La ’emergencia’ de los emergentes

Las fuertes oscilaciones de precios del mercado cafetalero mundial en los últimos 15 años obedecen a los vaivenes de la bolsa, el cambio climático y las plagas, pero fundamentalmente a la relación oferta-demanda.   Por Óscar Núñez Olivas   Los bajos precios de los últimos meses resultado de una mayor oferta, entre otros factores, han llevado el mercado mundial del café a la más aguda crisis de la presente década. Del auge registrado en 2011, cuando los precios rozaron los 300 dólares por saco de 60 kilos de café arábica, la cotización llegó a su nivel más bajo de 112.4 dólares por saco en diciembre de 2013, según cifras del Intercontinental Exchange (ICE) de Nueva York. “La última fase de baja de precios afectó fuertemente a los productores, que vieron reducida su rentabilidad y capacidad de atender el manejo de los cafetales”, apuntó Elías de Melo, investigador del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza, organismo internacional con sede en Costa Rica. Las fuertes oscilaciones de precios del mercado cafetalero mundial en los últimos 15 años obedecen a los vaivenes de la bolsa, el cambio climático y las plagas, pero fundamentalmente a la relación oferta-demanda. La Organización Internacional de Café registra un comportamiento muy estable de la demanda, que crece a 2.5% anual desde la década pasada, pero la oferta presenta altibajos notables que coinciden con las variaciones de precios. En 2011, la demanda mundial fue de 137 millones de sacos de 60 kilos, mientras que la oferta apenas alcanzó 133.3 millones de sacos. En 2013, la demanda fue de 142 millones de sacos, en tanto que la producción mundial llegó a los 145.2 millones. En medio de la incertidumbre, un haz de luz se prendió para los caficultores latinoamericanos en enero de este año con un repentino aumento en los precios, que se asocia a una sequía que afecta la región de Minas Gerais.