A pesar de la caída en el consumo, las empresas lecheras de México buscarán seguir creciendo en su mercado de origen, pero también fuera.   La época de ‘vacas gordas’ en la industria lechera se encuentra cerca. La demanda de lácteos en América Latina pone de muy buen humor a Lala, Alpura, Nestlé y Santa Clara, empresas que podrían aprovechar las oportunidades del mercado a partir de sus respectivas operaciones en el país. “México tiene grandes oportunidades en aumentar el consumo de leche e introducir procesos de innovación, investigación y desarrollo en los procesos de producción, los cuales pueden satisfacer las nuevas necesidades del consumidor”, dice Bernardo Macaya Trejos, presidente de la Federación Panamericana de Lechería (Fepale). En México, la venta de leche y sus derivados asciende a cerca de 230,000 millones de pesos (mdp) al año. Del lácteo se consumen 15,000 millones de litros, con un costo promedio de un dólar por unidad. Pero las empresas mexicanas no se conforman con ordeñar el crecimiento desde el país. “Hay inversiones de empresas mexicanas en Centroamérica muy importantes, así como en Sudamérica, el Caribe y Europa”, asegura Juan Carlos Pardo, presidente de la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec). Una mayor innovación que traiga nuevos procesos de producción de lácteos y una política gubernamental focalizada en incentivar el consumo de leche son las claves para lograr el ansiado crecimiento del sector, aunque el peligro de las llamadas ‘vacas flacas’ se mantiene latente frente a un consumo deprimido.   El llamado americano Bernardo Macaya nunca imaginó que podría ocupar la silla de la presidencia de la Fepale. Costa Rica, su país, podría parecer un pequeño productor de leche. Sin embargo, esta vez se encuentra convencido que no sólo su nación, sino la región latinoamericana, tienen un papel que cumplir. “Hoy existen más oportunidades en América, comparado con otras regiones del mundo, para aprovechar tierra, agua y gente preparada que atienda el llamado a ser el continente que alimentará al mundo en una gran proporción”, dice. La producción mundial de leche crece a un ritmo de 1.7% y el consumo a 2.5%, de acuerdo con la Fepale. Los medianos y grandes productores podrían detonar el crecimiento del sector, pero es necesario que tengan acceso a tecnología para lograr afianzar nuevos procesos de transformación. También las empresas mexicanas tienen un llamado en el negocio de la leche. Durante el primer semestre de este año, la producción de leche ha crecido 2% y se estima que el crecimiento al cierre de 2014 ascenderá a 1.9%, mientras que el de quesos será de 3% y productos lácteos 6%, de acuerdo con cifras de Canilec. La caída en la confianza del consumidor, que derivó de la implementación de la reforma fiscal, fue un elemento que disminuyó la expansión productiva de la industria de lácteos en México, opina Juan Carlos Pardo. “El momento actual no está a la altura de las expectativas que teníamos a principios de año”, dice el presidente de la Canilec. En 2012, Coca-Cola México adquirió a la marca Santa Clara, con el objetivo de diversificar su oferta con productos en el mercado de bebidas saludables. “El hecho de que  una empresa refresquera incursione en el mercado de los lácteos es posiblemente una apuesta a la modificación en los hábitos de consumo para hacer un ser humano alimentado de la mejor manera”, explica Bernardo Macaya. Para el presidente de la Felac, la incursión de nuevas empresas en el mercado de los lácteos es también una respuesta a las regulaciones que surgen para las bebidas azucaradas y alimentos chatarra. “Están apostando a que en el mercado de la leche habrá crecimientos”, asegura el también productor de leche. Empresas como Lala, que preside Eduardo Tricio Haro, ya comenzaron a generar el músculo financiero para expandirse y aprovechar las oportunidades que se pongan en su camino. En octubre de 2013, la empresa debutó en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y logró obtener recursos por 14,055 mdp (1,090 millones de dólares). El apetito de los inversionistas se encuentra en las empresas de lácteos. En los próximos dos años, la empresa prevé invertir alrededor de 400 millones de dólares (mdd) en infraestructura y logística. “Trataremos de fortalecer los negocios donde ya tenemos presencia e incursionar en nuevos productos”, asegura Eduardo Tricio. El lanzamiento de nuevos productos forma parte de la estrategia con que la empresa quiere sorprender en 2014 y ordeñar las ganancias de un mercado creciente. Macaya agradece la confianza de los industriales y se siente contento porque nunca imaginó que un país tan pequeño como Costa Rica pudiera ocupar la presidencia de la Felac, y piensa que la experiencia puede traspasar la historia de su nación y materializarla en un sueño americano: un nuevo gigante de la leche. “Este debe ser un mensaje esperanzador para los lecheros de América Latina y decirles que sigamos adelante, ya que tenemos potencial de atender el llamado a alimentar al mundo”, dice.   La oportunidad El presidente del organismo nacional de la leche cree indispensable que la próxima reforma al campo, que propondrá la administración federal en funciones, debe buscar que el sector productivo de los lácteos tenga un plan común de trabajo. Asimismo, el empresario mexicano considera que es importante que en la propuesta de reforma al campo se agregue un censo lechero para que se vuelva un tablero de control que permita obtener información y apoyar las necesidades de las diferentes zonas de producción lechera. Juan Carlos Pardo reconoce que aún falta mucho por trabajar en la industria láctea, pero tiene la certeza del potencial del mercado mexicano. “Siempre diré que es un mercado lleno de oportunidades en que conocemos el piso, pero no el techo, y no sabemos hasta dónde podemos llegar.”

 

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