Se acaba de publicar el Índice de Paz Global. México sale en el lugar 148 de un total de 163 países. Los países más pacíficos, en verde, son: Islandia (1), Nueva Zelanda (2), Austria (3), Portugal (4) y Dinamarca (5). Llama la atención el caso de Portugal, un país que tenía graves problemas de consumo de drogas y que, al reformar su política, logró reducir daños. Hoy se coloca entre los países más pacíficos y, sobre todo, entre los que toman mejores decisiones. Los países más violentos, del mundo, en rojo, son: Somalia (159), Irak (160), Sudán del Sur (161), Afganistán (162) y Siria (163). En Latinoamérica, los mejor evaluados son Chile (28) y Uruguay (65), y los peor evaluados, en naranja, además de México, Venezuela (143) y Colombia (145). Venezuela es un caso especial, pero Colombia y México son los dos países más obedientes en la infame guerra contra las drogas; ambos siguen fiel y fatalmente lo que les indica la DEA. Estados Unidos, por cierto, se ubica en el lugar 121 (amarillo a punto de pasar a naranja). El Índice de Paz es un indicador compuesto, muy interesante y no fácil de digerir pues toma en cuenta muchas variables, tanto las de paz negativa (ausencia de indicadores de violencia y gasto en seguridad) como los de paz positiva (lo que contribuye a la paz de un país). Los factores positivos para la paz son interesantes: Gobierno eficaz, distribución equitativa de los recursos, flujo libre de la información, buena relación con los vecinos, niveles altos de capital humano (educación), aceptación de los derechos de otros, niveles bajos de corrupción y ambiente favorable para los negocios. Hay una gran falla en el Índice, la regulación de drogas no se menciona en ninguna parte como factor de paz, quizá porque muy pocos países la tienen, quizá por ignorancia, pero es claro que los países que toman más malas decisiones en este tema se ubican hacia abajo en la tabla, y los que mejores decisiones toman, se ubican en los verdes. Si México regulara hoy, cuando menos el cultivo de la amapola con fines médicos, siguiendo el ejemplo de Turquía, India, España o Francia; y si regulara la marihuana recreativa y más allá, la industria del cáñamo, subiría radicalmente su posición en la tabla por varias razones. Tendría menos plata y menos plomo, menos ejecuciones de crimen organizado (80% menos), menos corrupción, menos gasto en ejército y policías, más gasto disponible para los programas sociales y la educación, un gobierno más eficaz, mejor flujo de información, mejores relaciones con sus vecinos, mayor aceptación de los derechos de otros y quizá hasta un ambiente más favorable para los negocios. Un Estado de Derecho más sólido. México, si quisiera, incluso podría ser pionero en regulación, y punta de lanza en negocios relacionados con estas dos sustancias. El Índice de Paz tiene que ver fundamentalmente con esto. Pero México se enterca y sigue tomando malas decisiones. Vemos candidatos que evaden el tema, una población ignorante y temerosa que no acepta soluciones e incluso agentes de gobierno que –como perros falderos de la DEA- insisten en hacer la guerra, no la paz. El 13 de junio se ganó el tercer amparo a favor del cultivo y consumo de la marihuana recreativa, es una labor magnífica de México Unido Contra la Delincuencia. Dos amparos más y se habrá conseguido, por jurisprudencia, lo que no se ha podido por legislación: la regulación de la marihuana. Sin embargo, me entero de que hay un equipo de funcionarios de EPN que insiste en obstaculizar este proceso judicial, quizá sean narco-políticos, quizá sean agentes de la DEA…  Definitivamente, no son mexicanos a favor de la paz de México.   Contacto: Twitter: @semaforodelito Facebook: Semáforo Delictivo Páginas web: Semáforo Delictivo / Semáforo Delictivo en México Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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