Por Lucrecia Iruela*

Silicon Valley se encuentra en plena ebullición. Reflexionando sobre este primero mes del año, es evidente que el cambio está más próximo que nunca. Aunque sabemos que se avecinan transformaciones, la magnitud de las mismas aún permanece desconocida.

Los sistemas de inteligencia artificial (IA) se están volviendo parte integral de la vida cotidiana. Mira Murati hace referencia al ecosistema representado por OpenAI, destacando la importancia de asegurarse de que estas máquinas, robots y algoritmos estén alineados con las intenciones y valores humanos.

En el epicentro de la gran marea que no puedo ignorar en estos meses de tantas tormentas en Silicon Valley, palabras como liderazgo, candor, equipos, valores y misión están en la mesa para ser revaluadas con una perspectiva y visión mucho más afianzada.

Es cierto que no todos los humanos tenemos los mismos valores, ni los interpretamos de la misma forma, y mucho menos los ponemos en práctica de forma idéntica. Es más me atrevería a decir que en muchas ocasiones, el mismo valor en la práctica puede parecer diametralmente opuesto. Tampoco tenemos todos los actos y acciones recogidos, tipificados y amparados por las layes. En definitiva la aplicación de la inteligencia artificial de forma completamente ética entendiendo ética de una forma universal, es prácticamente imposible.

La aplicabilidad de IA y sus funcionalidades son infinitas y no somos conscientes ni de su alcance ni de su impacto. En muchos escenarios, nos enteramos posteriormente, como cuando Meta anunció en octubre que habían estado usando fotos de Facebook e Instagram para entrenar su inteligencia artificial.

Estamos completamente desbordados con datos, formas, estrategias sobre la inteligencia artificial. Desde el Silicon Valley las noticias se disparan. La falta de transparencia en los algoritmos y la responsabilidad en caso de errores plantean desafíos éticos. La toma de decisiones automatizada puede carecer de la rendición de cuentas que se espera de las decisiones humanas.

La carrera que intuimos como espectadores, consumidores o usuarios, la corroboramos desde dentro de las empresas. Tanto las corporaciones más grandes de la tecnología como las startups más pequeñas están invirtiendo en la transformación de esta nueva era.

Según Scott Brady, socio fundador de Innovation Endeavors en Palo Alto, CA, todas las empresas deben invertir en inteligencia artificial y buscar formas de ser pioneras en su sector. Durante una clase magistral en Stanford, donde imparte clases en el programa de Estudios del Emprendimiento, aconsejaba buscar maneras de crear nuevos equipos dedicados a la IA para así poder ser pioneros en su industria. La clave está en encontrar e incorporar al mejor talento especializado en IA para que revolucione la empresa desde dentro hacia afuera.

El problema con este enfoque es que las empresas medianas y las startups no solo carecen de los recursos económicos para adquirir talento de punta y ejecutar planes a futuro, sino que tampoco están maduras en sus campos como para poder competir con las grandes tecnológicas que ya llevan años de ventaja. Según esta línea de pensamiento, lo importante es no quedarse atrás para poder consolidarse en el mercado.

Con otra línea de pensamiento, diferente a la anterior, nos invita a reflexionar sobre nuestras empresas el empresario mexicano, CEO de Innovation Lab Silicon Valley y profesor de Stanford, Juan Carlos Velten. Durante la misma clase magistral en Stanford University, nos introdujo a su concepto de encontrar y potenciar los ‘superpoderes’ de la empresa.

En lugar de enfocar la empresa en lo que tiene que cambiar, debemos enfocarnos en lo que no va a cambiar para potenciar ese valor. Tenemos que amplificar las capacidades de la corporación y darle más poder, en lugar de buscar alternativas revolucionarias para competir con las tendencias punteras.

En definitiva, cada empresa debe evaluar la mejor estrategia para enfrentarse a la nueva realidad de cambio, crear un plan y llevarlo a cabo. Las gigantes de la tecnología marcarán el camino y el resto decidirá intentar sobrepasarlas o seguir su estela.

Como siempre digo podemos Do Better. Get Better. Be Better®

Contacto:

*Abogada, Coach ejecutivo, empresaria. Liderazgo visión 360. Silicon Valley advocate. Marshall Goldsmith 100 coaches.
Twitter: lucreciart
LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/lucreciai/

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