- La región Frontera (Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora, Tamaulipas) es una economía más orientada al sector externo respecto al resto de las regiones. Su participación de las exportaciones manufactureras como porcentaje del PIB regional es de 62.9 %, muy superior a la registrada en las regiones Norte (Aguascalientes, Baja California Sur, Colima, Durango, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí, Sinalia y Zacatecas), de 17.3 %, Centro (Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala), de 11.7 %, y Sur (Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán), de 3.4 %.
- Asimismo, la mayor atracción de flujos de IED como porcentaje del PIB se registra también en la región Frontera (2.1 %), seguida de nuevo por las regiones Norte (1.4 %), Centro (1.2 %) y Sur (0.4 %). De esta forma, las regiones relativamente más vinculadas al sector externo tienden a presentar mayores niveles de exportaciones a IED, al estar más cerca de la frontera con Estados Unidos.
- Un volumen sustancial de la producción asociada a la IED manufacturera tiene una orientación exportadora, la proporción de exportaciones a IED es significativamente mayor para la región Frontera con respecto al observado en las regiones Norte, Centro y Sur, en ese orden. Este patrón de heterogeneidad regional se mantiene bajo distintos indicadores (Ver mapa).
TLCAN: renegociación en los estados mexicanos
Por la incertidumbre de la transición del nuevo gobierno se cuestionan cuáles serán los efectos de la renegociación del TLCAN para la economía e industria de los estados mexicanos.
Por René Cabral Torres* y Jorge Alberto Alvarado**
Con la inserción de México en el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), en 1986, y la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en 1994, el comercio internacional y los flujos de inversión extranjera directa (IED) han aumentado significativamente.
Desde entonces, el país ha promovido estratégicamente el libre comercio mediante la firma de múltiples acuerdos comerciales. En este contexto de transformación estructural, las exportaciones y la IED se han convertido en motores de la economía mexicana, especialmente asociados con el sector manufacturero. Pese a ello, su impulso no ha sido homogéneo entre los estados y regiones del país. Su distribución geográfica es un indicador de la diversidad de las vocaciones productivas existentes entre las regiones de México: