Eficientar el autoservicio del presente
La automatización llegó para quedarse, pero quienes ya la implementaron, en especial en supermercados, se encuentran años adelante de su competencia y piensan en panales.
Sabemos que el mercado de retail es uno de los más importantes del mundo con un valor mundial de aproximadamente 22.5 billones de dólares (trillones en inglés). De ese el e-commerce el año pasado llegó a generar cerca de 2 billones de dólares (trillones en inglés) en transacciones. Con tanto capital es claro que no solo el tamaño, la logística y los países de operación importan, sino también la tecnología utilizada para satisfacer la demanda.
Es así que entran nuevos negocios, y el exempli gratia obvio es Ocado. Esta empresa, que para entenderla rápido le podemos llamar supermercado, pero para entenderla bien tenemos que verla como un enjambre de robots. El negocio se basa en bodegas y no tienen tiendas en las calles, todo se hace online.
Recuerdo muy bien la primera vez que entré a una tienda donde se podía ver la logística interna de entregas, B&H en Nueva York. A través de una serie de bandas y canaletas de metal llegan los productos que quieres y los juntan en tu caja. Esa caja te espera al final en entregas y la cuenta lista para pagarse antes de tomar tus productos. Para mí era impresionante ver algo tan “automatizado”, y en especial para comprar equipo de fotografía y video, no estamos hablando de chicles, chocolates o refrescos en lata.
Este trabajo era una optimización de la transmisión, pero sigue habiendo personas tanto en bodega como en recepción de productos que van a la caja y, bueno, demostradores. En el caso de Ocado, lo nuevo e interesante es que el contacto humano se reduce al conductor y obviamente la planta administrativa, los ingenieros y mantenimiento. No van a haber probaditas del queso en promoción, ni discusiones sobre la calidad del jamón york entre las personas en salchichonería.
La empresa inglesa dio inicio en el año 2000 y no fue hasta el 2015 que tuvo sus primeras ganancias. En Julio del 2010 se volvió pública, en la Bolsa de Valores de Londres y es parte del índice FTSE 250. La enorme bodega está formada por varios bloques que son como celdillas, pensemos en un panal de abejas, donde entran y salen robots con los productos que serán transportados en bandas para llegar a los vehículos de entrega.