Ante la restricción para que Grupo México pueda comprar más del 10% de las acciones del grupo aeroportuario, la firma de Germán Larrea no quitará el dedo del renglón y buscará hacerse del control de la firma aeroportuaria.      La prohibición para que Grupo México o cualquier empresa o persona en su representación, compre más de 10% de las acciones de Grupo Aeroportuario del Pacífico será sólo un freno temporal en los planes de la gigante de la minería para tener una participación más fuerte en el segmento de infraestructura aeroportuaria. “La disposición que prohíbe una participación mayor de Grupo México en GAP contraviene a la Ley del Mercado de Valores vigente desde 2006, que indica en su artículo 98 que no será válida cualquier disposición que prohíba que cualquier persona o empresa compre acciones de una emisora hasta en un 30%”, explicó Luis Cervantes, abogado de Grupo México, en entrevista con Forbes México. Esa es la carta fuerte que Grupo México jugará para anular el fallo, Luis Cervantes tiene la convicción de que la prohibición para adquirir una participación mayor en GAP contraviene a la ley que actualmente rige el funcionamiento del mercado mexicano, con lo cual, la disposición no sólo implica una acción ilegal, sino que viola la manera en la que se rige el mercado corporativo en el país.   La estrategia jurídica En 2008, Grupo México inició una incursión en la tenencia de acciones de GAP con 5%, desde ese año y hasta 2011 obtuvo una participación de 22.1% de las acciones del Grupo Aeroportuario. Actualmente, la participación de Grupo México en GAP es de es de 29.58%, y para hacerse de más del 30%, la firma debe realizar una Oferta Pública para recolectar las acciones que están pulverizadas en el mercado. Todo iba bien en los planes de Grupo México hasta que la controladora de GAP inició un proceso jurídico para evitar ceder el control, como resultado, Grupo México está temporalmente impedido para seguir comprando acciones. “Lo sorprendente es que es la administración de GAP la que se alió de forma espuria con el grupo de control, ahora la última palabra será de las autoridades”, afirma Luis Cervantes. El mayor argumento es que la prohibición de adquirir una participación mayor está basada en los estatutos de GAP, creados en 1999 cuando se obtuvo la concesión (la cual prohibía que una empresa o persona adquiriera más del 10% en acciones); sin embargo, en 2006 la Ley del Mercado de Valores trajo consigo la prohibición para establecer este tipo de restricciones. “Es un principio lógico, las disposición más reciente deroga a la anterior, no hay un sustento legal para evitar una toma de control”, explica el abogado de Grupo México.   El destino de GAP Si el conflicto procede conforme a las normas vigentes,  Grupo México sería capaz de salir al mercado a recabar las acciones que requiere para lograr una mayoría aritmética y asumirse como controlador principal. “Una vez que quedara en firme la resolución para que se anule la restricción, Grupo México tendría que acudir a la CNBV para iniciar el proceso para la oferta pública y poder recabar acciones para hacerse del control, no existe un principio jurídico que lo impida”. Actualmente, el control de Grupo Aeroportuario del Pacífico reside en Aeropuertos Mexicanos del Pacífico (AMP) que posee alrededor del 15% del capital del a compañía. La concesión del grupo se divide a su vez en tres partes: Controladora Mexicana de Aeropuertos (CMA) que involucra a  Eduardo Sánchez Navarro, Abertis y Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), paraestatal de gestión  de aeropuertos y el espacio aéreo en España. “Uno de los mayores problemas que existen actualmente es que la información sobre las operaciones con partes relacionadas no es transparente, se ha manipulado la información sobre arrendamientos y servicios relacionados con las otras empresas de Eduardo Sánchez Navarro”, acusa Cervantes. Grupo México busca la intervención de las autoridades para que la adquisición avance conforme al funcionamiento actual del mercado mexicano, en opinión del especialista jurídico del grupo minero, no existe fundamento legal para impedir que la firma de Germán Larrea tome el control. En el escenario opuesto, GAP podría pugnar porque se respetaran los estatutos de la concesión como emisora, en ese caso Grupo México tendría que desinvertir y salir al mercado y ofrecer el excedente de casi 20% que ostentaría. “Vamos a agotar los procesos legales para que antes de 2014 se obtenga el fallo de nulidad de las restricciones, la concesión de los aeropuertos es eso, una concesión de un bien público de alta importancia económica”, añade Cervantes.

 

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