Aquí tanto las empresas como sus trabajadores están absorbiendo casi el total de esta recaudación adicional”, agregó. El Gobierno en el proyecto de presupuesto presentado el domingo prevé un leve déficit fiscal para este año y uno del 1.5% para el 2014, y eso es descontando la inversión de la petrolera estatal Pemex. Algunos creen que el impacto de la reforma será bastante acotado porque no amplía lo suficiente la base de contribuyentes, sino que sube la carga a muchos que ya venían tributando. Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, dijo antes de que se oficializara la propuesta que la iniciativa se centra en una mayor recaudación y opinó que el Gobierno deberá hacer más por tener un gasto más eficiente. “Este tipo de reforma no es la solución de uno de los principales problemas de la política fiscal”, dijo en una entrevista telefónica. “Tienen que ampliar la base imponible, lo que probablemente no se va a hacer con la medida que proponen ahora”, opinó.   ¿Impuestos a la clase media? México tiene una recaudación fiscal que equivale a alrededor de 10% del PIB. El porcentaje es un tercio de lo que recauda Argentina o Brasil en relación a sus economías. De acuerdo a la propuesta, se mantendrán las exenciones impositivas a servicios médicos y transporte urbano y se homologará el IVA en la zona de la frontera, que goza hasta ahora de una tasa diferenciada del 11%. Pero la reforma elimina las exenciones del IVA -el segundo tributo de más recaudación del país después del ISR- en servicios educativos e intereses de hipotecas. En cuanto a los ingresos personales, la nueva tasa tope del ISR del 32% aplicaría para quienes devengan ingresos superiores a 500,000 pesos anuales (37,800 dólares). Además se eliminará buena parte de los regímenes especiales. “No nos gusta porque vemos un ataque a la clase media”, dijo el senador del opositor Partido Acción Nacional (PAN) Francisco Domínguez. “Hacer desaparecer a la clase media mexicana sería catastrófico”, sostuvo. El Gobierno plantea acabar con el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) y con el Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE) y busca aplicar el llamado Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a combustibles y plaguicidas, así como a las bebidas azucaradas para combatir la obesidad.   Más aire para Pemex En un intento por darle más margen de maniobra a Pemex, que durante décadas ha financiado un tercio del presupuesto mexicano y ahora busca desesperadamente recursos para poder invertir, la iniciativa propone rebajar la carga fiscal de la paraestatal. Por otra parte, la propuesta de reforma plantea que los incrementos al precio de la gasolina serán de seis centavos mensuales para la gasolina Magna y 8 centavos para la gasolina Premium y el diesel, el cual sería sustancialmente menor al de 2013. Se proyecta que la propuesta generaría recursos por 62,000 millones de pesos. La iniciativa fiscal se suma a una reforma energética ya presentada al Congreso por el mandatario, que propone un esquema de contratos de utilidad compartida con empresas privadas en los sectores petrolero y de gas. El derechista PAN busca establecer concesiones con empresas. Cualquiera de las dos alternativas requiere reformas a la Constitución, algo que los partidos de izquierda rechazan de plano. Mientras el mandatario anunciaba el domingo la propuesta de reforma fiscal, el líder izquierdista y ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador encabezaba un mitin con miles de personas en el centro de la capital mexicana para protestar contra la reforma energética y el alza de impuestos. “No al robo de todos los tiempos”, era su lema.

 

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