- Reconocimiento facial. Se toma una foto del rostro del usuario y se mide la distancia entre ojo y ojo, y de los ojos a la nariz; después se compara con el patrón de las imágenes recibidas para comprobar que la persona sea la misma.
- Lector de iris. Reconoce los patrones del iris y los compara con los registrados anteriormente.
- Reconocimiento de voz. Al hablar ante el dispositivo, éste compara diversas características de la voz de una persona como la inflexión, el tono, el dialecto, entre otras.
- Lector de huellas digitales. Mediante un sensor táctil se identifican las minucias o puntos característicos entre las líneas y curvas del patrón dactilar de una persona, y se comparan con aquellas que anteriormente fueron registradas y guardadas.
- Lectores vasculares. Se reconocen los patrones de las venas de las manos. También los hay únicamente para un dedo.
Soluciones biométricas contra la inseguridad
La siguiente generación de soluciones biométricas se verá reforzada con la creciente utilización de dispositivos móviles como smartphones y tablets.
Actualmente, la mayoría de las tarjetas de crédito y débito en México cuentan con un chip para proteger los datos del cliente, pero a pesar de esa medida preventiva aún se observan prácticas como la clonación de plásticos, lo que hace urgente la adecuación de nuevas tecnologías que realmente provean seguridad a todos los usuarios. De acuerdo con información del Consejo Nacional de Seguridad Privada, AC, la clonación de tarjetas de débito y crédito en México genera pérdidas por 70 millones de dólares al año.
Las razones de que se clonen más tarjetas actualmente es la existencia de aparatos como los skimmers, que se incorporan al receptor de tarjetas del cajero automático (ATM) para robar la información de los plásticos. También es común que en los lugares donde se paga con tarjeta de crédito o debido, quien cobra no solamente pasa la tarjeta por la terminal de pago, sino también por el skimmer, de modo que guarda los datos del cliente para que posteriormente se logre copiar la tarjeta y hacer retiros de los cajeros automáticos.
En este sentido, los usuarios se han dado cuenta de que es preciso mejorar los sistemas de seguridad, e incluso para los bancos es muy conveniente actualizarse en el tema, ya que sus clientes podrán confiar en que todas sus transacciones se harán con la mayor seguridad, y así continuarán buscando los servicios de la institución bancaria. Por el contrario, cuando una persona es víctima de un delito de clonación de su tarjeta, inmediatamente piensa en retirar todas sus inversiones y cuentas de ese banco porque considera que el servicio es deficiente. Por estos motivos, organizaciones privadas y gubernamentales buscan nuevas tecnologías como las soluciones biométricas, con la finalidad de mitigar los riesgos asociados a la identificación personal.
Una solución
La biometría es la técnica que analiza y determina el patrón único de cada persona a través de la medición de ciertas características fisiológicas únicas de la misma. Mediante la biometría podemos reconocer a un individuo con algo que posee, en lugar de algo que sabe (como una contraseña), normalmente por medio de características físicas o del comportamiento inherente al individuo concreto. Las técnicas biométricas existentes se clasifican en función del rasgo analizado, habitualmente fisiológico, facial, huella dactilar, el reconocimiento de voz y alguna vez por comportamiento (por ejemplo la forma de teclear).
Existen diferentes tipos de biométricos como: