Por Gunther Barajas * Ante los retos que enfrenta la economía mexicana, específicamente en la industria automotriz, surge la pregunta entre los empresarios: ¿en dónde enfocar el futuro de las empresas?. Tenemos dos opciones principalmente: a) Invertir en el desarrollo tecnológico de los productos que fabricamos, buscando lograr un diferenciador que nos posicione con mejores márgenes de operación y un alto grado de vinculación con nuestros clientes, o b) Enfocarnos en procesos que requieran una menor inversión, pero que nos van a encasillar en productos altamente sustituibles y de bajo margen de operación. Estas son las opciones que tenemos como país a decidir, ¿cuál es el futuro que tenemos que tomar? El transformarnos en un país que esté generando un alto valor agregado y con productos que sean difícilmente sustituibles o un país de mano de obra barata y que pueda ser trasladable en base a la oferta y demanda de otras regiones en el mundo, pero con un menor riesgo en la inversión. Lee también: Economía británica se contrae por cierre de plantas de automóviles Situación compleja ante la realidad actual, ¿cómo arriesgar en un ambiente de alta volatilidad? Con cambios impredecibles en las decisiones de comercio internacional y en un ambiente de incertidumbre de la economía nacional, y a pesar de las nubes grises que tenemos que enfrentar, la respuesta debe de ser: Tenemos que transformarnos, tenemos que desarrollar nuevos productos y servicios que sean únicos, que posicionen a nuestras empresas de manera diferente, donde nuestros productos tengan un alto valor agregado y generen una experiencia positiva en los clientes. Si volteamos y observamos el entorno de los nuevos negocios, veremos que se están gestando innovaciones de vehículos autónomos y objetos conectados que están cambiando radicalmente el modelo de negocio actual y la manera en que se desarrollarán los negocios en el futuro. Hoy, en los centros de emprendimiento alrededor del mundo, los jóvenes pueden crear un producto inteligente y conectado en un par de horas, y esto pone en riesgo a las operaciones de bajo valor agregado, ya que alguien desarrollará en cualquier momento la tecnología para substituir nuestros productos o automatizar su fabricación. El decidir que vamos a transformarnos, va a requerir una combinación de conocimiento y experiencia, además de incorporar el componente de innovación que nos llevará a crear este producto nuevo o diferente, y que ayudará a la transformación de nuestra industria; imaginen, tener un producto único, y que este creando un nuevo segmento de industria, donde el mercado esté dispuesto a pagar un valor adicional. Cuando la industria se compromete en un proceso de constante invención y reinvención, el conocimiento y la experiencia deben estar disponibles para todos, la tecnología debe de ser un habilitador, pero el ser humano debe de ser la clave de la innovación y la transformación de los productos. Un caso similar al siglo XV cuando se desarrolló la imprenta, y la disponibilidad general a los libros brindó a las personas acceso a los conocimientos; hoy, estos conocimientos y habilidades, sumados a la tecnología correcta, nos brinda posibilidades de colaboración para imaginar, probar, crear y operar experiencias holísticas tanto en el mundo real como en el virtual. Al igual que el conocimiento y la experiencia, las oportunidades están disponibles para todos. Los líderes empresariales ahora tienen un camino claro para crear y beneficiarse de un futuro más próspero y sostenible. * VP de Dassault Systemes. Presidente del CLAUT Edo Mex Contacto: Twiter: @GBV_001 LinkedIn: guntherbarajas Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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