La ola de viajeros hacia México no detiene su avance. El entusiasmo renovado de los turistas internacionales por visitar los destinos del país beneficia a la llamada industria sin chimeneas y este año guarda la promesa de continuar con la recuperación de la economía tras la aparición del coronavirus SARS-CoV-2. 

“Todavía estamos siendo beneficiados de la economía norteamericana, que tiene dudas, pero que tiene signos positivos, como la contención de la inflación en las últimas semanas y un buen comportamiento en términos de empleo, pero sí hay un escenario en donde habría una desaceleración de la economía y habría que ver si se convierte en una recesión”, explica Francisco Madrid Flores, director del Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur) de la Universidad Anáhuac.

El segundo semestre del año será decisivo para observar si el panorama de la economía tiene efectos sobre el comportamiento de los turistas en México y el mundo. Sin embargo, no es el único riesgo latente para continuar el alto vuelo de la industria. 

En diciembre de 2018, Miguel Torruco Marqués, titular de la Secretaría de Turismo (Sectur), anunció la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), una decisión tomada por el presidente Andrés Manuel López Obrador que aún se mantiene presente en la memoria del sector privado. 

La capacidad de México para promoverse a nivel internacional como destino de viaje será uno los retos adicionales, pese a que regiones como Los Cabos o Puerto Vallarta, por mencionar algunas, han lanzado iniciativas de promoción. Esto no es un plan generalizado en todo el país. 

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En Estados Unidos, el gasto estimado de mercadotecnia en turismo es 1,800 millones de dólares (mdd) este año, lo cual incluye empresas y destinos turísticos; mientras que en México la inversión en promoción turística por parte del Gobierno Federal es casi inexistente. “No tenemos mecanismos especializados de atención de crisis y éstas siempre están ahí presentes”, dice el director de Cicotur. 

A pesar de todo, el turismo mexicano se mantiene entusiasmado, por lo que puede representar este 2023. 

“La industria, históricamente, ha sido un motor para la economía de México, y la verdad es que sí se sufrió [durante la pandemia], pero estamos en esta recuperación y nosotros queremos dar vuelta a esta página y seguir invirtiendo, creciendo y tratando de poner a esta industria como prioridad nacional”, dice Braulio Arsuaga Losada, presidente reelecto del

Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET). 

El 2022, “ha sido un año de recuperación”, dice Arsuaga, quien pone especial énfasis en que los ingresos por viajeros internacionales crecieron 13%, en comparación con 2019, y la llegada de turistas vía aérea creció 8.4%, mientras que la Balanza Turística creció 41.6%, al pasar de 13,000 a 18,000 millones.

PANORAMA INTERNACIONAL 

En 2022, más de 900 millones de turistas realizaron viajes internacionales, lo que representa el doble que en 2021, pero esta cifra sólo representa el 63% de los niveles prepandemida, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de Turismo (OMT). 

Medio Oriente tuvo el mayor incremento relativo, ya que las llegadas ascendieron al 83% de los niveles previos a la pandemia; la región de África y América recuperaron alrededor del 65% de los visitantes registrados antes de la emergencia sanitaria por Covid-19; Europa llegó casi al 80% de los niveles prepandémicos, con 585 millones de llegadas en 2022; mientras que la región de Asia y el Pacífico sólo recuperó el 23%, dice el primer Barómetro OMT del Turismo Mundial de 2023.

“Un nuevo año trae nuevos motivos de optimismo para el turismo mundial. La OMT prevé un buen periodo para el sector, aun enfrentándonos a diversos retos, como la situación económica y la continua incertidumbre geopolítica. Diversos factores económicos pueden influir en el modo de viajar de las personas en 2023, y la OMT prevé que la demanda de viajes internos y regionales siga siendo fuerte y ayude a impulsar la recuperación más generalizada del sector”, dijo, en enero pasado, Zurab Pololikashvili, secretario general de la OMT. 

Sin embargo, los factores económicos, como la desaceleración de la economía estadounidense y los niveles elevados en las tasas de inflación, o geopolíticos, principalmente la guerra entre Rusia y Ucrania, son motivos de alerta para el crecimiento del turismo mundial este año, advierte Francisco Madrid al hablar sobre el impacto en los viajes internacionales. 

Los viajeros buscarían destinos más cercanos geográficamente frente a los retos que impone el mercado internacional. 

En cuanto al turismo en la región latinoamericana, es visible que los conflictos políticos en Perú, Brasil y Argentina podrían frenar el buen comportamiento que habría tenido la industria turística en los últimos dos años, tras los momentos más álgidos de la pandemia de coronavirus. 

En el mercado nacional no se esperarían aumentos significativos en la actividad turística, mientras que, en el mejor de los casos, se podrían alcanzar los niveles de 2019. El mercado fronterizo aún se mantendría con bajos niveles, con un descenso de turistas fronterizos en torno al 40%, lo cual impacta al grueso de los viajeros que arriban al país. 

Este año, las divisas turísticas mantendrán un comportamiento positivo por el turismo internacional. “Eso eventualmente hará que el PIB turístico se encuentre en niveles previos a los que tenía antes de la pandemia”, dice Madrid. 

Hoy, el turismo aéreo representa el 85% de los ingresos y ha tenido un buen comportamiento en 2022, pero podría desacelerarse en función del avance del año. Francisco Madrid explica que hay una especie de “burbuja psicológica” que sigue impulsando la llegada de turistas desde Estados Unidos al país. 

