La evolución de la ciencia y la tecnología, como el desarrollo e implementación de la inteligencia artificial que actualmente vive un boom en todo el mundo, ya no deviene de las academias, sino de las industrias y grandes empresas tecnológicas y, al haber objetivos económicos, estos “no vienen puramente del interés de explicarnos el mundo, sino de cómo le hacemos para que este producto sea cada vez más necesario”, advirtió el investigador de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Claudio Nebbia Rubio.

Al participar en la mesa redonda “Cazando mitos, yo robot ¿El desarrollo de la Inteligencia Artificial es un peligro para los humanos?”, consideró que detrás del auge de esta tecnología hay intereses económicos y el objetivo será siempre buscar el mejor rendimiento laboral y obtener mayores ganancias. “Si puedo contratar a alguien que sepa usar la inteligencia artificial y realizar el trabajo de varias personas, lo prefiero a tener numerosos empleados, no por un hecho cruel, sino por competitividad; de no hacerlo quedo fuera del mercado”, dijo.

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El académico comentó que cada vez más empresas de diferentes ramas de la industria presionan para que la gente adquiera habilidades en el manejo y creación de inteligencia artificial, con el objetivo de ahorrar presupuesto; quienes carecen de esos conocimientos son despedidos. “Es válido cuestionarnos si gran parte del progreso de la ciencia actual entorno a la inteligencia artificial emana de los deseos del sector industrial o ¿cuál es el rol de este en la generación y elección del camino que va a seguir la investigación en este rubro?”.

“El mercado revoluciona de manera acelerada, agregó, y son las grandes compañías las cuales cuentan con el capital económico para invertir, y las que marcan la línea hacia donde se mueve la investigación y el crecimiento en tecnología de acuerdo con sus intereses”, apuntó y alertó que “el nivel de peligrosidad que puede traer consigo el progreso de la inteligencia artificial depende, en gran medida, de los fines para los cuales fue creada y del uso que se le quiera dar”.

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Por su parte Vladimir Lemus Yáñez, profesor de la Facultad de Ciencias y especialista en Física Computacional, apuntó que “dentro del proceso de la elaboración de esa avanzada ciencia lo perturbador no es que las máquinas se parezcan cada vez más a las personas o que eventualmente las sustituyan en labores que resultan complicadas, sino la manera en que a través de ellas se allegan de nuestros datos personales y cómo los utilizan”.

A lo que debemos temer, subrayó, es al empleo de la información obtenida -sin nuestro consentimiento- a través de dispositivos que están en el área digital del celular, de la tableta o computadora y los aparatos digitales que usamos, bajo la idea de que todo lo que es público es gratis. “Aunque no tengamos cuentas en redes sociales, saben perfectamente quienes somos y cuáles son nuestras preferencias y gustos de todo tipo”.

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Para Lemus Yáñez es necesario superar la visión catastrófica de que con la nueva tecnología se desarrollarán robots o androides que nos desplazarán y desaparecerán del planeta, razón por la cual se debe cambiar el enfoque y hablar de las acciones positivas que se pueden realizar con estas herramientas digitales. Por ejemplo, dijo, con inteligencia artificial se efectuó el plegamiento de proteínas, uno de los procesos más complicados de lograr en términos científicos, para el tratamiento de alzhéimer; y también puede ser de gran utilidad para mejor diagnóstico médico.

De acuerdo con el experto, mientras su elaboración siga manejada por empresas privadas, continuarán los problemas de desplazamientos laborales por falta de regulación y codicia.  Lo que se requiere, enfatizó, es que estas inteligencias se creen a partir de proyectos en las universidades y organismos públicos autónomos, para enfocarse en los problemas que queremos resolver y, sobre todo, una manera de acceder al conocimiento general.

Enrique Soto Astorga, profesor investigador del Departamento de Matemáticas, también de la Facultad de Ciencias, aseguró que los seres humanos continúan en la construcción y búsqueda de artefactos cada vez más capaces para sustituir tareas que son tediosas, resolver problemas que no pueden por sus limitantes físicas, explorar espacios a los cuales no acceden porque son ajenos a ellos; por ejemplo, los digitales, o explicarse si tienen mente, qué es o el significado de tenerla.

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