Dentro del inagotable universo de las expresiones artísticas, la vida, obra y pensamiento de John Cage resulta una de los lugares más lógicos, poéticos, recurrentes y razonados. Fuente natural de inspiración y ejemplo recurrente de lo que es un artista completo que atendió a la complejidad humana como pocos en la historia contemporánea, Cage no sólo sigue siendo una de las fuentes más inagotables de sensibilidad artística, pensamiento crítico y trasgresión creativa, sino que su visión y valoración sobre el sentido creativo y receptivo aún sigue siendo un terreno que está siendo descubierto. Pero hace medio siglo la situación era distinta, y en medio de una guerra fría que estaba transformando todas las aristas de la vida como se conocía hasta ese entonces, entre un sinfín de barreras culturales y una de las épocas más ruidosas (por violentas) de la historia, plantearse con una postura ideológica clara que hiciera frente a la alienación y devastación que primaban en el contexto sociopolítico era un acto sumamente vital, independientemente de la palestra desde la cual se tomara postura. Es en este sentido que John Milton Cage (1912-1992), destacado discípulo de sendos compositores como Arnold Schoenberg o Henry Cowell, se presenta como uno de los músicos más vanguardistas de la música moderna, sí, pero también como un filósofo del sonido, un teórico radical del arte, pero sobre todo como una inteligencia sensible y única que a través de su trabajo continúa derribando preconcepciones y abriendo resquicios creativos que permiten tener una visión más amplia de la vida misma. En su Lecture on Nothing (1950), el compositor norteamericano argumentaba que la adopción del zen y el taoismo a su trabajo atendía ineludiblemente al momento por el que atravesaba la humanidad: “En parte intelectualmente y en parte sentimentalmente, cuando la guerra comenzó decidí emplear sólo sonidos suaves. Me parecía que no había verdad ni bondad en ninguna grandeza de la sociedad. Pero los sonidos suaves eran como la soledad, el amor o la amistad. Valores, pensaba yo, permanentes, independientes al menos de Life, Time y Coca-Cola”. A esta etapa de Cage muchos críticos e historiadores la conocen como su etapa silenciosa, una en donde las ideas disruptivas, las obras transgresoras y las ejecuciones oblicuas comenzarían a sucederse de forma impresionante y continúa, encontrando una hilación con el quehacer humano de forma total. Precursor de la experimentación sonora, John Cage también es reconocido frecuentemente como pionero de la electrónica experimental, la disolvencia del ego creativo, así como la integración multidisciplinar en la música, así como la incorporación de conceptos como lo aleatorio, el silencio o el azar en las posibilidades de los instrumentos y las composiciones. Pero sobre todas las cosas, el pensamiento de Cage ha contribuido a replantear la escucha como un ejercicio sumamente activo, múltiple, abierto y complejo, el cual no está exento de una participación consciente y completa del individuo con su entorno.

John Cage en México

Con pretexto de la exposición Pasajeros 03: John Cage, montada en el Museo Jumex de la Ciudad de México hasta el 16 de septiembre próximo, el registro del paso de uno de los compositores más destacados del Siglo XX y su relación e impacto en el trabajo de diversos artistas de nuestro país abre una nueva ventana para conocer a un artista excepcional, vigente en nuestros días, para el que conceptos como arte o creación resultaban banales en tanto se planteaban desde una óptica antropocéntrica, y que ante un acercamiento atento no distaban mucho de la vida misma.   Si bien los registros del cosmos de John Cage abarcan una panoplia exhaustiva que va de finales de la década de los treinta, a los albores de los noventa, existen puntos claros de referencia para poder adentrarnos en su obra y pensamiento, los cuales son una hoja vital y fértil que se desprende del complejo árbol de la tradición vanguardista del espíritu humano.

1.Imaginary Landscapes

Desde 1939 y hasta los albores de la década de los cincuenta, John Cage desarrollaría una serie de composiciones, a la que incorporaría en un principio discos de prueba de la RCA probados a diferentes velocidades, los cuales formaban parte de la obra y que de alguna manera ampliarían el mundo de posibilidades creativas, timbres, matices y colores a la hora de crear, reduciendo también el ejercicio creativo con la ejecución en vivo. Con el paso del tiempo, los paisajes imaginarios de Cage serían reconocidos como uno de los linderos más reconocidos de la música electrónica, del sampleo y la experimentación, en tanto los ruidos de megáfonos, radios, juguetes, así como generadores de ruidos y zumbidos serían incorporados como parte primordial de la obra. Esto abriría un campo de posibilidades inusual hasta entonces, incorporando la multiplicidad de resultados, en donde lo aleatorio y el azar potenciaban las posibilidades creativas. Es también en este contexto de obras que Cage vislumbra que la incorporación del ruido en el quehacer musical se dará con mayor frecuencia, al tiempo que imaginaba una música “autómata”, hecha completamente por máquinas. Hoy, el noise, la música dance y los programas de creación autogenerada son ya una realidad con varios años en la tierra.

2. Organ²/ASLSP (As Slow as Possible)

“Tan lento como sea posible” es una de las piezas musicales más controversiales de John Cage y también una de las más vivas a la fecha. Escrita en 1987, ASLSP es una de las composiciones más largas en duración que se hayan realizado a la fecha. Compuesta originalmente para órgano, esta obra nació originalmente en 1985, cuando un rendimiento típico de la versión para piano duraba de 20 a 70 minutos. Ese año, Cage optó por omitir deliberadamente el detalle de qué tan lento se debía ejecutar la pieza. ¿El resultado? ASLSP continúa tocándose en la iglesia de St. Burchardi en Halberstadt, Alemania; comenzó en 2001 y tiene una duración de 639 años. Se contempla que finalice en al año 2640. ¿Quién ha dicho que la revolución o el cambio es un proceso rápido?

3. 4´33´´

La más célebre y controversial de todas sus composiciones, en 4´ 33´´ John Cage plantea el silencio como un elemento creativo evidente, intrínseco al humano, del que ni el ejecutante ni el público pueden escapar. La pieza ha sido leída primordialmente en dos vías: por un lado se piensa que Cage desarrolló esta obra de tres movimientos, para generar una consciencia sobre lo que sucedía dentro de ese silencio, incómodo, que nos obligaría a poner atención en lo que ocurría, en tanto se sugiere que la composición puede ser interpretada en cualquier lugar: una calle bulliciosa, un parque o una sala de conciertos, con un pianista frente a la partitura, abriendo y cerrando la caja del piano en cada movimiento, cronómetro a un lado. No obstante, John Cage declaró en muchas ocasiones que 4´33´´ es una suerte de contenedor de ruidos, siempre distintos, para dar cuenta de la inexistencia del silencio total, hecho que quedaría patente también en el aislamiento de la cámara anecoica.   Cage creía que el mundo cambiaba en función del sitio desde donde fijáramos nuestra atención. La incorporación de la consciencia del silencio en la música como la planteó John Cage marcó un cambio radical de pensamiento sobre éste y el papel del escucha como ente activo y primordial de la creación.

4. Piano preparado

Fue la danza y la música percusiva la que dieron pauta al célebre piano preparado de Cage. En 1938, Syvilla Fort, bailarina y coreógrafa negra de la Cornish School de Seattle iba a dar una danza en viernes y John Cage era el único compositor musical a la mano. El lugar era pequeño y sólo había un piano en el escenario, así como escasos días para presentar la pieza. Para entonces, el compositor estadounidense llevaba diversos trabajos y exploraciones para percusión, algunos de ellos comisionados para la célebre compañía de Merce Cunningham, amigo cercano de Cage. Con la premura de la presentación en puerta y la intención de replicar infructuosamente los sonidos percutivos provenientes de África, que idóneamente acompañarían la actuación de Fort, Cage recurrió a las composiciones de su maestro Henry Cowell, quien en algunas obras para piano arañaba éste de forma violenta. Así, John Cage fue incorporando diferentes objetos dentro de la caja de resonancia del piano, dándose cuenta de que dependiendo de la afinación de las cuerdas, la altitud, forma o gramaje de los objetos, éstos detonaban determinados ruidos, timbres y notas sorprendentes. Las obras para piano preparado de Cage fueron punta de lanza para una dislocación discursiva de la música abstracta como se conocía hasta entonces. Se trataba pues de una novedad y desafío que a en el plano inmediato generó desconcierto y enfado (algunos tildaron a Cage de charlatán), pero que a su vez representaba un reto a la tradición y a las preconcepciones musicales que primaban entonces.

