Ovidio Guzmán López, apodado “El Ratón” o “El Ratón Nuevo”, es hijo de Joaquín “El Chapo”, quien se encuentra en una prisión de alta seguridad en Estados Unidos, y de la segunda esposa de éste, Griselda López. Hoy, luego de un intento fallido hace más de tres años, el joven identificado como cabecilla del Cártel de Sinaloa por fin fue detenido.
De acuerdo con Luis Cresencio Sandoval, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Guzmán López era hasta hoy un generador de violencia en al menos cuatro estados del país en su posición como líder de “Los Menores”, grupo criminal afín al Cártel del Pacífico.
Nació el 29 de marzo de 1990, Badiraguato, Sinaloa. Junto a sus hermanos Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Joaquín Guzmán López y Jesús Alfredo Guzmán Salazar lideran la facción también conocida como “Los Chapitos”.
El 21 de febrero de 2019, el Departamento de Justicia de Estados Unidos publicó una acusación contra Ovidio y su hermano Joaquín Guzmán López, alias “El Güero”, por delitos de conspiración para distribuir cocaína, metanfetamina y marihuana para exportar al país vecino.
Previamente, en 2015, Ovidio, junto con sus medios hermanos Iván y Archivaldo Guzmán Salazar, fueron incluidos en la lista de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), por lo que tienen prohibido realizar negocios con ciudadanos o compañías estadounidenses.
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Ovidio y ‘El culiacanazo’
El 17 de octubre de 2019, Ovidio Guzmán López fue capturado por el Ejército en Culiacán, Sinaloa, sin embargo, el grupo de sicarios a su órdenes generó disturbios, balaceras y bloqueos con automóviles incendiados de población civil, incluso amagaron con atacar unidades residenciales donde viven las familias de militares.
Ante ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador tomó a distancia la decisión de que el hijo de “El Chapo” fuera liberado para evitar poner en riesgo a la ciudadanía.
El operativo fallido fue conocido como “El culiacanazo” y se convirtió en uno de los episodios más controvertidos del sexenio, objeto de críticas por la aparente falta de organización de la operación y del sometimiento del gobierno ante un criminal.
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La segunda fue la vencida
Este jueves 5 de enero, Ovidio Guzmán fue detenido, no sin antes enfrentarse a las fuerzas de seguridad para evitar su aprehensión y dejar a diversas ciudades de Sinaloa paralizadas en una ola de violencia.
El titular de la Sedena explicó que la detención se realizó después de que elementros de la Guardia Nacional identificaron a personas armadas a bordo de camionetas pick up, algunas de ellas con blindaje artesanal.
Los guardas se coordinaron de manera inmediata con la Novena Zona Militar, instancia que también dio aviso a las autoridades estatales y se activó un esquema operativo de seguridad que abarcó diferentes círculos de seguridad a fin de implementar un cerco perimetral sobre los vehículos sospechosos.
Al estar rodeado, el grupo de Ovidio Guzmán se negó a descender de las camionetas para ser revisados y, en su lugar, atacaron a los efectivos militares y de la Guardia Nacional, quienes repelieron la agresión.
Tras controlar la situación, se identificó que entre los detenidos estaba el hijo de “El Chapo” Guzmán.
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