Dicen que alguien una vez dijo: “Querido amigo, si le he escrito esta carta tan larga, es porque no he tenido tiempo de hacerla más corta”.

Algunos dicen que la dijo Blaise Pascal, matemático, filósofo y escritor y otros se la atribuyen a Bernard Shaw, gran escritor irlandés.

La verdad, poco importa quién la dijo e incluso si alguien alguna vez la dijo, lo que importa es que es cierto.

Hacer las cosas simples, es complicado, toma trabajo, hay que pensar.

En mi profesión de marketero digital, me la paso viendo sitios de ecommerce que parecen laberintos, sitios donde uno se pierde en cuestión de segundos y donde hay que ser una especie de Sherlock Holmes para descubrir de qué se trata el sitio, qué venden, qué hacen y cómo hacer algo.

¿Y ustedes creen que eso es muy complicado de hacer?

Les puedo asegurar que no.

Hacer un sitio complicado y que nadie entiende es fácil, no toma mucho tiempo ni cabeza, es lo primero que sale y lo primero que sale, pocas veces es lo mejor, lo más simple y lo más funcional.

Es más difícil definir lo que NO se poner que lo que se debe poner y, generalmente, en el caso de los sitios de ecommerce, se cae en el muy común error de querer poner todo (y más también), sobre todo, desde un principio.

Los seres humanos tendemos a buscar lo complicado y, muchas veces, no podemos ver lo simple y lo obvio.

Ser simple es complicado, sí, pero vale la pena intentarlo.

Contacto:
Sebastián Moglia Claps, country manager de Shake Again.
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