Por Eduardo Barnetche* La digitalización ha cambiado a las audiencias y a los consumidores de video, los ha convertido en un público cada vez más empoderado que gracias a plataformas de contenido “On Demand” y portales de videos en internet; estos consumidores van cambiando el control remoto por un dispositivo móvil. Actualmente, los distribuidores (empresas que poseen o adquieren derechos de contenido) y agregadores (organizaciones que operan una plataforma de agregación tradicional) tienen el gran reto de ofrecer contenidos a un público que tiene altas expectativas en la calidad de los servicios. Esto es porque el nivel de personalización y la habilidad de escoger y disfrutar de contenido en diferentes dispositivos, prescinde la necesidad de estar atados a una televisión o un decodificador. Disruptores, como Amazon, Google y Facebook aprovechan sus fortalezas adquiridas, alimentando la diferenciación e innovación en torno a las necesidades del cliente. Estos nuevos competidores tienen grandes proyecciones de crecimiento en comparación a las tradicionales, gracias a que ofrecen servicios orientados al cliente. Entre las principales preocupaciones de los agregadores y distribuidores están la aparición de nuevos modelos de precios, el incremento en los costos de producción, la creación rápida de nuevos servicios escalables, derribar barreras culturales y organizacionales y la conservación del compromiso y la lealtad a largo plazo. Los disruptores digitales nacieron con varias ventajas en su ADN que las hace adaptarse rápidamente tanto a las exigencias del mercado, como a las de la industria. Por ejemplo, se posicionan como líderes con plataformas abiertas que son receptivas a la innovación colaborativa, conforman nuevos modelos de negocio y hacen grandes inversiones en el contenido. Al ser organizaciones Data Driven, reciben una retroalimentación constante gracias a que pueden hacer una medición más puntal de su audiencia y tienen como filosofía el prueba y error sin miedo a equivocarse. Tomando esto como base, los tradicionales necesitan volverse completamente digitales, no sólo en su manera de operar, también en su forma de monetizar, al mismo tiempo que aprovechan sus ventajas competitivas. Para esto debe haber un método de transición que permita potenciar el Core Business mientras se acelera la digitalización. Los distribuidores y agregadores deben explorar lo que se conoce comúnmente como una “Curva S”: fomentar los valores base y también permitir lo nuevo. Para lograr esta transición es importante poner el foco en cuatro acciones importantes:
  1. Detectar y deshacerse de operaciones que no son estratégicas para el negocio para invertir en plataformas que permitan una relación más directa con los consumidores.
  2. Utilizar datos para ofrecer contenidos y publicidad a audiencias de nicho.
  3. Detectar las ventajas de modelos actuales y aprovecharlas para desarrollar plataformas digitales que permitan incubar nuevos modelos de negocio.
  4. Exponenciar estos nuevos modelos exitosos.
Hoy, el mundo debe enfocarse en la aceleración digital. Las compañías que no inviertan en el futuro ahora se quedarán detrás de su competencia en muy poco tiempo, mientras que las expectativas de los consumidores crecen y evolucionan, al mismo tiempo que una industria cada vez más desafiante. *Eduardo Barnetche es director para la Industria de Comunicaciones, Medios y Tecnología Accenture México.   Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @ebarnetche Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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