Por Ricardo Bucio* ¡Queremos ser parte de un cambio! ¡Queremos seguir estudiando! ¡Queremos seguir vivos! ¡Los adolescentes sí vivimos la violencia, pero también hacemos cosas por la paz! Voces de adolescentes que podemos escuchar en nuestras familias, escuelas y comunidades… ¿pero las escuchamos? Estas preguntas estaban en el aire durante el “Encuentro Nacional de Secretarías Ejecutivas de los Sistemas de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes: presente y futuro de sus derechos” celebrado el 27 y 28 de septiembre en Ciudad de México. Afortunadamente, el Encuentro también fue foro de diálogo donde escuchamos respuestas con sus propias palabras. Fue un diálogo entre Cindy, Jesús, Gilberto, Yaneli, Uvence y Kimbery con Gabriela Warkentin y Javier Solórzano. Ellas y ellos tienen un promedio de edad de 17 años y participan en las Redes Juveniles de México y Centroamérica. En un ambiente relajado hablaron de su relación con medios de comunicación, tecnologías y redes sociales. Perfilaron problemas que incluyen, claro, distintas violencias que les aquejan. No es para menos. Unicef reporta que 6 de cada 10 niños han sufrido un método violento de corrección en su casa; 1 de cada 15 ha sido blanco de castigos físicos severos como bofetadas, jalones de orejas o golpes… sólo en el ámbito familiar. Y esta realidad trasciende a los medios y a las redes, pero no lo percibimos. Por eso piensan que redes y TV exhiben mucho contenido de violencia que no les ayuda en nada: memes y nota roja. En redes más hay facilidad para dañar psicológicamente, en especial a las mujeres. Aconsejan hablar entre ellas de lo que les sucede. Demandan que las autoridades reconozcan que si viven la violencia, que esperan los resultados de las acciones. Exigen que los medios no sólo informen lo que sucedió sino también lo que se puede hacer: que si realizan acciones para la paz. Para eso sí se sirven de las redes sociales. Ante estas situaciones, se requiere que la adolescencia participe activamente en la conformación de las políticas públicas que les atañen, en especial las del combate a la violencia tanto la de las calles como la que aparece en medios y redes. Por ello, la Alianza Global para poner fin a la violencia contra la niñez, de Naciones Unidas, de la que México forma parte, tiene mecanismos de participación para las y los adolescentes. En los Sistemas de Protección Integral nacional, estatales y municipales captamos sus voces y respuestas para incorporar sus soluciones y su trabajo comunitario en favor de sus pares. Saben cómo motivarse entre ellas y ellos cuando los mensajes adultos fracasan, conocen su lenguaje, sus tiempos, sus aspiraciones. Si sumamos sus voces a las de los expertos, academia, organizaciones de sociedad civil que trabajan en campo, pueden perfilarse acciones efectivas que cambien a positivo su vida diaria. Si alguien conoce bien a un adolescente es otro adolescente: el mejor experto en sí mismo. *Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes.   Contacto: Twitter: @ricardobucio Página Web: gob.mx/sipinna Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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