El ex banquero central está de regreso en el ambiente financiero y su atención se centra en el sector energético, que con la Fibra E promete un cambio de paradigma en el panorama bursátil. En entrevista conversa sobre los planes de su nuevo “emprendimiento”, su labor como presidente de la casa de bolsa BTG Pactual.   El mismo día en que Banorte anunciaba la salida de Gui­llermo Ortiz de su Consejo Asesor, el ex banquero central mexicano conversaba con Forbes sobre su próximo gran proyecto: será el nuevo presidente del brazo mexicano del banco de inversión BTG Pactual, a partir de enero de 2016. “En pocos años, BTG se ha colo­cado como un líder mundial en banca de inversión. Su presencia en América Latina es muy importante, pero tiene una huella en más de 20 países y ahora la estrategia en México es crecer. Es una gran oportunidad por­que se trata de un banco latinoameri­cano con potencial para competir con las principales firmas a nivel global”, dice en una entrevista realizada en uno de los hoteles más exclusivos de la Ciudad de México. Ortiz se nota cómodo, domina cada tema relacionado con su nuevo “emprendimiento”. La historia con el banco de inversión brasileño, platica, es sencilla: lo buscaron hace tiempo. Y en el último año ha estado viajando a Brasil para conocer las claves de la estrategia global. El banquero explica que su participación dentro de BTG consistirá en su puesto ejecuti­vo como presidente para Mé­xico y en un partnership que le permite comprar acciones de la institución; asimismo, ocupará un asiento como parte del Consejo Global de Administración. Esta nueva incursión es el siguiente paso, después de que se desempeñara como presidente del Consejo de Administración de Grupo Financiero Banorte, de mar­zo de 2011 a diciembre de 2014. A partir del 31 de diciembre de 2015, el también ex gobernador del Banco de México y ex secretario de Hacienda, dejará de formar parte del Consejo Asesor de la institución. Pero, ¿qué es lo que más le emo­ciona a Guillermo Ortiz sobre su nueva aventura financiera? En principio, dice, hay facto­res que confluyen para un buen desarrollo de BTG Pactual en el país. La firma se ha consolidado como el banco de inversión más grande de la región y expande su presencia global. De hecho, recientemente anunció la adqui­sición de BSI, uno de los bancos de inversión con mayor tradición en Suiza, especializado en banca privada y wealth management. La adquisición creó un grupo con acti­vos bajo administración con valor de 186,000 millones de dólares (mdd) y 5,400 empleados en 29 países, según indica BTG en un comunicado. A Ortiz le entusiasma la idea de que esta casa de bolsa, que inició operaciones en México apenas en marzo de 2014, acompañe a nuevas emisoras en colocaciones que ayu­den a desarrollar el mercado bursátil nacional. Sin embargo, uno de los temas que el ejecutivo ve con más optimismo son las inversiones en energía. “El sector energético ofrece enormes oportunidades de inver­sión, hay nuevas clases de activos y lo más importante es que los in­versionistas institucionales tendrán acceso al fondeo de obras de grandes compañías como Pemex y CFE, esto implica que todos los trabajadores que tengan una Afore podrán inver­tir en el sector energético, algo que no había ocurrido antes”, dice. Pese a que la institución recién ingresó al grupo de casas de bolsa que operan en México, ya debe lidiar con el escándalo luego de que André Esteves, presidente ejecutivo y accionista controlador de BTG Pactual SA, la mayor entidad de su tipo en América Latina, fuera arrestado en su casa en Río de Janeiro y trasladado a las oficinas de la Policía Federal la semana pasada. El ejecutivo se consideró sospechoso de obstrucción en el marco de la pesquisa por corrupción al interior de la petrolera estatal Petrobras. Luego de la detención, BTG Pactual se limitó a anunciar el nombramiento de Persio Arida como CEO interino. Arida actualmente es miembro de la Junta Directiva de BTG Pactual; previamente fue Gobernador del Banco Central de Brasil y presidente del Banco Nacional de Desarrollo del mismo país.   Fibra E, la apuesta La Fibra E es uno de los temas que Ortiz toca al hablar de esos “nuevos activos”. Este instrumento permitirá generar fideicomisos de inversión en proyectos de energía e infraestructura. Los analistas prevén que las primeras operaciones con este modelo se concretarán durante el primer trimestre de 2016. Esta nueva herramienta de fon­deo a proyectos en operación cons­tituye una oportunidad de inversión que podría generar movimientos considerables en el sector bursátil. La consultora Ernst & Young prevé que estas herramientas podrían alcanzar 70,000 mdd en inversión en 2020. Las reglas de operación de la Fibra E establecen que el fiduciario, encargado de la administración financiera, deberá ser una entidad establecida en México, ya sea un banco o una casa de bolsa. Ante la pregunta expresa de si BTG buscaría operar este meca­nismo, Ortiz sonríe: “Las reglas de operación recién se publicaron; las instituciones financieras deberán examinar las oportunidades. Sin duda es una oportunidad valiosa para el sector financiero. Estamos frente a un instrumento que va a abrir camino para generar nuevas clases de activos, es algo muy nove­doso y claro que hay interés”. Las casas de bolsa son jugado­res clave