Durante su toma de protesta como presidente de México, el 1 de diciembre de 2018, López Obrador elevó la consigna “por el bien de todos, primero los pobres” a un eje rector de gobierno. A partir de ahí, la lucha contra la pobreza y la búsqueda del bienestar social se convirtieron en una suerte de termómetro para valorar la Cuarta Transformación, tanto por sus seguidores como por sus detractores.
En este tenor, la reciente publicación de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022 por parte del INEGI, ha generado diversas lecturas dirigidas a valorar la política social emprendida por el presidente. Se trata de una encuesta amplia, a más de 105 mil viviendas, con el rigor científico necesario para ofrecer un panorama estadístico del comportamiento de los ingresos y gastos de los hogares mexicanos. Cabe decir que, desde su versión de 2018, la ENIGH amplió su enfoque social para considerar aspectos como la población con discapacidad, hablantes de lengua indígena, ingresos por hombres y mujeres, entre otros.
La última encuesta ENIGH fue la de 2020, en plena pandemia sanitaria. A un año de la elección presidencial de 2024 y en un contexto post-pandémico, los resultados de esta encuesta arrojan información valiosa para tener una valoración más objetiva del desempeño de las políticas y acciones emprendidas por este gobierno para abatir los rezagos y las desigualdades en nuestro país.
Uno de los datos que más llaman la atención de la ENIGH 2022 es el referente al incremento del ingreso en los hogares: respecto a la medición de 2020, éste creció en 11%, siendo el “Trabajo” la principal fuente del ingreso total, al representar cerca del 66% (lo que es consistente con las ediciones del ENIGH 2016, 2018 y 2020). También es de destacarse que el ingreso por trabajo creció 14.3% de 2020 a 2022, categoría que comprende remuneraciones por trabajo subordinado, trabajo independiente y otros trabajos.
Después del “Trabajo” el segundo componente en importancia del ingreso corriente es “Transferencias”, categoría en que destaca el crecimiento de transferencias provenientes de Programas Gubernamentales, las cuales se duplicaron de 2018 a 2022.
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Si vemos el ingreso por deciles, es decir, por grupos de ingresos por hogar, tenemos que, de 2016 a 2022, el decil de menores ingresos (66 pesos diarios) registró un crecimiento de 20.4% en sus ingresos, mientras que el decil de mayores ingresos (992 pesos diarios) tuvo un decremento en 13.2%. Además, al comparar 2016, 2018, 2020 y 2022, podemos ver que la concentración de ingresos por el decil de mayores ingresos ha ido disminuyendo de manera constante, lo que evidencia una redistribución de ingresos y una señal alentadora en una sociedad con profundas desigualdades.
A la par de estos datos positivos respecto a la situación económica de los hogares mexicanos hay otros que recuerdan los retos que tiene el aparato gubernamental. Por ejemplo, mientras que el ingreso promedio de las mujeres fue de 19 mil pesos, éste fue de 29 mil para los hombres, brecha que aumenta conforme las mujeres tienen mayor número de hijos.
El aumento del salario mínimo, el mayor énfasis en el gasto en desarrollo social durante este sexenio, así como la eficacia de los programas gubernamentales son aspectos que deben analizarse para explicar el aumento de los ingresos en los hogares más pobres. Más allá de la coyuntura política electoral que se vive en el país, este instrumento estadístico arroja señales favorables respecto a la política social implementada durante la administración de López Obrador.
Contacto:
Maestra en Políticas Públicas por la Universidad de Oxford y Licenciada en Ciencia Políticas y Relaciones Internacionales, por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Twitter: @palmiratapia
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