33 Apuntes

1. “Un error es sólo una falla al ajustar inmediatamente una preconcepción a una realidad”. 2. “Una investigación. A eso llamo ‘música experimental’, una música utilizada para buscar. Pero sin conocer el resultado”. 3. “Quien hace lo que ya está hecho, no cuenta. Que una cosa haya sido hecha significa: no es necesario que alguien más la haga. Una mano basta; cuando hay dos, una sobra. Las manos no son posesivas; pertenecen al mismo cuerpo”. 4. “Sal de la jaula en la que te encuentres”. 5. “Todo gran arte es una forma de queja”. 6. “El mundo está lleno de gente; cualquier cosa puede suceder”. 7. “En música, deberíamos contentarnos con abrir los oídos. En un oído abierto a todos los sonidos, ¡todo puede entrar musicalmente! No sólo las músicas que juzgamos hermosas, sino la música hecha por la vida misma”. 8. “Si la palabra ‘música’ se considera sagrada y reservada para los instrumentos de los siglos XVIII y XIX, podemos sustituirla por otro término más significativo: organización de sonido”. 9. “Un ‘error’ no viene al caso, porque una vez que sucede algo es; auténticamente, es”. 10. “La popularidad de las grabaciones es desafortunada, no sólo por razones musicales, sino también por razones sociales: porque permite al oyente aislarse de la gente”. 11. “La utilidad de la inutilidad es una buena noticia para los artistas. Porque el arte no sirve a ningún propósito material. Tiene que ver con el cambio de las mentes y los espíritus”. 12. “La ropa que uso para la caza de hongos rara vez se envía a lavar. Constituye una colección de olores que produzco y reúno mientras divago en el bosque. Noto que no sólo los perros (los gatos) también están encantados (les encanta olerme)”. 13. “Quiero que mi escritura sea tan clara como el agua que puedo ver, de modo que lo que experimento se cuente sin mi ser de ninguna manera en el camino”. 14. “Comienza en cualquier lugar”. 15. “Mientras descansaba, ella preguntó: ‘¿Cuál es la diferencia entre los nativos y los de afuera?’ ‘Nativos’, respondió, ‘comen en el interior y cagan al aire libre. Los forasteros comen al aire libre y cagan dentro de la casa”. 16. “Si mi trabajo es aceptado, debo avanzar al punto donde no lo es”. 17. “Eliminar a Dios del mundo de las ideas. Eliminar el gobierno, la política de la sociedad. Mantener el sexo, el humor, los servicios públicos. Deja que la propiedad privada vaya”. 18. “El arte no es algo que haga una sola persona, sino un proceso puesto en movimiento por muchos”. 19. “Los sonidos suficientemente atendidos, van definiendo un espacio, convirtiéndose en escultura”. 20. “Los sonidos no tienen propósito. Simplemente son. Viven. La música consiste en esa vida de los sonidos, en esa participación de los sonidos en la vida, que puede convertirse -pero no voluntariamente- en una participación en la vida de los sonidos”. 21. “El aburrimiento es algo que nosotros aportamos. El hastío sólo surge si nosotros lo provocamos en nuestro interior. Cuando no hay más yo, no hay más aburrimiento”. 22. “Valda dijo que si cambia su residencia cada seis meses legalmente puede liberar a sus hijos de la educación obligatoria”. 23. “Necesitaba otra base para la estructura musical. Esto lo encontré en el parámetro de duración del sonido, el único parámetro del sonido que está presente incluso cuando no se pretende sonido”. 24. “Entonces, ¿alguien tiene talento? ¿Y qué? Diez centavos por docena. Y estamos sobrepoblados. En realidad, tenemos más comida que personas y más arte. Hemos llegado al punto de tirar la comida. ¿Cuándo empezaremos a quemar nuestro arte?”. 25. “Los juicios de valor son destructivos para nuestro negocio, que es la curiosidad y la conciencia”. 26. “El propósito más elevado es no tener ningún propósito en absoluto. Esto lo pone a uno de acuerdo con la naturaleza, en su forma de operación”. 27. “No hace falta renunciar al pasado al entrar en el porvenir. Al cambiar las cosas no es necesario perderlas”. 28. “A la sintaxis, como al gobierno, solo se le puede obedecer. Es, por lo tanto, algo sin utilidad alguna, excepto cuando tengo algo especial para mandar, como: ve y cómprame un montón de zanahorias”. 29. “Puedes sentir una emoción, simplemente no pienses que es tan importante”. 30. “No tengo nada que decir, y lo estoy diciendo, y esto es poesía”. 31. “El sueño es lo que necesitamos. Produce un vacío en nosotros en el cual tarde o temprano fluyen las energías”. 32. “Ya sea que los haga o no, siempre hay sonidos que se escuchan y todos son excelentes”. 33. “No hay nada que tengamos que hacer que no sea peligroso”.

“Entre el silencio y la música,

el arte y la vida,

la nieve y el sol

hay un hombre.

Ese hombre es John Cage

(commited to the nothing in between)

Dice una palabra:

no nieve no sol,

una palabra

que no es

silencio:

A year from monday you will hear it.

La tarde se ha vuelto invisible”.

Octavio Paz, Lectura de John Cage

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