El mejor consejo de una CEO de 2,000 mdd: “Corre hacia el fuego”

Por Kerry A. Dolan La CEO de Hewlett Packard Enterprise, Meg Whitman, dice que su lema favorito es “Corre hacia el fuego”. Ella ha estado en muchos incendios, metafóricamente hablando. Recientemente, Whitman tuvo que encontrar la manera de aumentar los ingresos en Hewlett Packard Enterprise, que se separó de Hewlett Packard en noviembre de 2015 y vende servidores, software y mucho más a las empresas. Y Meg lo logró. A finales de mayo, la compañía anunció que sus ingresos para el segundo trimestre de este año crecieron 1% comparados con el último trimestre del año anterior y por  primera vez en cinco años. Mejor aún, hizo un nuevo anuncio: la empresa escindirá el negocio de servicios empresariales de HPE y lo fusionará con la firma de servicios de TI Computer Sciences Corp. Las acciones de HPE se dispararon luego de las noticias. Durante sus 10 años como CEO de eBay, de 1998 a 2008, Whitman dirigió el crecimiento de ingresos de 5.7 millones de dólares (mdd) a 8,000 millones. Sus acciones en eBay, ganadas durante ese periodo, comprenden la mayor parte de su fortuna, estimada en 2,100 millones, lo que la coloca en el puesto número 6 en la segunda edición de la lista anual de Forbes de las self-made women en Estados Unidos. A lo largo de más de tres décadas como ejecutiva, incluyendo sus temporadas en Disney, Hasbro y Bain, aprendió muchas cosas, las que han demostrado ser de enorme utilidad. Whitman habló con Forbes sobre las inflexiones de la carrera, la productividad y mucho más.   Qué le diría a la Meg de 20 años: “Únete a empresas en las que te gusten las personas y los producto. Vas a pasar mucho tiempo en el trabajo. Lo que le diría a mi yo de 17 años sería ‘especialízate en ciencias, tecnología, ingeniería o matemáticas’. (Me especialicé en economía.) Estamos en el final del comienzo de la revolución tecnológica. Ésta puede ser la segunda entrada. Me obligaría a mí misma a ir por una ingeniería.”   Sus tips de productividad favoritos: “Yo tomo decisiones. Reviso primero todos los datos. Un no rápido no es mejor que un sí que tarda en llegar. Ayuda saber que cuando cometes errores, siempre se pueden corregir… Hay que ser prudente. Las personas pueden quedarse petrificadas. Si piensas en todas las cosas malas que van a pasar, te quedarás petrificada. Es aquí donde el reconocimiento de patrones es realmente útil. He estado en el negocio durante tanto tiempo que ya he visto esa película antes.”   Su inspiración de la vida real: “Mi madre. Ella ha sido mi verdadera inspiración.” En 2010 Whitman dijo a Forbes: “Mi madre hizo cosas inusuales en su vida. Durante la Segunda Guerra Mundial se ofreció como voluntaria para la Cruz Roja, lo que la llevó hasta Nueva Guinea. El plan era que las mujeres vendaran heridas y entablillaran fracturas, pero la base de Nueva Guinea estaba desesperadamente corta de mecánicos y mi mamá se ofreció a aprender. Hacia el final de su gira de cuatro años y medio, tenía certificados de conducción de camiones y de mecánica de aviones.”   Los puntos de inflexión de su carrera: Al salir de la escuela de negocios de Harvard, Whitman comenzó a trabajar para Procter & Gamble. “Me pidieron que averiguara cuán grande tenía que ser el agujero de la tapa de una botella de champú. Pensé en decir ‘ésa es la asignación más tonta’, pero entonces pensé ‘voy a hacer el mejor trabajo que pueda. Voy a lograrlo. Voy a subir con la mejor metodología y análisis…’” Ellos querían enseñarle la disciplina de cómo se hacen las cosas en P&G… Meg reunió grupos de enfoque, dio champú a los consumidores y sacó la media de producto usado. “Todas esas cosas ya se habían hecho en P&G, dijo Whitman, pero lo que la compañía quería que los empleados aprendieran es el trance por todos esos pasos. Un segundo punto de inflexión se produjo cuando Whitman trabajó para Disney a finales de 1980. “Tuve que aprender a defenderme. Era una cultura machista. Frank Wells, que fue director de operaciones, me dijo: “Eres tan  tan inteligente como estos chicos. Tienes que hablar en las juntas, tienes que obligarte a decir cosas.” Ése fue un punto de inflexión importante para mí. Yo pensaba que si no decía algo brillante no debía decir nada, pero tres cuartas partes de lo que las otras personas estaban diciendo eran estupideces.”