Por Jordi Greenham*

Se ha platicado mucho en torno de la creación de nuevos impuestos, lo cierto es que el Ejecutivo ha cumplido, al momento sólo tenemos más herramientas de fiscalización.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público hace un par de semanas dio a conocer la propuesta económica para el ejercicio fiscal del 2020. Esto nos ha arrojado un sinfín de comentarios, dudas y especulaciones acerca de lo que pretende el Ejecutivo. Al momento el Presidente ha cumplido su palabra sobre la creación de nuevos impuestos, sin embargo, ¿a qué costo?

Al momento; en la administración actual no se ha propuesto la creación de un nuevo gravamen, lo que si tenemos es un aumento en las tasas recaudatorias que podría afectar el bolsillo de muchas personas y/o empresas.

Si bien la promesa sigue en pie, el planteamiento lanzado es un alza en impuestos ya establecidos, por ejemplo; se pretende tasar con un mayor porcentaje el ahorro, pasarlo de 1.04 a 1.45&, lo que implicaría que las personas con ingresos menores a 400,000 pesos anuales no podrían deducir este monto ya que para ellos no es obligatorio presentar una declaración patrimonial, es decir se castiga a la base cautiva, la clase media.

La realidad es que todos los que perciben ingreso menor a 400,000 no están obligados a declarar su actividad económica, sin embargo, pueden hacerlo. El cuestionamiento lo trasladaríamos a las autoridades, ¿Es conveniente para SCHP que la mayoría de las personas que perciben este ingreso realicen sus deducciones? En mi experiencia casi todos saldrían con saldo a favor y en lugar de recaudar, el SAT tendría que realizar un sinfín de devoluciones.

La SHCP descartó acciones de “terrorismo fiscal” no obstante la contribución que se considera para las ventas por catálogo o por el uso de plataformas digitales probablemente tenga un impacto negativo en el usuario final y no en las grandes empresas que prestan este servicio, al final ellas realizan su aportación coercitiva y deducción como lo dicta la ley; es decir, la absorción que se tenga de este monto lo terminará pagando eventualmente las personas que apoyen a su economía con este tipo de actividad o bien los beneficiarios de la tecnología.

Otra de las modificaciones planteadas la vemos en los cigarros y refrescos; el aumento del IEPS para estos segmentos idealmente estaría dedicado a combatir el problema de salud que genera el consumo de los productos y en su mejor escenario a prevenirlo; ya que es un gasto importante el que se realiza en la atención a obesidad y enfermedades derivadas. Regresamos al castigo económico que recibirá el consumidor ya que la sociedad absorberá este incremento como lo hace año con año.

Por un lado, la propuesta; y cabe resaltar que es una propuesta, abarca ciertos lineamientos o maneras de recaudación que pueden ayudar a aumentar el recurso que tiene el Federal, sin embargo, se deben dejar a un lado las ambigüedades y posibles mal interpretaciones que se lleguen a tener en un futuro.

Es un esquema nuevo que no podemos predecir si funcionará o no, la premisa que tiene es el aumento del gasto público a través de la recaudación; anteriormente esto se ejercía por medio del endeudamiento. Un ejemplo claro lo encontramos en la condonación de impuestos a las grandes empresas. En teoría, con esta nueva práctica tendría que ser menos agresiva la condonación y por ende una mayor aportación a la Federación.

Lo que tengo claro es que no se está en contra de que los ciudadanos cumplan con sus deberes hacendarios, pero debe existir una correcta aplicación o implementación de este hecho, no solo castigar a la base cautiva, se debe considerar aumentar el número de contribuyentes con sus debidos incentivos para tener el mejor escenario posible.

Nos encontramos ante un panorama interesante, la coyuntura puede derivar grandes acciones o iniciativas, lo que actualmente tenemos son recortes muy bien intencionados, pero con múltiples fallas al momento de la ejecución.

Gubernamentalmente hablando, considero que se debe pensar de una manera inteligente y gradual de recaudación, no obstante, se debe evitar la agresividad en este ámbito y siempre brindar incentivos fiscales para estimular al contribuyente a normalizarse o regularizarse. El tema está en cómo pido más aportaciones, brindando garantías, servicios y uso del recurso de manera eficiente.

  *Fundador y CEO de Homie.mx Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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