Tras la pandemia de Covid-19 y el reordenamiento de las cadenas de proveeduría, México se ha convertido en el sitio más atractivo para que diversas fábricas de todos los sectores productivos se muden al país por su cercanía con el mayor consumidor del mundo: Estados Unidos.

Guanajuato, Querétaro, Aguascalientes y San Luis Potosí, que pertenecen a la zona del Bajío, se han caracterizado por la expansión de las empresas que han decidido invertir para aprovechar la tendencia de relocalización de cadenas productivas.

Al considerar que México está ante la mejor etapa económica de su historia, Kloeckner Metals decidió expandir sus operaciones en el país con la apertura de una nueva planta en Querétaro y con ello atender a la región del Bajío que vive un boom en la industria automotriz con la llegada de nuevas armadoras, así como los anuncios constantes de nuevas inversiones.

Kloeckner Metals Corporation es una filial de Klöckner & Co, uno de los más importantes productores de acero y metales con una fuerte presencia en el mercado siderúrgico en Europa y Estados Unidos.

En entrevista con Forbes México, John Ganem, director ejecutivo de Kloeckner Metals Corporation, consideró que esta nueva inversión, que rondó los 40 millones de dólares, significa una apuesta doble para la compañía pues al tiempo que refuerza su cadena de proveeduría para diversos clientes en el centro del país, ahora también podrá incursionar en el sector automotor que tiene una gran presencia en la región.

Por ejemplo, tan sólo este año, Grupo BMW anunció inversiones por 865 millones de dólares para ampliar su planta automotriz en San Luis Potosí para la fabricación de baterías que serán utilizadas en autos eléctricos.

“Esta inversión se centra específicamente en el sector automotriz. Y claramente hemos visto inversiones masivas en este sector y en esta región en particular. Klockner Metals también es una empresa alemana y muchos de los fabricantes de automóviles alemanes han realizado inversiones muy importantes en México, en la región central”, comentó Ganem.

“Entonces, esto fue realmente una especie de inversión estratégica doble. Primero, queríamos poder expandir nuestra presencia en México para tener más capacidad para satisfacer las necesidades de los clientes de nuestra base principal, pero también nos brinda una puerta de entrada para convertirnos en un proveedor mucho más importante en el sector automotriz, lo cual es clave. Entonces, esta inversión es estratégica, a largo plazo y no sólo en México, sino en todo Norteamérica”.

Lee: Nearshoring impulsará el consumo de acero: en México crecerá más que en Latam

La planta de Kloeckner Metals en Querétaro es la segunda de la compañía en el país, con 84 mil pies cuadrados de extensión, después de Monterrey, en Nuevo León.

Por su ubicación y conectividad con el ramal ferroviario operado por Kansas City Southern de México, es capaz de satisfacer la demanda de acero laminado en frío, galvanizado y recubierto, acero al carbono de ultra alta resistencia, aluminio y acero inoxidable para los sector automotriz y de electrodomésticos, así como de telecomunicaciones y electrónica, en la región central del país y en los estados fronterizos con Estados Unidos.

Parte de la expansión de la compañía hacia el centro de México, se debe, a que Kloeckner Metals ve un aumento de la demanda de acero en el país respecto a otros mercados durante los próximos años, en gran medida por el efecto del nearshoring.

Tan sólo en el primer trimestre de este año, en México se han hecho anuncios de inversiones por alrededor de 13 mil millones de dólares. De acuerdo con un informe de Credit Suisse, entre febrero de 2022 y enero de este año, las inversiones hacia el país ya rondan en más de 19 mil 109 millones de dólares.

“La razón por la que estamos haciendo esta inversión adicional en México se debe, específicamente, al hecho de que vemos a México, desde la perspectiva de la demanda de acero, como uno de los pocos mercados donde realmente esperamos que el crecimiento esté muy por encima de la tendencia durante los próximos años”, añadió Ganem.

“Como proveedor importante de casi todos los segmentos del mercado que consumen acero, queremos asegurarnos de que estamos en posición de ayudar a satisfacer la demanda que vemos materializándose en México. Tenemos relaciones duraderas con muchos de nuestros clientes y, a medida que invierten en México o trasladan la producción de Asia a México, queremos estar en condiciones de administrar esas cadenas de suministro y ayudarlos a satisfacer sus necesidades”.

De acuerdo con la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), se prevé que la demanda de acero en México crezca 2.5% en 2023 y 2.6% en 2024, con lo que sería el país que más se vea beneficiado por esta regionalización.

La previsión para América Latina es que en 2023 crecerá en promedio 1.8% y en 2024, 2.5%, por lo que México tendría un mejor desempeño en el consumo de acero, impulsado por la inversión extranjera directa que llegará en los próximos 24 meses por el nearshoring y reshoring.

México no solo crecerá más que América Latina este año en demanda de acero, también más que el mundo, pues se espera que el aumento a escala global sea de 1.7%.

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