“Ésa es la parte que me parece que es una debilidad que hoy enfrenta el país y que podría impactar en los mercados a partir del segundo semestre del año en curso”. 

Por otro lado, el mercado doméstico alcanza un 80% del consumo turístico, pero no se esperaría un aumento extraordinario. 

Los destinos de sol y playa seguirán siendo los preferidos de los turistas, pero el objetivo que debe fijarse la industria es buscar nuevos segmentos que puedan resultar atractivos para las nuevas generaciones. 

Lo cierto es que tanto Braulio Arsuaga como Francisco Madrid reconocen que los inversionistas siguen teniendo la mirada puesta en México y, sobre todo, durante 2023, como es el segmento de los hoteles. 

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HOTELES PARA LA COMUNIDAD 

Nicólas Martínez, vicepresidente de Desarrollo para México, Centroamérica y el Caribe de Accor, cree que el país ofrece oportunidades para seguir creciendo y atrayendo turistas. 

Desde Tijuana hasta Cancún, Accor cuenta con 35 hoteles distribuidos alrededor de la República Mexicana. 

El ejecutivo de Accor reconoce que en el norte del país se comienza a vivir un interés de los turistas que son atraídos por el llamado nearshoring, que se traduce en la llegada de cadenas productivas de Asia hacia México. 

Además, la empresa observa que metropolís como la Ciudad de México comienzan a tener nuevos desarrollos para ampliar la infraestructura turística y alcanzar los niveles prepandemia. 

México vive diferentes panoramas turísticos. Los destinos de sol y playa se han visto beneficiados, pero las ciudades todavía enfrentan los retos surgidos tras la aparición de la pandemia en 2020. 

En el caso de Accor, el grupo hotelero tuvo un crecimiento en el número de nuevos cuartos de 9.5% en el país. Y es que la empresa ha abierto nuevos hoteles en la Ciudad de México, para ampliar su capacidad y atender a los turistas nacionales e internacionales. 

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Con ubicaciones en Santa Fe, Insurgentes y el barrio de La Condesa, la firma quiere poner la semilla de lo que será su crecimiento, a través de una propuesta de estilo de vida centrada en las ciudades, como lo es la capital del país. 

“Diseñamos los hoteles para la comunidad y no para el viajero. Creemos que ahí hay una diferencia importantísima”, dice Nicolás, al apostar en nuevos conceptos más atractivos dentro de las comunidades en donde se ubican. “En la Ciudad de México vemos mucho potencial por su mix de negocios, grupos y turismo, como la Fórmula 1”, dice el ejecutivo de Accor, firma propietaria del Sofitel, ubicado en Paseo de la Reforma. 

La empresa también ve potencial para seguir creciendo en los destinos de la Riviera Maya, como Tulum; y también en Baja California, Riviera Nayarit, Puerto Vallarta y Mazatlán, por mencionar algunos. 

“Hoy tenemos un portafolios del 24%, o sea, lo que tenemos firmado y en proceso de construcción para abrir en los próximos tres años es un 24% de nuestro portafolios. En otras palabras, estamos sumando una cuarta parte de nuestro portafolios”, dice el vicepresidente de Desarrollo de Accor, quien sabe que el fantasma de la recesión en Estados Unidos también es un símbolo de prudencia para el turismo. 

OPORTUNIDADES Y APRENDIZAJES 

“Nosotros creemos que será un buen año para el turismo”, dice Braulio Arsuaga al referirse a 2023, pero México y la industria turística deben crear nuevos productos, ya que la gente quiere viajar de modo diferente, ya que las generaciones más jóvenes, millennials y centennials, se han vuelto decisivas entre los viajeros. 

Para 2025, los millennials y centennials representarán el 50% de los viajeros en el mundo y “eso significa viajar de forma diferente, atentos a la sustentabilidad. Al final de cuentas, nosotros necesitamos crear productos diferentes que puedan estar hechos para estas personas”, dice el empresario mexicano. 

El mundo vive un cambio de rostro. El 48% de los viajeros de Latinoamérica desea destinos de naturaleza y el 78% de los millennials prefiere gastar su dinero en experiencias. 

Las oportunidades en el turismo mexicano también se encuentran en el aprendizaje de los viajes fuera de temporadas vacacionales y la llegada de los llamados “nómadas digitales”, quienes no tienen un centro de trabajo físico por la naturaleza de su trabajo a distancia en las empresas tecnológicas. 

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“Si los inversionistas están apostando por los destinos turísticos del país, eso se debe a que le ven potencial”, dice el académico de la Universidad Anáhuac. 

La inversión se encuentra focalizada en el Caribe mexicano, traducida en la construcción de cuartos, pero en la Ciudad de México hacen falta mayores inversiones, por ejemplo. 

“Para 2023 y 2024, se terminarán todas las obras prioritarias de la actual administración en materia turística: trenes, aeropuertos, autopistas y atractivos ‘ancla’, entre otros. Se consolidarán los eventos internacionales, y el 47 Tianguis Turístico México, a realizarse por primera vez en la Ciudad de México, y que será un hito en su historia. Nos afianzaremos como potencia turística”, dijo Torruco Marqués en enero pasado. 

Sin embargo, la inseguridad “es una bomba de tiempo, y en cualquier momento puede estallar y hacer que se descarrilen los buenos resultados”, explica Francisco Madrid, quien cree que es un tema que se debe de atender. 

Arsuaga es entusiasta con las oportunidades, pero también cauteloso frente a los retos. “Es un año importante, de recuperación y de reflexión”, dice el presidente del CNET.

 

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