El especial de comedia en portugués de 46 minutos, llamado “La primera tentación de Cristo”, generó el mes pasado una cantidad de reclamos a través de millones de firmas que pedían su eliminación del gigante del streaming. Una petición de Change.org tiene 2.3 millones de firmas y otra del grupo conservador CitizenGo tiene 1.4 millones de firmas. El juez, Benedicto Abicair, tomó la decisión después de que un grupo católico conservador en Río de Janeiro presentó una queja legal, según The Washington Post. El fallo es temporal hasta que un tribunal superior emita un fallo final, informó la BBC. “Las consecuencias de la difusión y exhibición de la ‘producción artística’ … son más propensas a causar daños más graves e irreparables, que su suspensión”, escribió Abicair en su fallo. Netflix dijo en un comunicado: “Apoyamos firmemente la expresión artística y lucharemos para defender este importante principio, que llega al corazón de la gran narración”. La compañía no recibió una notificación oficial de la orden, pero presentó una queja ante la Corte Suprema de Brasil basada en el derecho a la libertad de expresión, según The Hollywood Reporter. Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, Jair Bolsonaro, llamó a la producción “basura” en Twitter, según la BBC. Dijo que el grupo de comedia brasileño de YouTube que lo hizo, Porta dos Fundos, “no representa a la sociedad brasileña”. Porta dos Fundos ha hecho especiales de comedia similares durante décadas y Netflix tiene una participación en el grupo junto con Viacom. El cuartel general del grupo en Río fue atacado con dos bombas de gasolina el 24 de diciembre (tres semanas después del estreno del especial), causando un incendio que fue apagado por un guardia de seguridad. Nadie resultó herido en el ataque, aunque Porta dos Fundos dijo en un comunicado que “puso en peligro varias vidas inocentes en la empresa y en la calle”. Fábio Porchat, la estrella del especial y cofundador del grupo, le dijo a Variety el mes pasado que las críticas al especial de comedia eran “homofóbicas”. “Para algunos católicos aquí en Brasil, está bien si Jesús es un tipo malo, usa drogas, eso no es problema”, dijo Porchat. “El problema es que es gay. No, no puede ser gay. Y eso es interesante porque Jesús es todo. Dios es blanco y negro y gay y heterosexual. Dios lo es todo. Es más homofóbico ser insultado por un Jesús gay que hacer a Jesús especial”.
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