para la conformación de este mecanismo. Damian Fraser, encargado de la operación de UBS en México, declara a Forbes que la compañía trabaja ya con varios posibles inversionistas en las nuevas fibras. “Esta Fibra es un instrumento muy importante. UBS y otros bancos estamos trabajando en esto [en la Fibra], porque creemos que va a generar mucho valor, que va ayudar al país a mejorar su crecimiento, ayudará a que la reforma energética arroje resultados completos entre 2016 y 2018”, señala. Miguel Ángel del Barrio, líder en servicios de Fibras en México de Deloitte, explica que pueden ser varias las instituciones que se vean favorecidas, pues se prevé que no se trate de una única fibra. “Veremos tantos fiduciarios, como Fibras E en el mercado; es muy probable que, al principio, veamos Fibras E especia­lizadas en proyectos de un mismo sector, como carreteras o gasoduc­tos, por ejemplo; eventualmente ve­remos herramientas más complejas que agrupen proyectos de diferentes sectores. Para los grupos financieros, la mayor ganancia será la experien­cia como Fiduciarios, aunque hay un gran reto en materia de cumplimien­to y transparencia”, expone. Ortiz afirma que la apertura que se ha generado con la reforma ener­gética beneficia la creación de estos mecanismos de inversión, incluso ante un escenario de bajos precios del petróleo: “Es cierto que los precios del petróleo no están en niveles fa­vorables para las economías produc­toras, pero hablamos de que habrá proyectos de muy largo plazo, además de proyectos relacionados con gas y otro tipo de generación de energía”. Al respecto, Gabriela Siller, direc­tora de Análisis de Banco Base, ase­gura que la caída en el precio puede pasar a un segundo término ante la ingeniería que implicará el meca­nismo y su influencia en el sector bursátil. “Hablamos de que la Fibra E implica proyectos ya en operación, es muy probable que el precio del petróleo no afecte, pues tenemos el ejemplo de las fibras inmobiliarias, que les fue muy bien en un momento donde las principales constructoras tenían dificultades”, explica. La Fibra E tiene su antecedente en un instrumento denominado MLPs (master limited partner­ships), colocado en el mercado norteamericano desde 1981, que representa una capitalización en el mercado estadounidense de 511,000 mdd al 31 de diciembre de 2014. Esta inversión ha permitido el financiamiento de 75% de la infraestructura desarrollada en Estados Unidos desde hace 30 años, según indica el Índice Alerian MLP.   ¿Un banco en el futuro de BTG? Además del sector energético, BTG buscará desarrollar su área de opera­ciones de trading, banca de inversión y manejo de activos. BTG Pactual nació en Brasil en 1983, pero su historia en México se remonta a octubre de 2013, cuando obtuvo el permiso de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) para conformarse como casa de bolsa. En marzo de 2014 inició operaciones. Entre agosto de 2014 y agosto de 2015, los activos de la firma pasaron de 60 a 295 millones de pesos (mdp), según información del regulador. Se trata de una firma que aún es pequeña, pero que apuesta a generar un rápido crecimiento. De acuerdo con datos de la Aso­ciación Mexicana de Intermediarios Bursátiles (AMIB), en el país operan 34 casas de bolsa, que en conjunto custodian valores de clientes por 6.8 billones de pesos, equivalentes al 40.9% del PIB nacional. Guillermo Ortiz explica que, por ahora, la figura de casa de bolsa resul­ta suficiente para los planes de creci­miento de la institución; sin embargo, no descarta que la institución pudiera tener una licencia de banca múltiple en el futuro.   Optimismo ante la economía Es inevitable que en una charla con el ex gobernador del Banco de Mé­xico no salga a colación su opinión sobre el entorno económico. “Es mo­mento de asumir que no saldremos de un mundo donde las tasas de los bancos centrales son bajas”, afirma. Guillermo Ortiz considera que la economía global aún atraviesa los estragos de la gran crisis financiera de 2008 y 2009, lo cual ha generado que la política monetaria no sea con­vencional, pues la tasa de referencia de la Reserva Federal estadouniden­se se mantiene en mínimos históri­cos, con el objetivo de dar oxígeno a la economía. “No hay una opinión que yo pueda emitir sobre el manejo de la política monetaria del Banco de México que sea distinta a la postura de que ha sido excelente”, dice. Explica que una muestra de este buen manejo puede verse en una inflación en mínimos históricos y un sector financiero estable en el país. Como ejemplo, cita el avance que hay en ventas automotrices, que en septiembre alcanzaron un crecimiento histórico de 25% con ventas superiores a 900,000 unidades, el avance más grande en los últimos 15 años. Por otro lado, Guillermo Ortiz habla del consumo, pues las ventas comparables de las cadenas de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) crecieron a un ritmo anual de 8% en septiembre, su mayor avance en tres años. “Hay una discrepancia entre cómo los indicadores arrojan el ritmo de crecimiento y cómo las em­presas perciben el crecimiento. Hay motivos para tener optimismo en lo que viene para el futuro.”   Con información de Roberto Arteaga Guillermo_Ortiz-3_foto_buena

Guillermo Ortiz. (Foto: Julio César Hernández).

 

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