Por José Manuel Mier Odriozola* ¿Cuánto cuesta el cigarro? La respuesta rápida y superficial es aproximadamente 50 pesos la cajetilla…. Pero lo que la población debe de conocer es cuánto cuesta realmente el cigarrillo y su consumo a la sociedad en la que vivimos, cuánto cuesta en dinero y lo más importante cuál es el costo de vidas y calidad de la misma para  nuestro país. Pues bien, en el planeta mueren aproximadamente entre 56-60 millones de personas al año, de esta cantidad alrededor de 42 millones son por enfermedades no contagiosas y de éstas últimas las tres causas más frecuentes de muerte según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y las enfermedades respiratorias que representan casi 30 millones de muertes en total, si a esto agregamos algunas otras enfermedades muy representativas como las cerebro-vasculares nos lleva a la escalofriante cifra del 72%, si, el 72% de las muertes del mundo están ocupadas por un grupo pequeño de enfermedades que comparten como denominador común el consumo de cigarrillos. Por estas cifras es que se ha convertido el cigarro en la primera causa de muerte prevenible en el planeta. En México sólo el cáncer de pulmón ya representa una causas muy importante de muerte siendo la segunda causa por cáncer en hombres y la cuarta en mujeres, a nivel mundial es la neoplasia pulmonar la número uno en muertes a nivel global. Sabemos los que tratamos a diario este tipo de paciente que aproximadamente el 77% de los cánceres pulmonares están ligados a fumadores y las cifras de la Comisión Nacional Contra las Adicciones son claras al decir que en México si bien está disminuyendo en consumo de cigarros en varones adultos, por el contrario va en aumento en adolescentes y adultos jóvenes y muy especialmente en mujeres. Estos datos nos hacen pensar que en los siguientes años el cáncer de pulmón en México se podría posicionar al frente de las muertes por cáncer como ya ocurre en la mayoría de los países del planeta. Desde el año 1964 el sistema de salud de Estados Unidos dio a conocer los datos que soportaban la evidencia científica que demostró que el consumo de cigarrillos perjudica la salud, especialmente lo que atañe al sistema cardiovascular y respiratorio, pero no sería hasta 2003, cuando se pudo firmar una tratado de alcance mundial para regular el tabaco, el famoso “Convenio Marco para la Reducción del Consumo de Tabaco”, que básicamente se sustenta en cuatro pilares:
  • Gravar con impuesto altos la venta del producto.
  • Generar por Ley áreas públicas libres de humo.
  • Advertir mediante publicidad que el consumo del este producto es malo para la salud.
  • Prohibición de todas las formas de publicidad de tabaco.
Sin duda, estas medidas has surtido efecto y México es uno de los firmantes de este convenio desde hace más de 14 años. De estas severas medidas regulatorias sin la menor duda la más efectiva a nivel mundial ha sido encarecer el tabaco, a través del impuesto que lo grava, que según la OMS no debería de ser menor de 70% del valor total. ¿Dónde está México en este punto? En nuestro país fuman alrededor de 17 millones de personas tomando en cuenta a los que lo son sólo ocasionalmente, hasta los que lo realizan de manera diaria. El gasto sanitario por producto de enfermedades derivadas del consumo de cigarrillos es de 570,000 mdp, lo que representa el 10% de todo el gasto sanitario, lo lógico sería pensar que el gravamen impuesto a la venta del cigarro fuera suficiente para pagar esta factura… pero sucede que esto no es así. Nuestra hacienda pública grava al cigarro con dos impuestos: el IEPS (Impuesto Especial Sobre Productos y Servicios) y el IVA. El primero representa un porcentaje del 160% al valor del producto y el segundo 16% igual que al resto de los productos que llevan éste. Lo que nos da un total del 67.29% de impuesto real al precio del producto en el mercado, quedándose esta cifra por debajo de lo mínimo recomendable por la OMS y muy lejos de los países donde las políticas antitabaco está teniendo mejores resultados como Chile donde se grava con 84% o Finlandia con 89%. Incluso en México se ha dado el caso de que a pesar de la subida del tabaco, el consumo no ha caído lo que hace encasillar al cigarrillo como un producto inelástico (se vende aunque sea caro).

El cigarro para México no es negocio

Fuente: Centro de Estudios de las Finanzas Públicas.

¿Qué se puede hacer? En algunas naciones se están tomando medidas más allá de las ya comentadas, como aumentar la carga impositiva al producto, dentro de estas, se encuentra la regulación de productos conocidos como de riesgo reducido, dentro de los que se encuentran por ejemplo los cigarrillos electrónicos, estos sin duda está teniendo éxito en diferentes mercados como Reino Unido o Japón, donde han demostrado una clara utilidad, sin embargo, no son toda la solución, ya que si bien tienen menor carga de productos nocivos para la salud, pueden no estar exentos de nicotina, que finalmente es el componente más adictivo del producto. Las cifras son claras, alrededor del 80% de los consumidores de tabaco saben que es perjudicial a su salud y al 90% de ellos les gustaría dejarlo, pero nos encontramos con el desesperanzador dato de que sólo el 7% de ellos lo conseguirá. Como se puede dejar ver en estas líneas el cigarro claramente es muy caro para el país, la solución no es sencilla y es preciso, que se suscite un debate muy bien informado entre todas las partes (Sector Salud, Sociedad Civil, comunicadores, industria tabacalera y afines, etc.), para conseguir en las siguientes años una reducción sustancial del impacto en la salud de este producto. “Fumar representa la primera causas de muerte evitable en el planeta” *Cirujano de Tórax. Instituto de Cirugía Torácica Mínimamente Invasiva. Hospital Ángeles Lomas.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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