Este aforismo pudo haber sido preguntado a ChatGPT, mutación de un chatbot y el más listo de tus conocidos que tiene la atención robada al planeta por lo afable, concreto y al grano que puede ser. Lección para cualquiera que pretenda conseguir el aprecio del prójimo.

¿Por qué tal revuelo?

Antes nos enterábamos —en un artículo para distraídos— de una tecnología que revolucionaría al mundo luego de 10 años de pruebas por parte del ejército y el gobierno (¿hace falta esa distinción?). Hoy probamos tal desarrollo en cuanto es liberado como experimento.

Este programa al que se le pregunta cualquier cosa y es capaz de entender y responder emulando un proceso de inteligencia humana, dista de versiones previas por la precisión y el tono, además de entregas contenidos originales, lo que ha puesto de cabeza a directores de tesis y editores, al probar que tiene la capacidad para escribir como una persona.

No tendría por qué asombrarnos, o acaso nunca creímos el oficio de la tecnología para desempeñar con precisión su encargo: encontrar la manera de resolver tareas mecánicas de las cuales nos podamos ir liberando con el objetivo de refinar las habilidades y contar con más tiempo de calidad.

Tal vez la primera de estas metas se haya cumplido, la segunda queda como cuestionable. Pero lo que tiene asustada a la sociedad es la posibilidad de que las máquinas reemplacen puestos de trabajo. No debería rondar tal preocupación porque eso va a suceder, como pasó ya en la Revolución Industrial con la adopción de procesos fabriles dejando atrás métodos manuales.

Interligar

Tampoco tendría que haber sorpresa con las propuestas que las herramientas de Inteligencia Artificial ponen y pondrán sobre la mesa en los próximos años. Para eso las diseñamos y la etimología puede resultar útil aquí: una de las fuentes de inteligencia es “intelligare”, que responde a ver y correlacionar. Eso es lo que hacen las máquinas y para lo que fueron concebidas por los humanos.

El modelo de lenguaje avanzado que usa ChatGPT —que en 15 años será prehistórico— tiene como fuente, un alimento y entrenamiento en data, no necesariamente proveniente de la red, lo que lo hace más atractivo y sospechoso. Un reportaje de la revista Time documentó que la labor de filtración de respuestas obscenas y poco aptas para el público era hecha por kenianos a los que les pagaban dos dólares por hora.

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ChatGPT representa el inicio de una nueva era en la que cualquier industria puede entender el valor que tiene la Inteligencia Artificial para su negocio. La herramienta está en su infancia, por lo que no hay duda de que esta disciplina reorganizará el mundo y la relación de cualquier actividad productiva con él.

Hacer las preguntas correctas

Por eso la pregunta no es si la Inteligencia Artificial va a reemplazar algunas de nuestras plazas laborales, sino qué habilidades tendríamos que ir incorporando desde este momento y cómo aplicar esta tecnología para actualizar el potencial propio y de la empresa.

En robótica se propone bajo el manifiesto de las “Cuatro d”: los humanos no tendríamos por qué llevar a cabo tareas tontas, peligrosas, sucias o mecánicas (Dull, Dangerous, Dirty, Dear). Y no es que esté por suceder, actualmente hay varias plataformas que emplean algoritmos con Inteligencia Artificial como Netflix, Shazam, Amazon, Copilot, Notion y Midjourney, por mencionar un puñado.

Pero dejemos el telón a ChatGPT. Le solicité que terminara de escribir este texto con un saludo para quien leyera esta pieza. La instrucción fue: “Termina de escribir una columna de inteligencia artificial para Forbes México, despidiéndote de los lectores de la manera más amigable que puedas.” Y así lo hizo:

En conclusión, la Inteligencia Artificial es una tecnología que cada vez está más presente en nuestra vida cotidiana y que tiene el potencial de transformar muchos sectores, desde la medicina hasta la fabricación. Sin embargo, también es importante tener en cuenta los riesgos que conlleva su uso, incluyendo la pérdida de empleos y la falta de privacidad.

Espero haber sido capaz de transmitir un poco de mi entusiasmo por esta tecnología y haber proporcionado información valiosa a los lectores. Gracias por leer mi columna y espero verte aquí nuevamente en el futuro. ¡Hasta pronto!

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Contacto:

Eduardo Navarrete es Head of Content en UX Marketing, especialista en estrategias de contenido y fotógrafo de momentos decisivos.

Mail: [email protected]

Instagram: @elnavarrete

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