A pesar de que al actor le ha ido de maravilla con otros proyectos, como Sherlock Holmes, las sagas de Iron Man y The Avengers son las que en realidad han marcado su regreso a las grandes ligas.   Por Dorothy Pomerantz   Iron Man 3 llega apenas hoy a los cines de Estados Unidos, pero ya se perfila como la película más importante de 2013. La cinta ya ha recaudado 300 millones dólares (mdd) en el extranjero. Podría ganar hasta  170 millones en EU sólo este fin de semana, según Exhibitor Relations. No hay duda de que va a ganar más de 1,000 mdd en taquilla. Disney (que ahora es dueña de Marvel, la compañía detrás de Iron Man) puede agradecer a Robert Downey, Jr. por una buena parte de ese éxito. He estado trabajando duro durante las últimas semanas para averiguar qué celebridades ganaron más a lo largo del año pasado en nuestra  lista anual de famosos. Y aunque yo no quiero revelar ningún detalle, puedo decir que Downey ganó un montón de dinero el 2012. Del elenco que el año pasado estrenó The Avengers, él fue quien se llevó las mayores ganancias. Mientras Tony Stark no es nominalmente el líder del grupo (el Capitán América de Chris Evan tiene ese título), es por mucho el Avenger más carismático y el que la gente está más interesada en ver. Lo sentimos, Thor. No conozco los cómics (y que estoy segura de que eso va a provocar algunos comentarios irritados), pero es evidente que una gran razón por la que Iron Man destaca tanto en Los Vengadores es la manera como Downey le ha dado vida. El ingenio seco y el muchacho travieso del personaje encajan perfectamente con el personaje de Stark/Iron Man, y durante las dos primeras películas Downey y el director Jon Favreau fundieron con éxito el encanto de Downey con el personaje para crear un superhéroe ridículamente atractivo. Mientras Thor exagera en su pronunciación y el Capitán América usa sus poderes con una aburrida actitud bonachona, Stark mantiene las cosas divertidas. El regreso de Downey está en un nivel sin precedentes en Hollywood, una ciudad que ama a una historia de retorno. En un momento dado de baja como un degenerado drogadicto, Downey tuvo problemas en los años 90. Mientras directores como Oliver Stone y Robert Altman lo incluyeron en sus películas, ninguna tuvo realmente un gran impacto. Ya no parecía un hombre líder. Las cosas empezaron a cambiar en 2005, cuando Downey protagonizó junto a Val Kilmer en la película Kiss Bang Bang. Aunque a la película no le fue muy bien en la taquilla, ganando sólo 15 millones de dólares, le mostró a Hollywood que Downey podía volver a hacer una película. Unos años más tarde fue elegido como Iron Man y fue entonces que despegó. Con Iron Man 3, Downey se ha reunido con el director de Kiss Kiss, Shane Black. La estrella ha sido un promotor incansable de Iron Man, cruzando el mundo para deslumbrar a los aficionados en estrenos e incluso a acudiendo a una proyección llena de niños de la Liga Atlética de la Policía. Será interesante ver cómo Downey crece de aquí en adelante, teniendo en cuenta que, básicamente, puede escribir su propio guión. Se ha anunciado su próxima aparición en la pequeña película The Judge y luego se en la secuela de The Avengers. Una cosa es segura: mientras siga encarnando a Tony Stark, continuará haciendo dinero a lo grande.

 

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