Por: Lucrecia Iruela
Lo único que sabemos es que estamos en momentos de cambios y de incertidumbre en muchos ámbitos y como no podia ser de otra manera también en el empresarial.
La Automoción y le Inteligencia Artificial van a ser los motores de cada vértice de nuestras vidas y precisamente por eso, tenemos que afianzar las bases y los pilares que nos sustentan.
Lo valores y la visión de los empresarios van a impactar en las decisiones empresariales. En un mundo donde cada vez los límites son mas abiertos y todo lo que parecía que salía de una película de ciencia ficción, se esta produciendo, debemos afianzar el liderazgo optimo.
Nadie sabe cuales van a ser los atributos o competencias del líder del mañana pero las predicciones se sustentan en la inteligencia emocional, la colaboración, la innovación y la sustentabilidad.
Soft skills que potencian nuestro lado mas humano. Como dice David Goleman, padre de la Inteligencia Emocional “Todas las emociones son, en esencia, impulsos que nos llevan a actuar, programas de reacción automática con los que nos ha dotado la evolución”.
La colaboración entre departamentos, sectores, países y gobiernos. Las empresas van ser tan complejas y multidimensionales que las diferentes plataformas y tecnologías deberán coexistir. Innovación para no solo crear sino reinventarnos cada vez que sea posible ya que tampoco sabemos que tipos de trabajos van a ser mas requeridos y cuales van a estar fuera del mercado. Y por ultimo, la sustentabilidad, donde todos, tanto personas físicas como jurídicas tenemos l responsabilidad de concienciar y promover un mundo mejor.
La reflexión a la que invito siempre en las sesiones de coaching y charlas a ejecutivos parte de la definición de liderazgo; ¿como se define el liderazgo?
La definición más sencilla de liderazgo sería aquel que lidera y promueve que otros desempeñen su trabajo. Pero siento que es una definición muy literal y parca. La definición en la que me apoyo para crear mi propia formula esta basada en Peter Drucker “El liderazgo consiste en elevar la visión del hombre hacia horizontes más altos, mejorar el rendimiento para alcanzar un estándar superior y construir la personalidad más allá de sus limitaciones normales.” En definitiva resalta la esencia del liderazgo y su poder transformador en las personas.
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Un buen líder tiene la capacidad de inspirar y guiar a otros para que vean más allá de sus limitaciones actuales y puedan vislumbrar un futuro mejor. Un líder efectivo no solo motiva a los demás a soñar en grande, sino que también los impulsa a dar lo mejor de sí mismos.
Las respuestas con las que me he encontrado siempre definen y revelan el estado de la persona en su empresa en el momento actual. Por ejemplo, para algunos ejecutivos el liderazgo es la agilidad de crear y entender la visión, de comunicarla y ejecutarla. Para otros, crear y fomentar la cultura de la empresa o la relacion con los Directores o VPs; tener visibilidad, influenciar. Tomar Decisiones. Otra definición común es formar y hacer crecer equipos. Para una gran mayoría es motivar a los equipos, hacer que trabajen y cumplan con los objetivos.
Sobre todo en México, la motivación es uno de los estilos de liderazgo más dominantes según el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía). Siendo mas obvio en las medianas y pequeñas empresas. Los ejecutivos motivan, inspiran e influyen al talento, intentando generar un sentido de confianza afianzamiento y pertenencia. Se les empodera de forma individual y colectiva. Pero esta tarea es compleja y dificil de llevar a cabo.
¿Cómo se consigue todo esto?
Mediante una formula que he desarrollado a traves de los años despues de trabajar con ejecutivos, empleados y emprendedores tanto del Silicon Valley como del resto del mundo. Siendo ésta: “el liderazgo es la relación que tenemos con nosotros mismos, con los demás y con el objetivo que nos ocupa en cada preciso instante”.
Siendo un concepto poderoso y multifacético. Es una relación entremezclada que involucra a tres elementos fundamentales: nosotros mismos, los demás y los objetivos que nos impulsan.
1. El liderazgo interno: La relación con nosotros mismos.
Antes de poder liderar a otros, debemos aprender a liderarnos a nosotros mismos. El liderazgo interno implica una comprensión profunda de nuestras fortalezas y debilidades, así como de nuestros valores, nuestra esencia. Tenemos que tener un autocontrol de lo que nos pasa en nuestro interior y como queremos tener nuestro dialogo interior. Conocer nuestras motivaciones, creencias y emociones nos permite tomar conciencia y ser coherentes con nuestros principios. Debemos decidir que tipo de relación queremos tener tanto internamente como externamente y para ello, hay que trabajar de forma constante.
2. El liderazgo externo: La relación con los demás.
Una vez que hemos cultivado una relación sólida con nosotros mismos, estamos mejor preparados para liderar a los demás. El liderazgo externo implica comprender las necesidades, motivaciones y preocupaciones de aquellos a quienes lideramos. Un líder empático es capaz de ponerse en el lugar de los demás, mostrando compasión y comprensión genuina.
El liderazgo también implica comunicarse de manera efectiva y escuchar activamente a los miembros del equipo. Un líder que sabe comunicarse claramente y brindar retroalimentación constructiva fomenta un ambiente de colaboración y confianza.
3. El Liderazgo hacia el objetivo: La relación con el propósito
Un líder no puede existir sin un propósito. El liderazgo hacia el objetivo se trata de tener una visión clara y la capacidad de inspirar a otros para que se unan en la búsqueda de ese objetivo. Un líder efectivo es apasionado y comprometido con la causa, lo que motiva a los demás a seguir adelante incluso en momentos de desafío.
Contacto:
Lucrecia Iruela. Abogada, Coach ejecutivo, Empresaria. Marshall Goldsmith 100 coaches
IG @melioranet
Twitter: lucreciart
LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/lucreciai/
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
