Del 1 al 31 de enero la dependencia registró una sustracción de 414,000 barriles, en comparación con los 628,000 barriles reportados en el mismo periodo del 2014, una disminución de 34%.
Esta variación, según Pemex, muestra una tendencia a revertir el robo en este rubro.
Pemex verificó la baja en el robo de petróleo en los siguientes poliductos: Topolobampo-Culiacán, Cadereyta-Brownsville, Salamanca-Vista Alegre-Zacatecas, Salamanca-Guadalajara, Madero-Cadereyta, Salamanca-León, Salamanca-Morelia, Minatitlán-México y Minatitlán-Dos Bocas-Villahermosa.
Uno de los factores que ayudó a lograr este resultado, dijo la empresa, fue el fortalecimiento del marco jurídico, que se apoyó de la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos cometidos en Materia de Hidrocarburos, el pasado 12 de enero en el Diario Oficial de la Federación, y que se constituye como “un factor determinante para este cambio de paradigma”.
En el comunicado, Pemex dijo que el aspecto esencial de su estrategia es proteger a la población y medio ambiente de los daños colaterales por robo de combustibles.