Paz Padecemos por la inseguridad, es nuestro punto más débil, el síntoma más claro de que se están tomando malas decisiones en gobierno.  Ya llevamos muchos años así. Traemos confundidos los temas y no queremos tomar la medicina. Lo voy a decir muy claramente: Si no regulamos algunas drogas -marihuana recreativa y amapola con fines médicos, para empezar-, nada nos va a funcionar.  Una vez que lo hagamos, bajarán radicalmente los homicidios. También bajará radicalmente el “plata y plomo” de las mafias con el que colapsan a la autoridad y a la sociedad.  Si no regulamos, las cosas se van a poner mucho peor.  Nada nos salva de esa medicina. Después de eso, hay muchas cosas por hacer, temas de mejoramiento de decisiones para la policía, para las autoridades en general, para los jueces y para las fiscalías, pero ninguna va a funcionar si primero no le quitamos el poder económico al mercado negro de drogas. Punto.  Lo entendemos o lo entendemos. Todos, no sólo los políticos, porque si los ciudadanos no lo entendemos, los políticos van a seguir evadiendo esta responsabilidad y gastando dinero en la guerra, no en la paz. Buen gobierno Los síntomas de un mal gobierno son dos: ineficacia y corrupción. Las dos cuestan; por lo general, cuesta más la ineficacia. Los dos problemas se resuelven con una reforma administrativa en la que el cliente, el ciudadano, se vuelve el rey, el jefe y no el vasallo o la víctima. Todos los servicios de gobierno deben ser útiles o desaparecer. Toda acción de gobierno debe ser pública y evaluada por los ciudadanos. Todo debe ser transparente.  Por último, el ciudadano debe tener a su alcance mecanismos sencillos de defensa. Es la única manera de garantizar que se decide a favor del bien público y no del bien privado (sea de políticos o de empresarios). Es una reforma en la que ya vamos tarde. Algunos países europeos y asiáticos la iniciaron y la continúan desde el siglo pasado. Nosotros la hemos pospuesto. Seguimos confundiendo democracia con buen gobierno y asumiendo que por cambiar de políticos o de partidos las cosas van a mejorar. Es al revés, no importa quien llegue, si hay buen gobierno las cosas marcharan bien. Hay muchos ejemplos en el mundo, ha faltado voluntad política, y esa no se da, se exige. Oportunidades para todos Un país, un estado o una ciudad crecen con inversión privada. Pequeña y grande, nacional y extranjera. Traemos oportunidades perdidas, regiones que no crecen, desigualdades profundas. El nuevo gobierno debe facilitar – en lugar de obstaculizar- la inversión privada. También crece y mejora la calidad de vida con conexiones virtuales y reales. Las ciudades y regiones más ricas son las mejor conectadas a las economías nacional y mundial.  Esa es, en gran parte, labor de la inversión pública, ese es el detonador. Los países crecen también con buena educación. Los asiáticos lo entendieron y lo resolvieron. Aquí seguimos perdidos. No sólo hay que mantener la reforma educativa sino mejorarla y perfeccionarla y no debe haber interés político o sindical alguno que se oponga a ese objetivo.   Contacto: Twitter: @semaforodelito Facebook: Semáforo Delictivo Páginas web: Semáforo Delictivo / Semáforo Delictivo en México Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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