Por René Cabral Torres* y Jorge Alberto Alvarado** Con la inserción de México en el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), en 1986, y la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en 1994, el comercio internacional y los flujos de inversión extranjera directa (IED) han aumentado significativamente. Desde entonces, el país ha promovido estratégicamente el libre comercio mediante la firma de múltiples acuerdos comerciales. En este contexto de transformación estructural, las exportaciones y la IED se han convertido en motores de la economía mexicana, especialmente asociados con el sector manufacturero. Pese a ello, su impulso no ha sido homogéneo entre los estados y regiones del país. Su distribución geográfica es un indicador de la diversidad de las vocaciones productivas existentes entre las regiones de México:
  • La región Frontera (Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora, Tamaulipas) es una economía más orientada al sector externo respecto al resto de las regiones. Su participación de las exportaciones manufactureras como porcentaje del PIB regional es de 62.9 %, muy superior a la registrada en las regiones Norte (Aguascalientes, Baja California Sur, Colima, Durango, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí, Sinalia y Zacatecas), de 17.3 %, Centro (Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala), de 11.7 %, y Sur (Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán), de 3.4 %.
  • Asimismo, la mayor atracción de flujos de IED como porcentaje del PIB se registra también en la región Frontera (2.1 %), seguida de nuevo por las regiones Norte (1.4 %), Centro (1.2 %) y Sur (0.4 %). De esta forma, las regiones relativamente más vinculadas al sector externo tienden a presentar mayores niveles de exportaciones a IED, al estar más cerca de la frontera con Estados Unidos.
  • Un volumen sustancial de la producción asociada a la IED manufacturera tiene una orientación exportadora, la proporción de exportaciones a IED es significativamente mayor para la región Frontera con respecto al observado en las regiones Norte, Centro y Sur, en ese orden. Este patrón de heterogeneidad regional se mantiene bajo distintos indicadores (Ver mapa).
En un periodo de transición del nuevo gobierno, se mantiene la incertidumbre vinculada al resultado de la renegociación del TLCAN, así como el intento de buscarse mejores condiciones para México durante el acuerdo comercial. Además, en meses recientes, la incertidumbre vinculada al resultado de la renegociación del TLCAN ha puesto de manifiesto la preocupación por lo que sucederá con la industria manufacturera. Si bien aún es muy pronto para sugerir que el resultado de la renegociación será bueno o malo para México, el presente análisis sugiere que el impacto de la renegociación será diferente para los distintos estados de la república.

Fuente: Elaboración propia con datos del INEGI y la Secretaría de Economía.

Estructura productiva de los estados mexicanos La apertura comercial de México ha tenido un impacto desigual en las distintas regiones. Más allá de su localización geográfica, otros factores han ayudado a configurar la estructura productiva de los estados, como la disponibilidad de mano de obra calificada, el clima de negocios y la facilidad para exportar. Los estados de la frontera han visto crecer más su vocación exportadora: producen 23 % del PIB nacional, reciben 29 % del total de inversión extranjera directa (IED) y realizan 56 % de las exportaciones totales. La figura muestra la proporción aportada y recibida con respecto al total nacional por cada estado en relación a exportaciones e inversión extranjera respectivamente; en verde se observan los estados fronterizos.

Fuente: INEGI. Los estados con porcentajes menores a dos fueron omitidos para efectos de interpretación.

En su mayoría, se encuentran por encima de la línea diagonal (de 45 grados) que señala los estados cuya contribución porcentual a las exportaciones es mayor que la recepción porcentual de IED. El tamaño de la burbuja señala la aportación al PIB nacional. Nótese la posición de la Ciudad de México, cuya aportación al PIB es significativa, así como la recepción de inversión. Sin embargo, la aportación a las exportaciones es marginal, lo que indica que la inversión busca el atractivo mercado doméstico más que una plataforma de exportación. La reconfiguración del comercio que se verá en los próximos años, con o sin tratado de libre comercio, dependerá de esta estructura. No obstante, también será importante aprovechar la experiencia existente, las cadenas productivas en funcionamiento, la mano de obra ya calificada, así como la experiencia de exportación de cada región. Sin duda, profundizar en este entendimiento por sector productivo ayudará a generar estrategias para aprovechar al máximo los recursos de cada estado. *Líder del Grupo de Investigación Estratégica en Finanzas y Macroeconomía en EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey. **Economista en Banco de México y profesor de Economía del Tecnológico de Monterrey.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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