La compañía Valero mantendrá su estrategia para importar, almacenar y vender combustibles en el mercado mexicano, aun con la política energética del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador que aspira a la soberanía energética mediante sus empresas estatales, y mientras el regulador realiza cambios a favor de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex). Incluso con la nueva visión energética de las autoridades y un regulador alineado a los objetivos del gobierno, el CEO de la empresa estadounidense en nuestro país, Carlos García, considera que el mercado mexicano sigue siendo interesante para la firma con 13 refinerías que producen tres millones de barriles diarios de combustibles en el país vecino. “Siempre va a haber un espacio para la competencia y productos de importación (…) Lo que siempre pedimos es  claridad, certeza, y cuando las regulaciones se establecen, tenemos que modificar, si es necesario, nuestra estrategia, pero creo que los fundamentos del mercado mexicano pintan como uno de interés”, dice el directivo en entrevista con Forbes México. En diciembre de 2019, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) desreguló las ventas mayoristas de Pemex, medida que le permitirá ofrecer descuentos preferenciales por volumen a clientes gasolineros, además de no reportar sus precios de venta, al tiempo que la empresa estatal intenta recuperar y elevar su capacidad de refinación. Aquí la historia: EXCLUSIVA | La Reforma Energética solo benefició al sector privado: CRE La empresa privada ya contemplaba que en algún momento desaparecería dicha regulación asimétrica y que tendría que competir con Pemex —a la que compra parte de su petróleo crudo de exportación para alimentar sus refinerías—  por lo que la estrategia se enfocó en diseñar una red de logística eficiente. “La molécula confiable y competitiva en precio va a seguir buscando mercado y hacia allá estamos enfocados”, dijo. Tras la apertura del mercado, derivada de la reforma energética del gobierno priista de Enrique Peña Nieto, Valero comenzó a contratar capacidad de almacenamiento en siete terminales privadas del país: tres con IEnova en Puebla, Veracruz y Valle de México; dos con Grupo México en Monterrey y Guadalajara; otra con NuStar en Nuevo Laredo y una más con Operadora de Terminales Marinas en Altamira. La firma contará con inventarios por seis millones de barriles de combustible, equivalente a más de cinco días de almacenamiento, volumen que cumplirá con los requerimientos de política energética planteados por la Sener. Actualmente, la empresa importa entre 35,000 y 40,000 barriles diarios al mercado mexicano, de los cuales, 60% es diésel y el resto gasolina. Los combustibles llegan por ducto a nuestro país desde sus refinerías de Corpus Christi y Three Rivers en Texas. La compañía estadounidense también está incursionando en el sector gasolinero con la apertura de una estación de servicio en Guadalajara bajo su bandera, la primera en nuestro país. Allí ofrecerá un combustible con una cantidad de 93 octanos —propiedad que mide la efectividad de combustión—, por encima de la molécula premium de Pemex. Fundada en 1980, la empresa que dirige Joe W. Gorder vale 36,800 millones de dólares (mdd). Emplea a 10,261 personas y factura 117,000 mdd anuales. Ocupa el puesto 211 de la lista Global 2000 de Forbes.

 

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