Es imposible evitar el debate ante decisiones y eventos trágicos. Ocurrió en 1957, en 1985, en 2017 y ahora ante Otis. Ante ello tenemos la oportunidad de preferir la observación tanto crítica como equilibrada y solidaria si existe claridad presupuestal y acción social e institucional pertinente. Los problemas son oportunidad para el debate o la polarización retórica, pero deben serlo sobre todo para la acción positiva. Resurgirá la Perla del Pacífico como el ave fénix.
La oportuna integración de sectores empresariales a la estrategia institucional genera confianza en la recuperación de Guerrero, en particular de Acapulco.
La semana pasada, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó un plan de 20 puntos, el cual considera apoyos a familias damnificadas, adelanto de programas sociales, créditos y exención temporal de impuestos para el restablecimiento del puerto y de Coyuca de Benítez.
En primera instancia se cuenta con una inversión de 61,313 millones de pesos, aunque el monto no está limitado y se ajustaría de ser necesario. También existe debate sobre los límites a imponer tanto a la rapiña material como a la de carácter político.
Hasta ahora, Katrina, que azotó en 2005 Nueva Orleans, ha sido el huracán más caro de la historia; oficialmente dejó pérdidas materiales por 165 mil millones de dólares. La reconstrucción llevó casi 10 años.
En México, Wilma, que en aquel mismo año golpeó Quintana Roo y destrozó Cancún, es el más costoso. Según las empresas aseguradoras, representó 2,600 millones de dólares y el Centro Nacional de Prevención de Desastres estima 17,700 millones de pesos.
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Evidentemente, la atención en Guerrero demanda más recursos públicos de los destinados a Cancún hace 18 años.
El Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la UNAM considera que el daño ocasionado por Otis regresó a Guerrero a los índices de desarrollo de 2010, aunque se tiene una oportunidad para detonar el crecimiento económico y generar mayor riqueza, si hay un plan integral de largo plazo.
Gobierno federal y empresarios están comprometidos con el plan para Acapulco, que entre los 20 puntos prevé adelantar dos meses el pago de todos los programas de bienestar, incorporar a 10,000 jóvenes más al programa de Jóvenes Construyendo Futuro para labores de limpieza, construcción, pintura u otras actividades equivalentes a un salario mínimo.
Prorrogar seis meses el pago de Infonavit, Fovissste y Seguro Social; exentar el servicio de energía eléctrica de noviembre a febrero próximo; entrega de canastas básicas por medio de cuatro grandes cadenas de abasto: Walmart, Soriana, Comercial Mexicana y Chedraui.
No se cobrarán impuestos ni en Acapulco ni en Coyuca desde octubre hasta febrero, y Nacional Financiera otorgará créditos sin intereses para pequeñas y medianas empresas.
Acciones más que opiniones. Y ambas son democráticamente objeto tanto de nuestro cuestionamiento como de la buena fe sustentada.
Contacto:
Salvador Guerrero Chiprés es presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.
Twitter: @guerrerochipres
Twitter: @elconsejomx
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