Impulsar y fortalecer a las economías locales equivale a detonar un crecimiento y desarrollo dinámicos para México. Las entidades federativas juegan un papel crucial en la atracción de inversiones. Por ello, es imperativo que el avance y la prosperidad en áreas críticas como el laboral, infraestructura, conectividad, educación, seguridad, facilitación comercial, competitividad, innovación, sostenibilidad ambiental y la lucha contra la desigualdad, se conviertan en una prioridad no solo para el gobierno federal, sino también para las autoridades locales, para todo el conjunto de tomadores de decisiones, y, desde luego, para el sector privado.
Según datos del Índice de Competitividad Estatal 2023 del IMCO, las cinco entidades más competitivas del país son la Ciudad de México, Querétaro, Nuevo León, Coahuila y Baja California Sur. En el lado opuesto, es decir, los estados menos competitivos son Tlaxcala, Chiapas, Oaxaca y Guerrero. Estos datos adquieren una relevancia particular si consideramos que el nivel de competitividad de una región es uno de los principales factores a considerar para la atracción de inversiones.
Ahora bien, de acuerdo con datos de la plataforma México ¿cómo vamos?, en indicadores como desigualdad, pobreza laboral, crecimiento económico y productividad, entre otros, observamos un patrón más o menos similar, aunque con sus particularidades, al del índice del IMCO: la mayoría de los estados del sur-sureste aparecen en los últimos lugares de cada índice o indicador.
Esta es una dolorosa realidad con la que nuestro país ha vivido desde hace ya varias décadas. Sin embargo, esto no tiene porque seguir siendo así. De hecho, ya hay atisbos de que este panorama tan desigual está cambiando y un ejemplo de ello es el crecimiento que ha experimentado Quintana Roo y el impulso a la economía que las obras de infraestructura de la actual administración le están dando a esa región del país.
Sin embargo, para que estos estados puedan aprovechar al máximo sus ventajas como destinos de inversión, las empresas globales creemos que existen varios aspectos en los que se tiene que trabajar si queremos que más y mejores inversiones lleguen a estas entidades y con ello estar en mejores condiciones para impulsar el crecimiento y combatir la desigualdad.
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En primer lugar, creemos que tanto la federación como los estados, deben invertir más en educación y formación de capital humano altamente capacitado, pues estos son elementos clave no sólo de bienestar social, sino también para la atracción de inversiones. Se requiere también de una mayor y mejor infraestructura y conectividad, acceso abundante y sostenible a energía y agua potable, seguridad y Estado de derecho, entre otros. Contar con toda esta infraestructura social e institucional, se convierte en un factor determinante cuando una empresa valora en dónde quiere invertir.
Ahora bien, en lo que respecta a la labor de las empresas globales, en febrero de 2022 establecimos una alianza con la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Económico (AMSDE) con el firme propósito de establecer una agenda de trabajo conjunta que nos permita detonar procesos de crecimiento en las economías estatales y con ello generar desarrollo y bienestar.
El primer gran fruto de esa colaboración estratégica se dio en agosto de ese mismo año, con un encuentro regional en el Bajío, específicamente en Querétaro, y que reunió a empresas globales y a Secretarios de Desarrollo Económico de diversas entidades del país con un objetivo en común: estrechar lazos entre el sector público y el privado para generar prosperidad y oportunidades para todos.
Este año, nuestro organismo repite este ejercicio y en esta ocasión miramos al sur. Sí, pusimos el foco en esa región que durante décadas ha padecido un enorme rezago porque creemos que es momento de que el crecimiento económico deje de ser tan desigual. No puede haber mejor tiempo para el país y para esa región que el que vivimos hoy. El contexto del nearshoring y las nuevas oportunidades que se están generando en el sureste mexicano -y en general en todo el país-, así como los esfuerzos de la actual administración por dirigir mayor inversión a esa región, son la conjunción perfecta de elementos para que las empresas globales, de la mano del sector público, podamos generar proyectos que impulsen el desarrollo y bienestar económico y social ahí donde más se necesita.
Las empresas globales y los secretarios de Desarrollo Económico de diversas entidades del país nos reunimos en Chiapas el 26 y 27 de octubre para dialogar y establecer planes de trabajo y futuras inversiones que detonen el crecimiento de ese estado, cuyo potencial es enorme. Le apostamos a las economías locales porque con ello le estamos apostando a México.
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Alberto de la Fuente es presidente del Consejo de Empresas Globales.
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