Por: Fernanda Zenizo*  

Situaciones extraordinarias, como la contingencia sanitaria que se vive a nivel nacional e internacional, referente al Coronavirus (COVID-19), ha puesto a prueba los mecanismos que las empresas han desarrollado para afrontar este tipo de coyunturas en sus diferentes áreas y garantizar su operación.

A pesar de todo, el punto crítico en el que nos encontramos representa para las organizaciones una oportunidad para acelerar el cambio y alinear procesos operativos clave hacia la transformación digital, que les permitan, no solo sortear la actual situación, sino definir nuevas reglas y lineamientos para mejorar su estrategia de ahora en adelante.

Aunque las empresas saben que la transformación digital causará disrupciones en los modelos de negocios, la mayoría de ellas, y México no es la excepción, todavía tienen una concepción tradicional de lo digital y la relacionan únicamente como una diferencia de tecnología sobre la transformación tradicional con ingeniería de procesos e inclusive la suponen como una seria amenaza.

De acuerdo con PwC en su estudio Digital IQ publicado este año, sólo el 25% del personal en las empresas mexicanas tiene conocimiento del internet de las cosas y la digitalización del capital humano “es una tarea pendiente de las organizaciones, implementar las tecnologías necesarias y desarrollar su estrategia.” Esta implementación les permitirá dar una respuesta eficaz a situaciones emergentes, así como ser más competitivos y productivos en un entorno económico que evoluciona rápidamente.

Avanzar a medida que la tecnología también lo hace, incrementará las capacidades digitales de sus procesos, productos y activos; mejorando su eficiencia, lo que resultará en valor agregado para sus clientes, disminución de riesgo y nuevas oportunidades de generación de negocios e ingresos.

La transformación digital es indispensable para cualquier empresa u organización, con o sin fines de lucro que busque sobrevivir en el futuro. Especialmente en estos momentos en los que la tecnología hace que, ante esta emergencia mundial, muchas empresas puedan seguir operando.

La disrupción digital no es excluyente del capital humano en las organizaciones, al contrario. Para afrontar los desafíos que impone el ámbito laboral actual respecto a situaciones extraordinarias, se requiere de herramientas tecnológicas innovadoras que gestionen de manera integral el recurso humano de las empresas haciéndolas más productivas y enfocando, con mejores directrices, los objetivos del negocio a través de evaluaciones y generación de propuestas que favorezcan a la organización. Logrando así, la transformación del área de Recursos Humanos en las empresas hacia la estrategia del negocio.

Para una adopción exitosa de la transformación digital en las empresas, el proceso de aprendizaje digital del recurso humano tiene que estar soportado por una comunicación de la estrategia digital, alineada a la visión y objetivos de la compañía, hacia todos los miembros de la organización; conducir a toda la fuerza laboral a un rápido entendimiento de lo digital; y conseguir el apoyo de expertos que ayuden a los colaboradores a su rápida aceptación y utilización.

Los beneficios que brindan herramientas con base en la transformación digital son fundamentales, ya que permiten dar continuidad a todos los procesos que se generen ante cualquier situación emergente y crear estrategias de optimización de los mismos recursos.

La forma de trabajo y educación cambiará radicalmente en los siguientes meses. Y aunque hay procesos productivos que no pueden ser portables, si hay muchos que, nos permitirán aprovechar oportunidades que apoyen a las empresas y a su gente, a sortear de manera exitosa situaciones extraordinarias.

  Contacto:  

Fernanda Zenizo, directora General de Intelab. Actualmente es Vicepresidente de Gestión de Comités Técnicos en el IMEF. Experta en temas de anticorrupción, prevención de fraudes y automatización de procesos de recursos humanos, entre otros. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por parte de la Universidad del Valle de México.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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