El pasado 22 de abril se celebró el Día Internacional de la Tierra, que nos invita a reflexionar sobre la interdependencia que tenemos los humanos con el medio ambiente y el compromiso de cada uno de nosotros para garantizar su preservación y reducir nuestra huella de carbono.

Esta interdependencia con el medio ambiente se ve reflejada dentro de la misma industria tecnológica, donde gracias a un simple grano de arena podemos crear tecnologías que transformarán al mundo en los próximos años, pero para que esto siga siendo una realidad, debemos tomar conciencia de las consecuencias y el impacto irreversible que podemos ocasionar si no cuidamos de nuestro plantea.

Como industria, hablamos con frecuencia de las increíbles formas en que nuestros productos y servicios pueden enriquecer la vida de todas las personas en el planeta, pero la atención no puede estar centrada solo en el beneficio directo para las personas en términos de su productividad. De forma holística, la atención también debería estar en el futuro que estas tecnologías nos puedan ayudar a crear, y en el legado que dejaremos.

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En este sentido percibo dos vías muy claras sobre las cuales transitar. La primera, por supuesto, está en utilizar el poder de nuestras innovaciones para resolver algunos de los problemas más urgentes de la humanidad, como la creciente demanda por energías sostenibles para alimentar a nuestras ciudades. La segunda está en predicar con el ejemplo, y a nivel industria, iniciar y hacer todo lo necesario para reducir nuestro impacto ambiental. Estoy convencido de que la innovación solo es tal si es sostenible.

Como resultado del calentamiento global, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), prevé que el nivel promedio de los océanos aumente entre 30 y 60cm para el 2100, incluso si las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) se reducen drásticamente y el calentamiento global se limita por debajo de los 2°C. Si las emisiones de GEI continúan elevándose, se estima que el nivel de los océanos aumente alrededor de 60-110 cm[1].

Existe una creciente urgencia de trabajar con otros para abordar los desafíos a los que no podemos hacer frente de manera individual; y es una realidad que la industria tecnológica tiene un papel fundamental para ayudar a contrarrestar el daño al medio ambiente. De hecho, cada vez son más las empresas que incluyen dentro de su estrategia de responsabilidad y sostenibilidad el alcanzar el “net-zero”, una meta que en Intel nos hemos comprometido a lograr hacia el 2040. Esto se refiere a la implementación de acciones para consumir cero energías y emitir cero emisiones de carbono. Como habilitadores de transformación, nosotros tenemos un rol dual: minimizar nuestro propio impacto en el medio ambiente y crear tecnologías que ayuden a otros a hacer lo mismo.

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De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el sector es responsable de entre 2 y 3 porciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero[2], lo que se traduce en la importante necesidad de unirnos como industria para generar soluciones que ayuden a reducir la huella de carbono desde la cadena de suministro hasta el usuario final, así como de impulsar la implementación de programas y objetivos corporativos enfocados en responder a los retos ambientales.

En 2020 comenzamos a trabajar con la industria para evaluar el potencial para el desarrollo de un enfoque en el sector para establecer objetivos de reducción de emisiones de GEI con base científica para la industria de fabricación de semiconductores y aumentar el uso de la tecnología para reducir el impacto climático en la manufactura global. 

Por otro lado, las soluciones de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) tienen un potencial calculado para reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero de hasta en un 15%, según el Informe de la Industria sobre Emisiones de GEI realizado por la Asociación de Tecnología de Consumo[3] (CTA por sus siglas en inglés), que rastrea el progreso de la industria sobre el cambio climático.

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Es por eso que quiero hacer un llamado a la industria para que juntos seamos agentes de cambio a través de nuestras acciones e inspiremos a nuestros clientes, socios, colaboradores y usuarios a reducir su impacto ambiental mediante el uso de tecnología enfocada en enriquecer, no solo la vida de las personas, sino también de nuestro planeta.


[1] https://www.ipcc.ch/2019/09/25/srocc-press-release/

[2] https://www.unep.org/news-and-stories/story/new-pact-tech-companies-take-climate-change#:~:text=The%20tech%20sector%20is%20responsible,2019%2C%20as%20much%20as%20Belgium.

[3] https://shop.cta.tech/products/ctas-2020-industry-report-on-greenhouse-gas-emissions

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Contacto:

*Santiago Cardona, director general de Intel México

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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