La globalización y el comercio internacional son el motor que impulsa la economía mundial, sin embargo, el impacto o beneficio que recibe cada país depende en gran medida del nivel de competitividad de su sector productivo interno; es decir, del valor agregado que poseen los bienes o mercancías que se exportan en comparación con los producidos por otros países con los que se compite en el mercado global.

La historia ha demostrado que los países productores de bienes que poseen mayor grado de desarrollo tecnológico han sido los “ganadores”, por decirlo de cierta forma, de la globalización y el comercio mundial.

Para México, una de las etapas de mayor crecimiento económico fue cuando reforzó sus lazos comerciales con Estados Unidos y Canadá, firmando el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), uno de los más importantes en la historia del país y en el mundo, pues en él se establecieron condiciones preferenciales para las importaciones y las exportaciones de mercancías originarias de cada una de las tres partes, haciendo que el comercio exterior en la zona norte de América creciera en forma sostenida a niveles nunca antes vistos. 

Posteriormente, como consecuencia de los resultados obtenidos y de la relación entre nuestros países, surgió la necesidad de modernizar el acuerdo firmándose el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), que reemplazó al TLCAN y permitió profundizar las relaciones comerciales entre América del Norte, atendiendo además las nuevas realidades globales y las necesidades de sus integrantes.

El impacto histórico que tuvo la suscripción del TLCAN en el desarrollo e implementación de las plantas de producción de vehículos en el país, permitió a México incrementar su nivel de competitividad internacional, obteniendo como resultado transformarse en uno de los principales países exportadores de automóviles nuevos y de materias primas para la industria automotriz global, así como desarrollar la industria de mayor integración regional en el mundo.

En este contexto, México debe seguir impulsando el crecimiento económico, ahora con el TMEC, ya que, si bien aún seguimos siendo considerados como una economía emergente, es claro que los avances en la producción de automóviles nos están consolidando dentro de los cinco primeros lugares de exportadores a nivel mundial.

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Pero ¿qué dicen los datos duros al respecto? Recientemente el Inegi publicó los resultados de la balanza comercial, la cual es básicamente el indicador clave para observar el desempeño de nuestra compra y venta de productos en el mercado mundial; y por lo que respecta a julio de 2023, hay tres cifras importantes que me gustaría comentar:

En primer lugar, claro está, el crecimiento anual de las exportaciones totales, la variación que tuvieron fue apenas del 2.9% esto significa que hubo un aumento moderado en los bienes que vendemos al extranjero; en segundo lugar, las ventas al exterior de la industria manufacturera obtuvieron un avance del 6.8% y en tercer lugar, podemos identificar que las exportaciones de vehículos tuvieron un crecimiento muy importante del 35.7%. 

¿Qué nos dice esto? Que la producción automotriz está impulsando el crecimiento de las exportaciones totales, haciendo que las cifras se mantengan en variaciones positivas. Otro punto que reconocer es que en el acumulado enero a julio de 2023, el valor total de los vehículos exportados fue de 105,355 millones de dólares, lo que equivale al 31.0% de las exportaciones totales.  

Además, al comparar este valor con el resto de los productos que comercializamos en el exterior, los correspondientes a la industria automotriz se colocan como el principal componente de las exportaciones de manufacturas, demás de ser el sector más superavitario, lo que le merecería un espacio propio al sector dentro de la balanza comercial.

En suma, los resultados más recientes de la balanza comercial muestran la creciente importancia del sector automotriz como promotor de las exportaciones e impulsor del crecimiento económico en México. Como representante y vocero de la AMIA, puedo decir que esto nos llena de orgullo ya que refleja el trabajo que hemos realizado durante las últimas décadas con el compromiso que tenemos con nuestro país.

Contacto:

Dr. José Zozaya, presidente ejecutivo de la AMIA

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

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