- Mejora en la relación con Latam a través de su relación con México.
- Seguridad en la frontera (México absorbe un gasto enorme para proteger la frontera y detener un porcentaje importante de migrantes y de droga con destino a EU).
- Estabilidad política y económica en la región Norte.
- México representa el principal comprador de maíz de EU, mucho que perder en esa industria americana si México le comprara este producto a Brasil.
México, la voz de Latam; NAFTA su micrófono
La desaparición del Tratado podría generar condiciones apocalípticas en términos de los más emocionales o retrogradas-proteccionistas para los más racionales.
Como les platicaba en la columna anterior, la primera semana de noviembre estuve en Ottawa, Canadá, porque formé parte de la reunión anual 2017 de la Comisión Trilateral en su sección de Norte América (México, EU y Canadá). Como se podrán imaginar, el tema que gobernó ese evento fue la renegociación del NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte, por sus siglas en inglés) y cómo percibe cada uno de estos tres países la situación por la que estamos pasando.
Más allá de las múltiples notas periodísticas que reportan el avance en las negociaciones del Tratado per se, las discusiones en las que estuve involucrado me ayudaron a abrir la mente y a valorar el efecto que este acuerdo bilateral ha tenido en México en las últimas tres décadas.
El TLCAN no es solamente un tratado comercial con el cual se reducen las tarifas arancelarias entre México, EU y Canadá. Pensarlo así es minimizar su impacto y sería como creer que la virgen de Guadalupe es simplemente una imagen de la virgen María tropicalizada; o que El Tri es un equipo deportivo que representa a México en un deporte de conjunto que involucra llevar una pelota de 70 cm. de circunferencia de un lado a otro.
No es así. La virgen de Guadalupe es el símbolo máximo de esperanza del mexicano, es un símbolo de unidad y respeto total. El Tri, casi como la virgen, es la pasión desbordada que representa la máxima posibilidad de éxito de México en el deporte más bonito del mundo, el futbol. Es el anhelo del quinto partido que provoca, cada fin de semana, la devoción por los 11 que en la cancha representan a 120 millones. Así pues, el TLCAN entra en esta categoría de símbolos y mecanismos de unidad social en México.
El TLCAN permitió la apertura de la economía mexicana, que a su vez consiguió crecimientos sostenidos y mayores a los que muchos han presentado como argumento para regresar al proteccionismo y mecanismos de economías cerradas. Además de la apertura de nuestra economía, el TLCAN soporta el “rule of law” o estado de derecho de un país con instituciones débiles que sufren el cáncer de la corrupción.
El Tratado posiciona a México como un país atractivo para recibir inversión extranjera, ya que responde a las reglas establecidas por la OMC (Organización Mundial de Comercio, WTO por sus siglas inglés), lo cual ofrece certeza jurídica en los contratos o acuerdos que se realicen entre mexicanos y extranjeros.
Estos dos puntos (apertura y certeza) son fundamentales para seguir creciendo y mejorando como país. Perder estos atributos por la desaparición del TLCAN sería gravísimo y, eventualmente, nos regresaría a la calidad de vida que como mexicanos teníamos en la década de los 80’s.
En ese orden de ideas, el TLCAN también ha servido como un amplificador de la voz de México hacia Latinoamérica, donde países como Chile, Argentina y Brasil desearían gozar de los beneficios de ser socios y vecinos de EU y Canadá. Pero no solo eso, el TLCAN y la apertura económica derivada de este tratado, ha disminuido (y en algunos casos eliminado) la animadversión de ciertos sectores de la sociedad mexicana hacia nuestros vecinos, “los gringos”. Este efecto no es menor, ya que habla de la creación de lazos de confianza y empatía entre las partes. Además, logró humanizar la cara de los americanos y sofisticó la imagen de los mexicanos ante el resto de Latinoamérica.
Son muchas las cosas que se perderían de no poderse lograr nuevos acuerdos ante la insistente (e irracional) presión ejercida por la administración actual en la Casa Blanca, en específico de Trump, que parece no entender que el déficit comercial ante México tendría que ser evaluado con una lupa más grande que incluya todos los beneficios adicionales que recibe EU gracias a la buena sociedad que ha mantenido con su vecino del Sur, México.
Por listar algunos: