Por Helga Knoderer* Mucho se habla sobre “trabajar en tu marca personal”. Independientemente de que se escucha bonito, y está de moda el concepto, realmente todos deberíamos de trabajar para mejorar nuestra marca personal, y capitalizarla. Empecemos por definir que una marca personal es lo que le viene a la mente a la gente, cuando se menciona tu nombre; para bien o para mal. No es lo que dices que eres, sino lo que todos los demás perciben que eres. (Tom Peters, The Brand Called You). Percepción es realidad. “La marca es una promesa del valor que recibirás”. Por ello, la percepción está ligada íntimamente a una experiencia, tan sencilla como una respuesta a un e-mail, un tweet o el trato diario. Considera también que, gracias a las redes sociales, las marcas personales digitales tomaron mucha importancia, y se democratizaron, al quedar al alcance de prácticamente todos. Lo que publicas, lo que compartes, lo que opinas, hasta tu foto de perfil en redes sociales… son parte de tu marca. Lo importante es darnos cuenta que cada uno de nosotros somos el CEO de nuestra propia marca. Nosotros tenemos el poder y la decisión para establecer el rumbo a seguir de nuestra marca personal, o cambiarlo. Para las marcas personales, al igual que las marcas empresariales, hay distintas estrategias. Por ejemplo, hay marcas que tienen una opinión clara, otras que tienen una identidad, voz y estilo determinado, están asociadas a personas o temas específicos, otras que interactúan menos, pero que cuando hablan, todos se callan para escucharlas. Las marcas personales te pueden facilitar o entorpecer a la hora de hacer negocios o crecer tu carrera, y por ello la importancia de:
  • Planearlas.
  • Gestionarlas.
  • Evolucionarlas.
Sin importar si eres emprendedor o ejecutivo, desarrollar tu marca personal es crucial para el desarrollo de tu negocio o carrera. Básicos para una marca personal
  • Define quién quieres ser.
  • Mantente fiel a quién eres, a tu esencia, a tu pasión. Difícilmente podemos reflejar algo que no somos. Cada uno tenemos atributos que nos hacen únicos. Articula máximo tres cosas por las que quieras ser conocido (cuando se diga tu nombre, ¿con qué quieres que se te asocie?).
  • Identifica qué te define y diferencia a nivel de valores, qué haces mejor/diferente, qué ofreces.
  • Decide el rumbo
  • Cada marca tiene una personalidad. Establece el mensaje que quieres mandar y el tono. (Textualmente: escribe una intro sobre ti, con máximo tres enunciados simples).
  • Ten claras las implicaciones para que la experiencia con tu marca sea consistente (cómo: te ves, escuchas, escribes, manejas el poder y la influencia, trabajas con los demás, cuándo y sobre qué, te capacitas, opinas, involucras, etc.)
  • Da a conocer tu marca de forma consistente en cada oportunidad: con el tipo y forma de tus comentarios en una junta de trabajo, con tu participación en ciertos proyectos.
  • Medición y ajuste. Lo que no se mide, no se mejora.
Recomendaciones:
  • Da pequeños pasos.
  • El progreso y el impacto se ven en el tiempo.
  • Acéptate como una marca. Hazte consciente de tu propia marca personal y de los ajustes que necesitas hacer.
  • Recuerda que todos somos ventas, y que en todo momento estamos vendiendo: credibilidad, habilidades, capacidades.
  • Utiliza fotos profesionales en cualquier perfil relacionado a tu trabajo (LinkedIn, WhatsApp, Bios).
  • Se consistente, y mantente fiel a tu esencia.
  • Finalmente, piensa que tú eres el mejor comercial de ti mismo.
*Helga Knoderer es consultora en comunicación estratégica e imagen ejecutiva   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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