“La Clase E es Mercedes-Benz”, asevera Radek Jelinek, CEO de de la firma alemana en México durante su presentación en la Riviera Maya. Y no lo asegura en vano, ya que este es el modelo que siempre ha marcado la pauta para todos los demás autos de la marca, tanto en diseño como en tecnología. La nueva Clase E es el primer auto de producción en serie en obtener las placas de vehículo autónomo en el mundo por parte de los estados de California y Nevada, en Estados Unidos, convirtiéndose en un parteaguas para la industria automotriz. Y aunque en México aún no existen las regulaciones necesarias para traer la tecnología que permite que me maneje con una conducción automatizada la firma ya está preparada para dar el salto hacia una transformación no sólo técnica, sino cultural. La décima generación de la Clase E logró, después de 48 meses, crear los asistentes de manejo necesarios para un funcionamiento semiautomático. ¿Qué es lo que esto hace? A través de sensores inteligentes, cámaras y radares el Drive Pilot sigue al auto de enfrente sin necesidad de que el conductor acelere o tome el control del volante. De esta forma conserva la distancia adecuada, mantiene la velocidad estable y evita que se salga del carril. Aunado al Drive Pilot, se encuentran otros sistemas de asistencia que perfeccionan la función. Uno de ellos es el Speed Limit Pilot que, a través de una cámara, va leyendo los letreros en el camino que indican el límite de velocidad y en automático manda la información al Cruise Control para adaptar la velocidad en automático y siempre mantenerse por debajo del límite establecido. El cambio de carril activo es una de las novedades más llamativas. Al marcar con la direccional el cambio de carril automáticamente activa el radar para medir si hay espacio para realizarlo o no. Al liberarse el carril inmediatamente hace el giro del volante para incorporarse. Aunado a ello tiene un avanzado sistema de frenado automático en caso de que se le llegara a cruzar una persona u otro vehículo. Algo que es importante tener en cuenta es que a pesar de ser un sistema muy avanzado de autonomía, el conductor aún debe estar preparado para tomar el volante en cuanto el auto se enfrenta a una situación de terreno o de tráfico y en caso de que el volante no sienta la presencia del conductor el auto realizará un alto total.   Un paso antes en seguridad   A pesar de que la autonomía es el mayor avance que se presenta en la nueva Clase E, no es el único. La firma siempre se ha categorizado por estar a la vanguardia y se precian de que muchos de los componentes que tienen los autos de otras firmas hoy en día nacieron como una patente original de Mercedes-Benz. Con ello en mente los ingenieros le dedicaron una gran gama de novedades a esta generación. La línea llamada Pre-Safe implica dos avances en el cuidado de los pasajeros ante una colisión inminente. Pre-Safe Sound es una protección para los oídos, ya que en cuanto el sistema detecta que no hay forma de evitar el choque se emite en el sistema de sonido una señal acústica que prepara el oído para el golpe sonoro que implica el impacto y así se prevenga una lesión a los órganos auditivos. El otro avance es el de Impulso Lateral que, a través de unas bolsas de aire, desplaza a los ocupantes del lado que va a recibir el impacto hacia el otro lado unos segundos antes de que se realice el golpe. De esta forma se busca alejarlos de la zona de peligro.
Línea Avantgarde

Línea Avantgarde

Escape a otra dimensión Estar al interior de la Clase E es cerrarle la puerta al mundo exterior y adentrarse a una dimensión en el que el confort es un bien en el que no se escatima. Esta nueva generación incluso ha buscado brindar mayor comodidad a través de espacios más amplios. En Forbes Life realizamos un recorrido de 300 km a bordo de la Clase E y el espacio adicional se agradece cuando se recorren largas distancias. La ergonomía de los asientos evita que haya un cansancio innecesario en los pasajeros y se goza de un cómodo espacio para las piernas. A pesar de que no se trata del motor de un auto deportivo – 4 cilindros turbo cargado de 184 caballos de fuerza – su respuesta en carretera no decepciona. Permite tener una velocidad estable y con un muy buen rendimiento de combustible. Asimismo, la suavidad del volante es destacable y tiene una excelente estabilidad, incluso al pasar por zonas en las que el viento llega de manera transversal. En cuanto a los interiores también se busca crear un ambiente personalizado, por lo que incluso la intensidad y el color de la iluminación interior se puede cambiar al gusto de los pasajeros. La estética exterior también se modifica de acuerdo a la línea; la llamada Exclusive tiene la parrilla del radiador clásica, mientras que las llamadas Avantgarde y AMG Line tienen una parrilla deportiva con la estrella de la marca de gran tamaño. La iluminación es uno de los elementos que más cambiaron. En la parte trasera se le realizó un tratamiento especial para que al momento de encenderse desprenda un brillo que se asemeje al polvo de estrella. El efecto stardust se consigue con una tecnología de reflectores. En la parte frontal crearon una tecnología de 84 LEDs que se controlan individualmente de forma que sólo se enciendan los que sean necesarios de acuerdo a la claridad del ambiente y éstos se pueden distribuir para dirigir la luz y, de este modo, evitar deslumbrar a otros automóviles en el camino.
 

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