Por Daniel Rodríguez/S&P Global Platts
El futuro de las exportaciones de petróleo crudo de México es incierto al tiempo en que grandes consumidores, como la India y EU, buscan fuentes alternativas de suministro tras las sanciones que el presidente Donald Trump impuso a Irán y Venezuela, dicen analistas.
Las preocupaciones en torno a la capacidad de Pemex de elevar su producción y una meta ambiciosa de refinación del gobierno son factores que preocupan a los refinadores a la hora de considerar a México como una fuente de suministro de aceite pesado, dijo Arturo Carranza, analista energético de la consultora Mercury, a S&P Global Platts.
TAMBIÉN LEE: Haber abandonado la refinación, política fallida“Hay mucha incertidumbre en torno al balance del crudo de México. Me encuentro escéptico en general en cuanto a que las exportaciones de crudo pesado se puedan incrementar en un corto plazo, así como de los recursos limitados y la eficiencia de Pemex”, dijo Carranza. “Es más probable que Arabia Saudita o Rusia puedan ser una alternativa para India y otros países asiáticos que México”.
Un año crítico
México ha producido 1.7 millones de barriles de petróleo por día en abril, la mitad del pico histórico que el país alcanzó en 2003, de acuerdo con datos del gobierno. Este decremento es resultado de la incapacidad de Pemex de reemplazar la producción del envejecido complejo de Cantarell.
“Pemex apenas pudo estabilizar su decreciente producción en meses recientes e incrementarla será un reto”, dijo Carranza.
La incertidumbre en torno a la producción futura de crudo pesado de México podría aclararse en los próximos meses, dijo Luis Miguel Labardini-Deveaux, un socio de la consultora energética Marcos y Asociados.
“El próximo año será crítico en la definición de la capacidad del nuevo gobierno (de Andrés Manuel López Obrador) de incrementar las actividades de exploración y producción”, dijo Labardini-Deveaux.
La meta: producir 1.9 millones de barriles a fines de 2019
A la fecha, el gobierno mexicano invierte capital en Pemex y estrena un nuevo régimen fiscal para incentivar un incremento en la producción de energéticos, añadió Labardini-Deveaux.
López Obrador tiene un agresivo programa para incrementar la producción a más de 1.9 millones de barriles diarios para el fin de año, dijo Carranza. “Eso parece ser una meta muy ambiciosa”, añadió.
Para lograr ese incremento en la producción, Pemex desarrolla actualmente 20 campos en tierra y aguas afuera. Hasta ahora, la Comisión Nacional de Hidrocarburos ha aprobado el desarrollo de cuatro de estos campos: Xikin, Esas, Cheek y Chocol.
Sin embargo, a pesar del desarrollo de esos campos, la esperada nueva producción será principalmente de aceite ligero, con un promedio de 33 API, de acuerdo con Pemex.
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Además de los 20 campos, la empresa estatal tiene un potencial relevante en la producción de campos maduros a través de una técnica mejorada de recuperación, conocida como EOR, dijo Labardini-Deveaux. El cambio en el régimen fiscal permitiría a Pemex deducir 60% de sus gastos de producción, contra 12%, lo cual sería un enorme incentivo para que la empresa invierta en EOR, dijo el experto.
Mucho potencial
Pemex tiene un amplio portafolio de oportunidades. Lo que la empresa no tiene es una mayor inyección de capital”, dijo Labardini-Deveaux. La empresa tiene un capital de producción actual de más de 10,000 millones de dólares, la mitad de lo que necesita para lograr todo su potencial, añadió.
Si Pemex tuviera suficientes recursos, podría incrementar la producción de crudo pesado en los proyectos de aguas someras de Pie, Ayatzil-Tekel-Utzil y Ek-Balam, así como extender la vida del enorme yacimiento offshore de Ku-Maloob-Zaap, el cual está entrando en su fase terminal de producción.
Más incertidumbre deriva del ambicioso plan de refinación impuesto por López Obrador de incrementar el nivel de procesamiento de crudo a más de 1 millón de barriles por día para fin de año, dijo Carranza. De acuerdo con datos del gobierno, Pemex procesó 650,000 barriles diarios de crudo pesado durante la segunda semana de abril.
Tres de las refinerías de Pemex tienen una configuración simple, lo que evita que proceses crudo pesado de manera eficiente. Estas instalaciones son las de Salina Cruz (330,000 barriles diarios), la de Tula (315,000 barriles) y la de Salamanca 220,000).
A pesar de estas limitaciones técnicas, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, ha dicho que Pemex no importará crudo ligero durante la presidencia de AMLO, y que en su lugar buscará refinar su producción de crudo en casa.
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