Todos sabemos que debemos ahorrar, que es una actividad esencial para cualquier individuo. Sin embargo, vivimos en un mundo en constante movimiento, lo que inevitablemente nos lleva a lo que llamamos eventos inesperados. Basta recordar las veces que se descompuso el coche, se enfermó alguien en la familia o hubo que hacer un gasto imprevisto de otro tipo.

“Aquí es donde se evidencia la necesidad de tener recursos financieros para afrontar esas contingencias que técnicamente denominamos riesgos. A modo sencillo, los riesgos que se contemplan en las normas de información financiera incluyen el riesgo de mercado que se divide en cambiario, de tasas de interés y de precios; riesgo de crédito y riesgo de liquidez”, explica José de Jesús Suárez Mariscal, docente de la Escuela Bancaria y Comercial, especialista en finanzas, impuestos y contraloría.

“El riesgo de liquidez ocurre, por ejemplo, cuando utilizamos nuestra tarjeta de crédito y enfrentamos un aumento inesperado en la tasa de interés bancaria. Si no generamos ingresos adicionales, caemos en una situación de posible impago, lo que nos llevaría a incurrir en comisiones y cuotas elevadas que afectarían nuestra economía”, agrega el especialista.

Lee también: Tasas de interés: qué son, cómo interpretarlas y aprovecharlas

Como él sugiere, lo mejor es poner en práctica un método sencillo y eficiente para enfrentar eventos inesperados sin necesidad (en la medida de lo posible) de recurrir a fuentes de financiamiento que implicarían el pago de intereses. Este consiste en una metodología que denomina 50-30-20.

Es decir, de tus ingresos mensuales, destina el 50% a gastos esenciales (como el pago de renta o hipoteca, alimentación, transporte y servicios básicos), el 30% a consumos discrecionales (como salidas a cenar, cine, vacaciones y compras) y el 20% restante resérvalo para imprevistos futuros.

Esto te puede servir también: Cómo pagar 0% de intereses en tu tarjeta de crédito

“Como bien señala el conocido libro El arte de la guerra, toda estrategia se basa en el conocimiento de uno mismo. Es crucial autoanalizarnos y ver como un área de oportunidad el desarrollar un plan estratégico de finanzas como el mencionado”, afirma José de Jesús Suárez.

Es crucial entender que el ahorro se facilita cuando gestionamos nuestro dinero inmediatamente después de recibirlo, en lugar de esperar a haber pagado y dispersado nuestros ingresos. Por ejemplo, una persona que recibe su salario los días 15 y último de cada mes probablemente tendrá menos capacidad de ahorro al final de la quincena o incluso podría necesitar recurrir al crédito.

Por tanto, es esencial contar con un presupuesto de ingresos y gastos para planificar por anticipado en qué se destinarán nuestros recursos. Esto nos permitirá discernir entre lo que podemos comprar o gastar y lo que debemos posponer, distinguiendo entre lo importante y lo urgente. 

Por ejemplo, ante la sed, podría parecer urgente comprar un refresco, pero es más importante preservar nuestra salud bebiendo agua en casa o en la oficina. Es en estos momentos cuando, al no contar con más recursos, exclamamos: “¡No sé en qué gasté mi dinero!”

Recuerda que si quieres obtener resultados diferentes, debes actuar diferente a partir de ahora. ¡Toma el control de tu dinero!

¿Ya nos tienes en Facebook? Danos like y recibe la mejor información

 

Siguientes artículos

¿Puedes pedir un crédito Infonavit si tu Buró de Crédito no es bueno?
Por

Averigua si el hecho de que tu historial crediticio no sea tan bueno limita tu acceso a un financiamiento. Esta informac...