Por Alejandro Valdez

Recientemente leí una encuesta de WTW, consultora en Recursos Humanos, sobre la repercusión que la pandemia del Covid-19 ha tenido en la salud y el bienestar de los empleados, sobre todo en cuanto al estrés, agotamiento y salud mental ocasionados en parte por el home office, y recordé que justo en abril de este año se deberán presentar los aspectos en seguridad y salud que regulará la Norma Oficial Mexicana (NOM) en materia de teletrabajo, aprobada en diciembre del 2020.

El objetivo de esta NOM, que será obligatoria, es establecer cuáles son las responsabilidades de los empleadores en el ámbito de la salud y seguridad de quienes hacen home office, incluyendo la identificación y gestión de los riesgos laborales de los teletrabajadores en su domicilio.

Trabajar a distancia no solo ha sido un gran reto para los empleados y los líderes de cada equipo, también ha representado problemas de salud, tanto física como mental. Por ejemplo, las molestias musculo esqueléticas se incrementaron por la incomodidad de utilizar mobiliario o equipamiento no adecuado, además de la sensación de sentirse aislados y presionados por no tener contacto con más personas más allá de los integrantes de su familia.

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El estrés por no contar con una buena conexión de internet para realizar el trabajo de manera adecuada, incluyendo video llamadas con el jefe o los compañeros de trabajo, también ha traído consecuencias en la salud del empleado.

Y es justo en este punto donde me gustaría detenerme para reflexionar lo que estas video llamadas, que en ocasiones pueden repetirse hasta tres o cuatro veces al día, pueden ocasionar al oído por el uso frecuente de audífonos, que la mayoría de las personas utiliza como recurso para enfocar aún más su atención y así no distraerse con ruidos externos.

Como sabemos, el trabajo a distancia evidenció muchas cosas, pero, sobre todo, puso el tema de la audición sobre la mesa, porque la gente comenzó a utilizar aún más audífonos, y está demostrado que a la larga éstos pueden dañar los oídos severamente si se usan en volumen alto y por tiempo prolongado (de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el máximo volumen recomendado al usar audífonos es de 85 dB y por no más de ocho horas al día).

Usar audífonos constantemente pude ocasionar pérdida auditiva precoz y otros problemas, como acúfenos o tinnitus, éste último es un padecimiento que se manifiesta con zumbidos o ruidos en uno o en ambos oídos, sin que haya un origen aparente o una fuente externa que los genere.

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En su informe anual sobre el Día Mundial de la Audición, que se conmemoró el 3 de marzo, la Organización Mundial de la Salud alertó que aproximadamente el 50% de la población de entre 12 y 35 años, es decir, 1,100 millones de jóvenes, corren el riesgo de disminuir su capacidad de oír como consecuencia de una exposición prolongada y excesiva a sonidos fuertes, como escuchar música en los dispositivos de audio personales.

La NOM del teletrabajo prevé incluir también el límite de horas que los empleados pueden utilizar audífonos.  

Pero, mientras tanto, ¿qué podemos hacer para no dañar nuestros oídos por el uso excesivo de audífonos y también así cuidar a nuestros equipos de trabajo?

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  • Primero que nada, elegir los audífonos más adecuados. Los profesionales en audición recomiendan los externos que cubren completamente la oreja
  • Reducir el volumen a no más de 85 dB y por no más de ocho horas al día
  • Limitar la exposición al ruido. Por ejemplo, descansando unos minutos cada hora
  • Tomar las videollamadas en un espacio donde podamos estar tranquilos, y sin ruido ambiental
  • Dejar de usar los audífonos mientras no sea necesario
  • Limpiar los audífonos frecuentemente. Ya sean externos o de inserción, es muy importante mantenerlos limpios, para así evitar infecciones posteriores en el oído

Estas recomendaciones pueden ser de mucha ayuda, pero, sobre todo, mantengámonos alerta de los focos rojos que nos pueden estar avisando que estamos perdiendo la audición; por ejemplo, si hablamos muy fuerte en una videollamada porque creemos que no nos escuchan, le subimos de más el volumen a los aparatos electrónicos, o si nos perdemos en las conversaciones porque no alcanzamos a entender ciertas palabras.

Recordemos que la salud auditiva en el trabajo, la casa o los amigos, es nuestro enlace con el exterior.

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Alejandro Valdez, director de Starkey México*

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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