La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos detuvo este lunes la fusión de dos grandes cadenas de supermercados del país, Kroger y Albertsons, una operación valorada en casi 25,000 millones de dólares, por su potencial efecto de subida en el precio de los productos.

La agencia reguladora (FTC, por sus siglas en inglés) interpuso una demanda en un tribunal del estado de Oregón y señaló que la “megafusión se produce cuando los consumidores estadounidenses han visto aumentar consistentemente el costo de la alimentación en los últimos años”, según una nota de prensa.

Kroger, que es la primera cadena de supermercados por ventas en EU, anunció en octubre del año pasado un acuerdo para hacerse con su rival Albertsons, que es la segunda por ventas, para hacer frente a la competencia de otras grandes cadenas como Walmart, Amazon y Costco.

“La compra por Kroger de Albertsons llevaría a aumentos de precio adicionales en la alimentación de bienes diarios, exacerbando aún más la presión financiera que afrontan hoy los consumidores de todo el país”, dijo el director de la oficina de competitividad de la FTC, Henry Liu, en la nota.

También argumentó que la operación perjudicaría los salarios de los trabajadores de esas empresas, que emplean a unas 710,000 personas y poseen casi 5,000 superficies comerciales.

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Antes de la demanda de la FTC, las Fiscalías generales de Washington y Colorado ya habían intentado frenar la fusión, y al caso interpuesto por la agencia federal se ha sumado un grupo bipartidista de otros nueve fiscales, incluidos los de California, Arizona o Nuevo México.

El freno a la fusión no fue bienvenido por Kroger ni Albertsons: la primera dijo que la acción de la FTC será la que encarezca los productos, no ellos, y la segunda acusó a la agencia de tener una “visión desactualizada” del sector de la alimentación.

Anteriormente, para resolver las dudas sobre la competencia, Kroger ya se había comprometido a vender más de 400 establecimientos y otros activos, pero la agencia consideró que era una oferta “insuficiente” y llegó a calificarla como un “batiburrillo” que no “mitigará la pérdida de competencia”.

En su anuncio de octubre, las dos cadenas indicaron su intención de acometer una reducción de precios y a ese fin estimaron que las sinergias les permitirían ahorrar unos 500 millones de dólares en costes.

Kroger bajó un 1.7% en bolsa y Albertsons subió un 0.5% tras conocerse la noticia.

Con información de EFE

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