Por: Adriana Hortiales

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) propone un nivel de gasto neto total (GNT) para 2023 de 8.3 billones de pesos, esto es un aumento real de 19.4% (1.3 billones de pesos) respecto a 2018. Este presupuesto comienza a agotarse conforme se pagan los gastos ineludibles como las pensiones, el costo financiero de la deuda, las participaciones, los autónomos, las empresas productivas del estado, las entidades de control directo, los ramos generales y la nómina del gobierno federal. Una vez que se liquidan dichos gastos, el espacio fiscal equivale al 13.1% del GNT. Dicho margen es mayor al que se tenía en 2018, el cual representaba el 12.4% del GNT. Este aumento de 0.7% en el peso del espacio fiscal, no se invertirá en programas y proyectos que mejoren el bienestar de los mexicanos, sino en pagar el aumento del costo financiero de la deuda.

Las pensiones pasaron de representar el 15.8% del GNT de 2018 a 20.1% de 2023, es decir, se tiene una presión adicional de 4.3 puntos porcentuales sobre el gasto. Dicha presión deberá pagarse con otros rubros, recordemos que el presupuesto es una cobija que se estira hacia las prioridades de cada sexenio. Al respecto, la SHCP realizará tres ajustes principales para mantener a flote las finanzas públicas. 

En primer lugar, recortó la nómina de los servidores públicos, lo cual dará un espacio de 1.0%, pues en 2018 este rubro representó el 5.9% del GNT y en 2023 será el 4.9%. En segundo lugar, los ajustes que se han realizado en los ramos generales darán un espacio de 2.4%. Estos cambios son la eliminación de programas como Capitalidad, Metropolitano y Fronteras, los cuales detonaban la inversión local y por lo tanto el desarrollo y crecimiento regional; los recortes presupuestales al Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) y del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA); y el agotamiento de los fondos para la estabilización de los ingresos como el FEIP y el FEIEF. Por último, propone disminuir el presupuesto para mantenimiento de centrales generadoras de electricidad y para contratos de generación privados (PIEs), lo que libera presión en 0.9%. Con estas tres acciones, el gobierno federal podrá enfrentar el boquete que ha ocasionado el aumento en las pensiones.

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Además de las pensiones, el costo financiero de la deuda también representa una presión en el gasto, pues cambió de 12.3% en 2018 a 13.0% del GNT de 2023. Este incremento de 0.7% se financiará con el aumento observado en el espacio fiscal de 2018 respecto al de 2023. Por lo tanto, el actual gobierno no ha hecho más que ajustar otros rubros y endeudarse para poder mantener las finanzas a flote. 

El riesgo para 2023, es que el espacio fiscal lo integran en su mayoría programas y proyectos prioritarios que difícilmente serán recortados cuando no se alcancen los niveles de crecimiento e inflación estimados por la SHCP. Por lo tanto, ¿en dónde harán los ajustes para continuar navegando?, sí, justo ahí donde más lo necesitamos.

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Contacto:

Adriana Hortiales, Consultora en Finanzas Públicas

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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