Durante el año 2023, México y Estados Unidos estarán celebrando 200 años de relación bilateral. Con el transcurso del tiempo esta relación ha venido a fortalecer a ambas naciones, trayendo consigo prosperidad y crecimiento económico compartido. La relación comercial con Estados Unidos juega un rol central en la economía mexicana, ya que trae consigo inversiones, empleo, desarrollo y bienestar. Esta relación ha beneficiado a diversos sectores, entre ellos el automotriz.
Uno de los más claros ejemplos de este vínculo tan estrecho fue la consolidación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), donde ambos países se comprometieron con un esquema de regionalización económica incluyendo a Canadá.
Desde la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) estamos seguros de que este tratado brinda oportunidades únicas para México, genera incentivos para la inversión y fomenta la competitividad del país.
El fallo del Panel sobre las Reglas de Origen del sector automotriz en el marco del T-MEC hecho público el 11 de enero del presente año, es de suma importancia para la industria y las relaciones trilaterales, pues no solo da seguridad respecto al tratado, sino que también da certidumbre acerca de la correcta aplicación de sus reglas, dando certeza a las empresas para seguir invirtiendo en el sector automotriz mexicano. Sin embargo, no será sino hasta mediados de febrero que sabremos si Estados Unidos acepta cumplir con la resolución del Panel y cambia su interpretación y criterio de aplicación de la regla de origen, lo cual ha sido tema de negociación entre los gobiernos de ambos países para llegar a un acuerdo a este respecto.
Será importante continuar pendientes con los restantes procesos de consultas y negociaciones que se den en el marco del Tratado. Como sabemos, Canadá y Estados Unidos iniciaron un proceso de Consultas respecto a la polítca del sector energético mexicano y están evaluando la posiblidad de impugnar a México por la reciente prohibición del maíz transgénico.
Hace poco tuve el honor de platicar con el Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar y coincidimos en que entre los temas más importantes en la relación bilateral están la transición a la electromovilidad y la lucha contra el cambio climático.
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Dentro de la lista de prioridades en la relación entre ambos países, también se encuentra el nearshoring. El cual es utilizado por algunas empresas que transfieren parte de sus operaciones a un tercero ubicado incluso en otro país pero cercano. Dicha práctica nos muestra la necesidad de lograr una mayor coordinación y colaboración entre empresas y gobierno a ambos lados de la frontera. El embajador me mencionaba que hay cuidades como Phoenix que están muy interesadas en una mayor colaboración con México para el tema de los semiconductores.
La reciente celebración de la Cumbre de Líderes de América del Norte en México es una prueba más del compromiso entre Estados Unidos, México y Canadá, para formar un frente común que permita un mayor desarrollo y bienestar en la región.
Las oportunidades que nacen a raíz del T-MEC ponen en relieve la importancia de seguir fomentando la regionalización y las inversiones. Desde la AMIA creemos que esto solo será posible con una colaboración estrecha entre el sector privado y el público y el respeto al Estado de Derecho. Solo así lograremos mantener a México como un país atractivo para la inversión.
Estoy cierto que la relación bilateral seguirá fortaleciéndose y que ambos países continuarán beneficiándose de su cercanía geográfica y de las oportunidades que la regionalización trae consigo.
Contacto:
José Zozaya, presidente ejecutivo de la AMIA
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