Desde hace algunos años se viene hablando de cómo el mundo ha cambiado con la llegada del internet y las redes sociales, del impacto de la globalización y la digitalización en cualquier actividad cotidiana, incluso también, de todos los cambios drásticos que la pandemia trajo.
Existe una frase que dice que “el mundo cambiará mucho más en los próximos 30 años que lo que ha cambiado en los últimos 200 años” y la realidad nos lleva a entender que la vida está en un constante cambio.
En el mundo de los negocios nada ni nadie está exento y será cada vez más común escuchar dentro de ellos términos, como negocios digitales, comercio electrónico, trabajo remoto, digitalización, automatización de empleos y de procesos, metaverso, realidad virtual, monedas nacionales virtuales y muchos más.
El metaverso es un tema del que existe más desinformación que información de valor, un tópico que provoca más incertidumbre que certeza, pero también hay una gran realidad detrás de este concepto: será el gran detonante de crecimiento en los próximos años.
Al metaverso se la conoce como una realidad virtual a la que podemos tener acceso desde gadgets especiales de realidad virtual o realidad aumentada, también lo podemos conocer como un espacio virtual en el que podemos interactuar de manera individual o colectiva.
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Metaverso = Evolución del internet
Sería un grave error creer que el metaverso es solo una cuestión de videojuegos o cosas para adolescentes que tienen una gran afición por la tecnología; estamos hablando de que el metaverso va encaminado a ser un entorno en el que, como seres humanos, podemos interactuar, ser parte de una comunidad, comprar o vender productos, desarrollar un negocio y un sinfín de cosas más que aún se desconocen.
En el metaverso -un mundo 100% digital- los emprendedores y las empresas que elijan ser parte de este ecosistema como parte de su propuesta de valor o de la diferencia con respecto a la competencia, tendrán la posibilidad de ser parte de la innovación y de lo que se considera será la nueva realidad.
El metaverso está en crecimiento y hay algunas interrogantes que con el paso del tiempo se irán aclarando; a medida que más personas y organizaciones deseen ser parte de este universo virtual, irá tomando una mejor forma.
Lo que es una realidad es que ni en el metaverso se podrán evitar los impuestos.
En los próximos años veremos con mayor frecuencia personas adquiriendo productos de cualquier tipo a través de gafas de realidad virtual, asistiendo a conciertos o visitando exposiciones artísticas, también realizando viajes, estudiando o trabajando de manera virtual absoluta, por ende, al ser actividades económicas tienen una carga tributaria.
En la actualidad, se estima el valor del metaverso en 500 billones de dólares y se presupuesta que aumentará hasta los 2.5 billones de dólares al final de la década, lo que nos confirma que esto es o será una nueva realidad cotidiana y que también habrá la necesidad de crear un marco legislativo y tributario para todos los que decidan ser parte de este nuevo espacio.
A nivel mundial, el concepto del metaverso está a unos años de la consolidación; en México aún está poco explotado, pero seguramente en los próximos años se regulará también la propiedad digital para garantizar la seguridad digital y, a su vez, fiscalizar de una mejor manera cualquier transacción económica virtual.
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Algunas preguntas que nos pueden ayudar a comprender mejor este tema y medir el impacto de las transacciones también, poder colaborar con las autoridades para que se implemente un marco legislativo y tributario justo dentro de un metaverso serían:
- ¿Cuál es el objeto y la naturaleza de una transacción en el metaverso?
- Al ser un bien o producto digital invisible en el mundo terrenal, ¿cómo medir o asignar la naturaleza del comerciante?
- Al no existir fronteras en el metaverso, ¿qué regulación internacional afectaría?
- ¿Cómo darle un valor monetario a un activo digital?
- Si hay tipo de cambio, ¿en qué momento se aplicaría?
- ¿Habrá acceso a las retenciones virtuales o a las deducciones?
Existen muchas más interrogantes que nos permitirían tener un mejor panorama, la verdad es que las autoridades fiscales requieren comprender y digerir esta nueva realidad, tener un mejor entendimiento de las capacidades actuales de su política fiscal, así como desarrollar las herramientas adecuadas que permitan proceder al cálculo y al cobro de impuestos sobre transacciones verificadas.
A la fecha son mínimas las regulaciones tributarias en materia del metaverso a nivel mundial. No obstante, el metaverso tendrá un impacto en un sinfín de áreas y la cuestión tributaria no será la excepción; con el paso del tiempo se podrá constatar el crecimiento y la popularidad de este asunto en cuanto a impuestos se refiere y para lograr una fiscalización justa dentro de un mundo digital, primero se debe tener un entendimiento del concepto para poder crear leyes que comprendan la naturaleza de las transacciones.
* Sergio Alberto Morales Zaldívar, licenciado en Contaduría Pública y Finanzas, es socio del Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM), escritor y conferencista.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
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