Por Carlos E. Palencia Escalante Escenarios divergentes se observan en el mundo y, por supuesto, en América Latina y el Caribe. Cambios en gobiernos como Brasil, El Salvador y México; diferencias internas en Argentina, Nicaragua y Venezuela; dinamismo en Panamá y República Dominicana. Y entre tantas discordancias se marcará el crecimiento (o no) de la economía. Si en el año pasado predominó la política electoral, por los procesos presidenciales que tuvieron varios países de la región, en este año predominarán los grandes retos de crecimiento, endeudamiento, gasto público, reformas (o contrarreformas como se ve en México) y la creciente informalidad que viven los países latinoamericanos. Además, hay gran expectativa sobre el rumbo que tomarán los nuevos gobiernos de tres gigantes latinoamericanos: Brasil, Colombia y México. La pregunta obligada es ¿Se espera crecimiento? La interrogante porque el mundo crecerá menos y todo apunta a que no tarda en presentarse una desaceleración. Por lo pronto el Fondo Monetario Internacional recortó sus previsiones para la economía global; pasó de 3.5% para 2019, y a 3.6% en 2020, es decir, 0.2 y 0.1 menos de lo pronosticado meses antes. El Banco Mundial, por su parte, proyectó que Latinoamérica crecerá 1.7% en 2019, después de que el año pasado la expansión fue débil, estimado en 0.6%. Ahora el crecimiento regional para 2020 lo estima en 2.4% y de 2.5% para 2021, debido a un mejor consumo privado. Por su parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) pronosticó que la región crezca no más de 1.8% este año. Más aún, señala que para el 2019 lejos de disminuir, las incertidumbres económicas serán mayores y provenientes de distintos frentes; uno de ellos es la reducción en la dinámica de crecimiento de los países desarrollados. Otro factor es el debilitamiento estructural del comercio internacional, agravado por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y, recientemente, por los cuestionamientos al gobierno venezolano, país cuyo PIB tendría una contracción de hasta el 10%. Respecto a ese país, el Banco Mundial menciona que el colapso económico se ha profundizado y no hay indicios de que la redenominación de la moneda tuviera un mayor impacto en la hiperinflación: la inflación se encuentra por encima del millón por ciento, si, leyó bien, un millón por ciento han subido los precios. Aunque no señalado por la Cepal, pero si por el Banco Mundial, un tercer factor de preocupación regional es la deuda pública existente en las naciones latinoamericanas. En porcentajes del PIB, es elevado: Venezuela (80.9%), Argentina (80.0%), Brasil (78.0%), El Salvador (76.3%), Uruguay (60.6%), Nicaragua (52.5%), Costa Rica (52.4%), Bolivia (51.6%), Colombia (48.1%), Ecuador (46.4%) y México (45.3%). Elemento adicional que influye en el crecimiento de América Latina y el Caribe, es el financiamiento. Para que no sigan disminuyendo los flujos a los países latinoamericanos, más de una nación deberá reducir sus niveles de riesgo soberano (a cargo de las calificadoras internacionales) y evitar que sus monedas se deprecien frente al dólar. Particularmente, estos dos últimos puntos han de cuidarse por México, porque en menos de ochenta días del nuevo gobierno, ha realizado acciones y lanzado propuestas que de inmediato provocaron revisiones a la baja en la calificación de su empresa petrolera y de ahí contaminar la valoración de toda su economía. Si en los años 2019 y 2020 se solventan -o cuando menos no recrudecen los puntos mencionados- el crecimiento de América Latina y el Caribe puede modestamente mejorar en el año 2021; aunque no deberá minimizarse que habrá riesgos por el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, así como de que no se registren mayores tensiones comerciales entre las grandes economías del mundo. Pero volvamos al año 2019. En las nuevas estimaciones Perú y Colombia no sufren modificaciones; México, Brasil, Ecuador, Uruguay, Venezuela, Argentina y Paraguay bajaron sus previsiones. Sudamérica subirá 1,4%; Centroamérica crecerá 3,4% y la región del Caribe crecerá 4%. A nivel país, en las proyecciones Bolivia crecería 4.3%; Paraguay, con 3.9% y Perú, con 3.8%. Chile, Colombia y Brasil siguen en la lista con crecimientos previstos en 3.5 %, 3.3% y 2.2%, respectivamente. Se estima que Uruguay suba 2.1%; Ecuador avanzará 0.7%. Argentina, país con importante peso regional, decrecería (-)1.7%. Finalmente, para sorpresa de muchos, aún con cambio de gobierno México se estima solamente crezca entre 1.4 y 1.9%. Para terminar, al inicio mencionaba República Dominicana; pues bien, se pronostica registre 5.6% de crecimiento este año, apenas por debajo de la buena dinámica que está registrando Panamá, que con un crecimiento de 5.7% encabezará la dinámica latinoamericana. *Economista, Socio Director de CEO Consultoría Estratégica & Outsourcing.   Contacto: Correo: [email protected] Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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